La devastadora explosión de una pipa de gas LP en el puente de La Concordia, Ciudad de México, ha escalado la cifra de víctimas mortales a seis. Este trágico suceso, ocurrido el pasado miércoles, ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de la infraestructura y la severidad de los accidentes con materiales peligrosos, movilizando a las autoridades en una respuesta sin precedentes en Iztapalapa.
Aumento de la cifra fatal por la tragedia en Iztapalapa
Autoridades locales confirmaron este jueves el fallecimiento de dos personas más a consecuencia de las heridas sufridas por la explosión de la pipa con gas en Iztapalapa, elevando a seis el balance total de decesos por el accidente. Myriam Urzúa, secretaria de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, detalló en una entrevista que, además de las seis víctimas fatales, 90 personas resultaron heridas, de las cuales 23 se encuentran en «estado crítico».
Detalles del incidente y el escenario de horror
El trágico suceso se desencadenó cuando el vehículo, que transportaba miles de litros de gas, estalló tras volcar bajo un puente en la demarcación de Iztapalapa. La zona oriente de la Ciudad de México se transformó en un escenario de horror, donde las llamas, personas ardiendo, gritos de dolor y de auxilio, y el ulular incesante de sirenas enmarcaron el ambiente de devastación.
Entre el caos, emergieron historias de heroísmo, como la de un policía que, al escuchar el grito desgarrador de «¡El niño, santo Dios!», rescató a un menor de las inmediaciones de la explosión. Su actuación, junto con la de un ciudadano que lo acompañaba en una motocicleta y que clamaba por espacio para el paso de vehículos de emergencia, quedó registrada en un video de más de ocho minutos, testimonio de la desesperación y la solidaridad en medio de la tragedia.
Respuesta institucional y atención médica
La respuesta a la emergencia implicó la movilización de diversas instituciones. El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) atendió a 26 personas tras la explosión, de las cuales 19 permanecen hospitalizadas, luchando por su recuperación. Los datos proporcionados por la secretaria Myriam Urzúa recalcan la magnitud del impacto y la urgencia de la atención médica para los afectados.
La Ciudad de México se enfrenta ahora a la gestión de las secuelas de este fatal accidente, mientras las autoridades continúan evaluando la situación y brindando soporte a las familias afectadas. ¿Qué lecciones de prevención y respuesta se aprenderán de esta devastadora tragedia para salvaguardar la vida de los ciudadanos en el futuro?
