La comunidad internacional observa con preocupación la llegada a Jordania de 45 activistas de la Flotilla de la Libertad. Tras ser interceptados por Israel mientras intentaban llevar ayuda humanitaria a Gaza, emergen graves denuncias de maltrato que ponen en entredicho el respeto al derecho internacional.
La llegada de los activistas a Jordania
El Ministerio de Asuntos Exteriores jordano informó este domingo, 12 de octubre de 2025, de la llegada a su territorio de 45 activistas procedentes de la segunda flotilla que Israel interceptó. Estos activistas, cuyo objetivo era trasladar ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, fueron asaltados por el Ejército israelí en aguas internacionales del mar Mediterráneo el 10 de octubre de 2025.
Entre los ciudadanos que arribaron a Jordania se encuentran personas de España, Túnez, Bélgica, Francia, Alemania, Italia, Irlanda, Finlandia, Estados Unidos y Canadá. Su ingreso a territorio jordano se realizó a través del Puente del Rey Huseín, conocido también como Puente Allenby, que conecta Cisjordania con Jordania a través del río Jordán.
«El Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados anuncia la llegada de 45 personas de varios países hermanos y amigos que estaban a bordo de la Flotilla de la Libertad», confirmó Amán en un comunicado oficial. El portavoz del ministerio, Fuad Mayali, destacó que la institución, a través de su Dirección de Operaciones y Asuntos Consulares y en colaboración con las autoridades jordanas pertinentes, «ha facilitado su cruce y les brindó la asistencia necesaria». Asimismo, se ha coordinado con las embajadas de los países implicados para organizar y facilitar la salida de sus ciudadanos del reino hachemí.
Denuncias de maltrato y violaciones al derecho internacional
El equipo legal de la ONG árabe-israelí Adalah, responsable de la representación legal de los activistas desde su detención, confirmó la salida de todos los implicados de Israel. Sin embargo, Adalah ha denunciado una serie de maltratos sufridos por los activistas, incluyendo agresiones físicas y verbales, largos periodos de exposición al sol, confiscación de pertenencias personales y condiciones inadecuadas de detención en la cárcel de Ketzion, ubicada en el desierto del Néguev, en el sur de Israel.
Las denuncias también detallan la falta de alimentos y agua corriente adecuados, la denegación de acceso a asesoría legal y la realización de audiencias sin previo aviso o sin una representación legal apropiada.
El asalto en aguas internacionales y sus implicaciones
Adalah subraya que los activistas, civiles desarmados, fueron asaltados en aguas internacionales mientras llevaban a cabo una misión humanitaria. Esta acción, según la ONG, constituye «una grave violación del Derecho Internacional» y «pone de manifiesto la impunidad con la que sigue actuando Israel» en este tipo de operativos.
Los últimos activistas en ser deportados fueron Huaida Arraf y Zohar Regev, ambos con ciudadanía israelí, quienes habían sido arrestados bajo presuntos delitos penales.
La situación de los activistas españoles
De los ocho españoles que viajaban en la última flotilla de ayuda para Gaza interceptada, cuatro regresaron a España el sábado. Los restantes cuatro fueron liberados este domingo a través de Jordania, junto con Reyes Rigo, de la Global Sumud Flotilla. Con estas liberaciones, ya no quedan activistas españoles de las flotillas detenidos en Israel.
La prisión de Ktziot: un historial de detenciones
Todas las embarcaciones de la Flotilla de la Libertad fueron interceptadas por el Ejército israelí en la madrugada del miércoles y trasladadas al puerto de Ashdod. Desde allí, los 145 integrantes de la flotilla fueron llevados a la prisión de Ktziot, situada en el desierto del Néguev. Esta misma prisión albergó previamente a los activistas de la Global Sumud Flotilla, que fue abordada los días 1 y 2 de octubre, evidenciando un patrón de detenciones en este centro.
La comunidad internacional sigue de cerca estos eventos, mientras las denuncias de violaciones al derecho internacional y los derechos humanos de los activistas exigen una investigación exhaustiva y transparente. ¿Hasta qué punto persistirá la impunidad ante acciones militares en aguas internacionales contra misiones humanitarias?