
México bajo presión arancelaria: el costo oculto de no usar el T-MEC
El 2024 cerró con un dato inquietante para la economía mexicana: más del 50% de las exportaciones a Estados Unidos están pagando aranceles del 25% o más.
La advertencia proviene del área de investigación de BBVA, y sus implicaciones van mucho más allá del comercio: afectan la competitividad del país, el nearshoring y la integración económica regional.
El peso de los aranceles en las exportaciones mexicanas
Más de la mitad del comercio está fuera del T-MEC
Según BBVA, en 2024 México exportó bienes por 505 mil 900 millones de dólares a Estados Unidos. De este total, solo el 48.9% se realizó al amparo del T-MEC, lo que significa que más de la mitad del comercio no está protegido por el acuerdo y, por ende, enfrenta un arancel del 25%.
Esta cifra revela una debilidad estructural en la forma en que las empresas mexicanas están utilizando el tratado comercial más importante del país.
El sector automotriz, entre los más castigados
El caso más crítico es el de las exportaciones automotrices fuera del T-MEC, que enfrentan un arancel combinado del 50%, según detalla el informe de BBVA. Este tipo de exportaciones sumaron 86 mil 600 millones de dólares, es decir, el 17.1% del total enviado a Estados Unidos.
Esto implica que una de cada cinco exportaciones mexicanas ya se ve afectada por el arancel máximo posible, lo que debilita fuertemente la posición de México frente a competidores globales como China.
Arancel promedio de 23.4%: una carga elevada
Sumando todos los niveles arancelarios, BBVA estima que el arancel promedio ponderado que México enfrenta es de 23.4%. Este dato se calculó bajo el supuesto de que las compras estadounidenses se mantienen como en 2024 y que solo las exportaciones bajo el T-MEC están exentas de aranceles.
En otras palabras, el país está perdiendo competitividad no solo por barreras externas, sino también por decisiones internas.
¿Por qué no se usa el T-MEC?
Costos administrativos: el principal freno
El informe señala que muchos exportadores evitan utilizar el T-MEC debido a los costos administrativos asociados con demostrar el cumplimiento de las reglas de origen. Es decir, las empresas prefieren pagar el arancel que enfrentar la burocracia.
Esto representa una paradoja comercial: el país tiene un tratado que ofrece acceso preferencial al mayor mercado del mundo, pero una parte significativa del sector exportador decide no aprovecharlo.
Revaluación ante el nuevo entorno
Sin embargo, el nuevo entorno arancelario está forzando un cambio. BBVA anticipa que más empresas comenzarán a utilizar el T-MEC de manera intensiva, al reevaluar sus costos ante aranceles crecientes.
Esta es una oportunidad estratégica para replantear el uso del tratado y reposicionar a México como un socio comercial eficiente y competitivo.
Propuestas para revertir la situación
Priorizar el T-MEC como política industrial
BBVA plantea que la política industrial mexicana debe enfocarse en maximizar el porcentaje de comercio que se realiza bajo el T-MEC. Esto permitiría reducir la carga arancelaria y fortalecer la posición de México frente a otros competidores globales.
Además, reforzar el uso del tratado es clave para revitalizar el nearshoring, una de las mayores oportunidades económicas del momento para el país.
Crear un padrón nacional de proveedores
Una de las propuestas más concretas del banco es establecer un padrón nacional de proveedores, que permita a las empresas exportadoras identificar insumos nacionales que las ayuden a cumplir con las reglas de origen del T-MEC.
Esto no solo facilitaría el acceso al tratado, sino que fortalecería la cadena de valor nacional, impulsando el desarrollo de proveedores en el territorio mexicano.
Diplomacia económica activa
BBVA también destaca que el gobierno debe mantener una colaboración activa con Estados Unidos en temas clave vinculados a la política arancelaria, como migración y fentanilo.
Estos esfuerzos, señala el banco, ya han sido reconocidos por la administración Trump y podrían contribuir a una futura reducción de aranceles del 25% a 12%.
¿Qué está en juego para México?
Competencia directa con China
México compite con China por dos cosas: acceso al mercado estadounidense e inversión extranjera directa. En ambos frentes, la carga arancelaria es un factor decisivo.
Si México logra reducir el arancel promedio y ampliar el uso del T-MEC, podría ganar terreno en la reconfiguración global de cadenas de suministro, en especial en sectores estratégicos como automotriz, electrónica y agroindustria.
Nearshoring: una oportunidad que se puede escapar
El fenómeno del nearshoring ha traído inversiones al país, pero su potencial completo aún no se concreta. Los altos aranceles y la baja utilización del T-MEC representan obstáculos directos para capitalizar esta tendencia.
Reforzar la integración económica con Estados Unidos no es solo un objetivo comercial: es una estrategia de desarrollo económico de largo plazo.
T-MEC o aranceles, la elección urgente de México
Los datos de BBVA muestran un país que, pese a contar con un acuerdo comercial privilegiado, está pagando costos innecesarios por no usarlo. Con más del 50% de las exportaciones enfrentando aranceles del 25% o más, la urgencia de actuar es evidente.
Fortalecer el uso del T-MEC no solo evitará pérdidas, sino que posicionará a México como un socio confiable y competitivo en el nuevo orden económico global. El reto no es comercial, es estratégico: o se aprovecha el tratado, o se asume el costo del aislamiento.