
En un movimiento que sacude el mercado financiero Mexicano, Fitch Ratings ha degradado las calificaciones de los bonos emitidos por CIBanco, Intercam y Vector Casa de Bolsa a la categoría de “bonos basura”. Esta acción se deriva de los señalamientos del Departamento del Tesoro de Estados Unidos por presuntas debilidades en los controles de prevención de lavado de dinero.
La decisión de Fitch y sus implicaciones inmediatas
Fitch Ratings, una de las principales agencias calificadoras globales, anunció que dejará de evaluar a diversos bancos mexicanos. Esta medida se aplica a aquellas instituciones que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha señalado por presunta debilidad en sus controles de prevención de lavado de dinero. Como acción final, Fitch rebajó las calificaciones de los títulos que CIBanco, Intercam –banco y grupo financiero– y Vector Casa de Bolsa emiten en el mercado de valores a un nivel que los convierte en bonos basura.
Un bono basura es un instrumento de deuda clasificado por debajo del grado de inversión, lo que implica un alto riesgo de impago. En contraprestación por este mayor riesgo, estos bonos suelen ofrecer un tipo de interés más elevado para atraer a los inversionistas. Quienes invierten en estos títulos son conscientes del elevado riesgo de suspensión de pagos o de estar expuestos a eventos que impidan el cumplimiento de las obligaciones.
La degradación no se limitó a las entidades principales. Fitch también redujo las calificaciones nacionales a largo y corto plazos de todas las afiliadas a los bancos señalados, incluyendo Intercam Casa de Bolsa, CICasa de Bolsa y la Sociedad Financiera de Objeto Múltiple (Sofom) Finanmadrid, manteniéndolas en observación negativa.
El trasfondo de la degradación: señalamientos de Estados Unidos
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Fitch explicó que la baja de las calificaciones refleja un debilitamiento significativo en los perfiles de negocio y financieros de las entidades afectadas. Un factor clave en esta determinación fue el daño reputacional derivado del señalamiento de Estados Unidos, el cual apunta a presuntas debilidades en materia de prevención de lavado de dinero, específicamente vinculadas al tráfico de opioides.
Aunque las entidades financieras continúan cumpliendo con sus obligaciones en el presente, las calificaciones al momento del retiro indican que el nivel de riesgo de incumplimiento es considerado muy alto en relación con otros emisores u obligaciones dentro del país. La institución financiera ha percibido tendencias negativas que afectan la capacidad de generación de ingresos de estas entidades. Entre ellas, se destaca la salida de clientes de algunas de sus principales líneas de negocio, una marcada aversión de diversos participantes del mercado a continuar operando con dichas entidades y una disminución significativa en los volúmenes de operatividad diaria. Adicionalmente, se ha observado un deterioro en la liquidez de estas instituciones.
Multas previas de la CNBV
Es relevante mencionar que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) impuso multas por 185 millones de pesos a Intercam, CIBanco y Vector. Según información previa, estas sanciones se relacionaron con eventos anteriores a las acusaciones de lavado de dinero provenientes de Estados Unidos, señalando la existencia de un patrón de deficiencias en la materia.
El retiro de calificaciones: ¿razones comerciales o impacto reputacional?
Fitch anunció que, como parte final de su proceso, retirará las calificaciones de estas entidades. Esto significa que la agencia dejará de evaluarlas, aduciendo razones comerciales, específicamente la falta de un acuerdo sobre el pago del servicio que las empresas realizan para ser evaluadas.
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Una fuente del sector, con conocimiento en la dinámica de las agencias calificadoras, señaló que es una práctica común cuando las empresas o gobiernos suspenden o no renuevan el contrato con las calificadoras, que estas emitan su última calificación y, posteriormente, dejen de calificarlos. Este escenario plantea un debate sobre si el retiro es puramente comercial o si el daño reputacional ya consumado hizo inviable la continuidad del servicio de calificación.
Este panorama subraya la vulnerabilidad del sector financiero mexicano ante las presiones internacionales y la imperante necesidad de fortalecer sus marcos de prevención de lavado de dinero. ¿Hasta qué punto este movimiento de Fitch es un llamado de atención a la solidez institucional del sistema bancario nacional?