Un decreto que llegó tarde, no cambia nada y busca distraer
El reciente decreto presidencial sobre el Fovissste fue presentado como un alivio para los deudores, pero en realidad no introduce nada nuevo. Más bien, confirma el estancamiento en una política pública que sigue postergando soluciones reales.
El contexto detrás del decreto: más política que vivienda
Un decreto innecesario y oportunista
El 9 de abril de 2025, nueve días después de haberlo firmado, la presidenta Claudia Sheinbaum ordenó la publicación del decreto de quitas Fovissste en el Diario Oficial de la Federación.
El documento, anunciado como un beneficio directo para los trabajadores del Estado con créditos impagables, fue promovido como parte de los “logros” vinculados a la fallida contrarreforma-Batres al ISSSTE. Sin embargo, nunca formó parte de esa iniciativa.
En realidad, la vocal ejecutiva del Fovissste ya había anunciado este mismo programa desde el 10 de febrero de 2025, tres días después de la presentación de la iniciativa de contrarreforma. Se trataba de un esquema ya existente, aunque mejorado. Entonces, ¿por qué el decreto?
Un movimiento táctico tras el retiro de la contrarreforma
El decreto aparece inmediatamente después del retiro presidencial de la controvertida contrarreforma al ISSSTE, el 19 de marzo. Frente a la presión social, sobre todo de organizaciones magisteriales como la CNTE, el gobierno necesitaba ofrecer algo a cambio.
El decreto funcionó como distractor político, pretendiendo apaciguar a los inconformes sin resolver el fondo del problema: las condiciones estructurales que perpetúan la deuda impagable de miles de trabajadores.
¿Qué dice realmente el decreto?
Un resumen sin avances
En esencia, el decreto de quitas del Fovissste solo instruye a que se haga lo que ya estaba previsto en la ley. Según el artículo primero, se ordena implementar programas que hagan efectivo el derecho a la vivienda con medidas como:
- Reducción o congelamiento de intereses en créditos activos
- Cancelación de adeudos vencidos
- Prórrogas y facilidades de pago
- Otras acciones determinadas por la Comisión Ejecutiva del Fondo
Es decir, se repite lo que la propia Ley del ISSSTE ya contemplaba desde 2007. No se crean nuevos derechos ni se asignan recursos adicionales. El decreto no cambia las reglas del juego, solo las reitera.
Plazos largos, urgencia política
Uno de los puntos más llamativos del decreto es su plazo de ejecución: 180 días naturales (seis meses), hasta septiembre de 2025. Esto representa una dilación disfrazada de planificación, y mientras tanto, miles de trabajadores seguirán sin solución efectiva a sus problemas de vivienda.
Además, los transitorios tercero y cuarto del decreto mencionan cuestiones ajenas al tema central: la estructura orgánica del Fovissste y sus funciones como constructor y arrendador de vivienda, elementos que en realidad correspondían a la propuesta retirada de reforma.
Esta mezcla de temas refuerza la percepción de improvisación jurídica y de intento de ganar tiempo político.
Lo que se omite: los pendientes estructurales
El Fovissste-constructor y la edad de retiro
Aunque el decreto habla de facilitar el acceso a la vivienda, no toca el tema crucial del Fovissste-constructor, que sí estaba en la contrarreforma retirada. Tampoco menciona el congelamiento de la edad de retiro, previsto en el artículo décimo transitorio de la Ley del ISSSTE desde 2007, y aún pendiente.
Estos temas tienen impactos financieros y estructurales mucho más profundos que las medidas de alivio contenidas en el decreto actual. Su omisión demuestra que el gobierno sigue postergando las decisiones difíciles, optando por gestos administrativos con bajo impacto real.
La reforma Calderón-Beltrones sigue intacta
El decreto tampoco aborda la reforma neoliberal de 2007, impulsada por el entonces presidente Felipe Calderón y el PRI de Beltrones. Esa legislación transformó radicalmente el sistema de pensiones y vivienda para los trabajadores del Estado, sin que a la fecha se haya planteado una revisión integral de sus efectos.
En ese sentido, el decreto no solo es insuficiente: ignora los verdaderos nudos del problema, manteniendo un modelo que ha sido ampliamente criticado por su ineficacia y su carácter excluyente.
Reacciones desde el territorio: entre la desconfianza y la esperanza
Las voces del magisterio y la CNTE
Desde el sur del país, sobre todo en entidades como Oaxaca, Chiapas y Quintana Roo, los sindicatos y movimientos magisteriales han señalado la insuficiencia del decreto. Si bien reconocen que las quitas pueden aliviar a algunos trabajadores, advierten que el documento no compromete recursos, no cambia reglas y no toca la raíz del endeudamiento.
En varios foros organizados por la CNTE, se ha insistido en que cualquier propuesta debe considerar la viabilidad financiera del Fovissste a corto, mediano y largo plazo, algo que el decreto menciona, pero sin garantías reales.
¿Y los deudores?
Para quienes tienen créditos impagables, la noticia fue recibida con expectativa moderada. Muchos ya conocían el programa de alivio anterior, y al revisar el contenido del decreto, no encontraron diferencias sustanciales. “Solo lo pusieron en papel, pero seguimos igual”, dijo un maestro jubilado en Chetumal.
Lo que se percibe es una falta de voluntad política para resolver de fondo la deuda estructural de quienes dedicaron su vida al servicio público.
¿A dónde vamos? Tiempo ganado, soluciones postergadas
El decreto sobre quitas del Fovissste no transforma el escenario, pero sí retrasa decisiones clave. Es una maniobra que permite al gobierno mostrar actividad mientras se reorganiza tras el fracaso de la contrarreforma-Batres.
La ruta hacia una política de vivienda justa, incluyente y sostenible para los trabajadores del Estado sigue sin definirse. Con cada decreto sin sustancia, se refuerza la percepción de que el problema es más político que administrativo.
El verdadero desafío es enfrentar la raíz del sistema de financiamiento de vivienda, revisar la legislación de 2007, y construir un nuevo modelo que no castigue al trabajador ni lo condene a la deuda eterna.
Más forma que fondo
El decreto de quitas del Fovissste no es un paso hacia adelante. Es un gesto de contención política ante una movilización social creciente. La publicación tardía, el contenido repetido y el largo plazo para su implementación muestran que, más allá del anuncio, seguimos donde estábamos.
El debate sobre vivienda, derechos laborales y deuda pública en México no puede seguir siendo postergado. Septiembre llegará, pero si no hay voluntad de transformar, los decretos seguirán siendo letra muerta.