
Redacción/CARIBE PENINSULAR
CANCÚN.- A pesar de los señalamientos que han rodeado al nuevo secretario municipal de Seguridad Ciudadana y Tránsito de Benito Juárez, el fiscal general del estado, Raciel López Salazar, no escatimó en elogios para su ex colaborador, al calificar su nombramiento como un “gran acierto” de la presidenta municipal Ana Paty Peralta.
Durante la conferencia semanal del gabinete de seguridad, el fiscal no sólo respaldó públicamente al recién designado funcionario, sino que además defendió su trayectoria.
“Un gran acierto de la presidenta municipal Ana Paty Peralta”, afirmó López Salazar al ser cuestionado por la prensa.
“Tiene años de experiencia policial, ha trabajado con autoridades de los tres niveles de gobierno. Yo creo que va a hacer un buen trabajo”, agregó, refiriéndose al nuevo titular de la corporación, cuyo nombre ha sido vinculado con irregularidades durante su paso por la Fiscalía.
Los elogios no pararon ahí. El fiscal celebró que ya se estén realizando “operativos nocturnos con la Guardia Nacional, el Ejército, la Policía Estatal”, y pidió paciencia para ver resultados.
Reconoció que es necesaria una reestructuración interna en la Secretaría, pues “es comentada la situación de la credibilidad en sus funciones esa policía municipal”, pero prometió que “se va a mejorar”.
El espaldarazo del fiscal ha sido interpretado como un respaldo político a una figura cuestionada, más que una apuesta real por la transformación de una corporación que arrastra problemas serios de confianza, corrupción interna y resultados deficientes.
Mientras tanto, la ciudadanía permanece escéptica. No es la primera vez que se nombran jefes policiales con vínculos cuestionables o más lealtad política que compromiso con la seguridad pública.
El mensaje es claro: el reciclaje de figuras del viejo esquema sigue vigente, y la Fiscalía, lejos de cuestionarlo, lo legitima.
Ahora, el nuevo secretario llega con el respaldo de quienes fueron parte del mismo engranaje que permitió el debilitamiento institucional de la seguridad pública en años recientes. Y con ello, la esperanza de una verdadera transformación vuelve a quedar en duda.