
¿Quién lo diría?
El exgobernador Miguel Borge Martín está protagonizando un escándalo de proporciones mayúsculas relacionado con la zona arqueológica de San Gervasio.
El Doctor venía reinvindicando su gobierno… y no era de esperarse que lo viéramos ahora en un pleito por un bien público. Lo podríamos haber esperado de su sobrino “Betito”, pero ¿de él?
Sin embargo, el Doctor Borge está peleando lo que legalmente se le conoce como la finca “San Gervasio”, ubicada en Cozumel, Quintana Roo, con una superficie de 385-63-14 hectáreas (trescientas ochenta y cinco hectáreas, sesenta y tres áreas y catorce centiáreas), así como todos los ingresos recibidos por los visitantes que ingresan a la zona arqueológica denominada San Gervasio.
El exgobernador asume esta propiedad como único y universal heredero de Miguel Vivas Rivero.
Y resulta que, con fecha 23 de febrero de 2015, se promovió un juicio ordinario civil contra la Fundación de Parques y Museos de Cozumel (FPMC), según consta en el expediente 68/2015 ante el Juzgado Civil de Primera Instancia del Distrito Judicial de Cozumel, por la sucesión de Miguel Vivas Rivero.
Con este juicio, el Doctor Borge se establece como legítimo propietario de la zona arqueológica de San Gervasio.
Pero hay un detalle: esa superficie fue expropiada en favor de la FPMC y era de naturaleza ejidal, por lo que no aplicaría ningún reclamo —y menos un juicio de esta naturaleza.
Otro detalle que salta a la vista: el entonces director de la FPMC, Pedro Joaquín Delbouis, contestó la demanda un día después de que se venciera el término para ello. Se podrá decir que se dejó perder.
Y ahora, una zona arqueológica sería “propiedad” de un exgobernador.