Luego de dos semanas de intensos diálogos e intercambios de ideas en Chiapas, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) concluyó su encuentro Resistencias y Rebeldías “Algunas partes del todo”, marcando una profunda revisión de sus estructuras y una renovada estrategia de lucha.
Un balance de dos semanas: Conclusiones clave
El encuentro, que reunió a organizaciones y pueblos de decenas de países de América Latina, Europa, África y Asia, así como de diversos estados de la República Mexicana, arrojó conclusiones trascendentales. Entre ellas, destacan la necesidad de seguir construyendo nuevas formas de organización, fomentar una mayor participación de las mujeres, reforzar el diálogo entre comunidades y persistir en la lucha contra los embates del capitalismo, incluyendo el creciente acecho del crimen organizado.
Las plenarias de estos 14 días no solo abordaron debates profundos, sino que también incluyeron actividades culturales como música, teatro y murales, enriqueciendo el intercambio abierto entre los participantes.
La autocrítica como pilar: Transformación interna del EZLN
El EZLN reconoció errores en sus estructuras de gobierno que fueron corrigiendo y que continúan mejorando a través de múltiples y constantes espacios de diálogo entre las comunidades. Se abordó cómo, dentro del propio zapatismo, las formas de gobierno jerárquicas podían reproducir pirámides de poder similares a las del capitalismo, afectando el desarrollo de la lucha. Sin embargo, una profunda autocrítica permitió las correcciones necesarias.
Del Buen Gobierno a la Autonomía Local
Este proceso llevó a la evolución de sus estructuras organizativas, pasando de las Juntas de Buen Gobierno y los Municipios Autónomos a los Grupos de Autonomía Local y los encuentros de Interzona. En estas nuevas instancias, el poder recae en el pueblo, cuyas alternativas han propiciado:
- Mayor cercanía entre autoridades y comunidades.
- Más participación de jóvenes y mujeres.
- Una experiencia constante con la idea de “el común”.
Estas nuevas estructuras buscan que las decisiones nazcan desde abajo y se articulen horizontalmente, evitando cualquier acumulación de poder. El Subcomandante Insurgente Moisés enfatizó que “el pueblo es el que tiene que aprender a gobernar, el verdadero poder popular”, señalando que esta reorganización siempre estará acompañada de la Comandancia General y el Comité Clandestino.
Frente amplio y resistencia al capitalismo
Este intercambio se ha extendido a comunidades no zapatistas con el objetivo de crear un frente amplio contra la división provocada por los partidos políticos y los capitales a través de sus proyectos. Esta apertura permite que los pueblos se reconozcan mutuamente en problemas comunes y examinen cómo afrontar juntos el futuro más allá del capitalismo.
En las comunidades, el EZLN reconoce la presencia de dolor, rabia, discriminación y explotación. La misión es “conjuntar el pensamiento” en la resistencia. Para enfrentar al capitalismo, se convocó a:
- Recuperar saberes ancestrales como la medicina tradicional.
- Impulsar prácticas agrícolas ecológicas.
- Promover viviendas colectivas.
Además, para no alimentar al crimen organizado, se instó a prevenir el consumo de sustancias y a no participar en ninguna forma de siembra o venta de drogas.
La voz de las mujeres zapatistas: Redes feministas y equidad
Las mujeres zapatistas admitieron que, si bien ha habido cambios en la inclusión y participación en los órganos de gobierno, persiste una cultura machista que debe ser erradicada. El objetivo es asegurar un mejor panorama para las niñas y adolescentes, por lo que se planteó la creación de redes feministas transversales e internacionales.
Desafíos globales y la consolidación de la autonomía
A lo largo de más de tres décadas desde el surgimiento del movimiento zapatista, se ha observado un endurecimiento de la militarización en las comunidades de América Latina, un acentuamiento de los proyectos extractivos y el despojo de tierras, el crecimiento de la represión del Estado, el fomento del racismo, la migración forzada y el endurecimiento de la vigilancia de las fronteras.
Ante estos escenarios, el EZLN planteó:
- Consolidar la defensa comunitaria desde la organización autónoma.
- Establecer redes de solidaridad transaccional contra las empresas extractivas.
- Construir economías propias para reducir la dependencia.
Frente a la contaminación y la deforestación de los territorios, que impactan gravemente las zonas indígenas, propusieron reafirmar la vida comunitaria, implementar proyectos agroecológicos, defender las semillas nativas e intercambiar conocimiento ancestral de los campesinos.
“La defensa de la vida, el cuidado colectivo y la construcción de autonomía son la única vía de la resistencia”, reiteraron en los múltiples foros.
Vigencia global: Solidaridad con Palestina y redes de resistencia
Durante las plenarias, fue recurrente el tema del conflicto en Palestina, lo que llevó al Subcomandante Insurgente Moisés a plantear la necesidad de pasar del discurso de solidaridad a la acción concreta mediante protestas y brigadas.
El EZLN demostró su vigencia como articulador de luchas globales, proponiendo la creación de una red internacional de luchas por la vida. Esta red incluiría:
- Encuentros virtuales periódicos.
- Acciones globales coordinadas en fechas específicas.
- Formación de brigadas de jóvenes que viajen a apoyar comunidades en resistencia.
- Producción conjunta de materiales (documentales, entre otros) para romper el cerco mediático.
La reconfiguración del zapatismo, marcada por la autocrítica y la acción global, subraya su persistente búsqueda de autonomía y justicia en un mundo interconectado. ¿Podrán estas nuevas estrategias del EZLN redefinir el mapa de la resistencia en América Latina y más allá?