
“Es hora de que abandones Estados Unidos”: el terror detrás del fin del CBP One
La vida de Daniela cambió con un solo correo: el gobierno de Estados Unidos le pidió abandonar el país. No fue la única. Miles de migrantes, incluso quienes ingresaron legalmente, enfrentan un nuevo tipo de persecución, más silenciosa pero igual de brutal: el miedo institucional.
El nuevo muro invisible: miedo como política migratoria
Estados Unidos cancela permisos a migrantes que usaron CBP One
Desde que Donald Trump retomó la presidencia, su política migratoria se ha endurecido con rapidez. Una de sus primeras acciones fue cancelar los permisos otorgados mediante la aplicación CBP One, sistema que había permitido la entrada legal de casi un millón de personas desde 2023.
Según Alianza Américas, al menos 200 mil migrantes que ingresaron legalmente con este sistema podrían quedar desprotegidos. Muchos de ellos son mexicanos, venezolanos, centroamericanos y colombianos, quienes ahora enfrentan la amenaza de expulsión sin una alternativa viable.
El caso de Daniela: un viacrucis sin final
De la selva del Darién a la incertidumbre en Florida
Daniela es una joven venezolana que llegó a Estados Unidos legalmente. El 15 de enero de 2025, apenas cinco días antes de que Trump asumiera el cargo, logró cruzar con una cita obtenida en CBP One. Hoy, ese permiso ya no tiene validez.
La historia de Daniela ilustra el drama colectivo:
- Fue retenida en Chiapas, donde gastó más dinero que en el cruce de seis países juntos.
- En Matamoros, casi es secuestrada por grupos criminales que le exigieron “derecho de piso”.
- Recibió un correo del Departamento de Seguridad Nacional que decía: “Es hora de que abandones Estados Unidos”.
- Perdió el acceso a su permiso de trabajo y quedó en riesgo de deportación inmediata.
Ahora, considera regresar a México. No esperará hasta su cita en corte prevista para febrero de 2026.
La estrategia del miedo: expulsión sin redadas
Miedo, multas y retiro de beneficios
A diferencia de redadas masivas o detenciones públicas, la estrategia actual de Trump se basa en crear un ambiente de asfixia legal. Quienes no abandonen voluntariamente serán multados, perderán beneficios como la autorización laboral y podrán ser deportados con uso de fuerza.
Este cambio ha sembrado inseguridad jurídica incluso entre quienes confiaban en estar protegidos por haber seguido las reglas.
“Yo pensaba que si me paraban, podía enseñar mis papeles. Ahora ya no sirve de nada”, dice Daniela desde Florida.
¿Quiénes son los más afectados?
Familias con niños, víctimas de violencia y solicitantes de asilo
Según Ayudándoles a Triunfar, los migrantes forzados a dejar EE. UU. son en su mayoría personas vulnerables:
- Víctimas de trata, secuestro o violencia sexual en el tránsito por América Latina.
- Familias con niños que huyeron de contextos de violencia extrema.
- Solicitantes de asilo con casos abiertos y citas programadas para 2026 o más allá.
Volver a sus países no es una opción viable. Algunos, como un migrante que intentó regresar a Venezuela sin pasaporte, tardaron dos meses caminando y en autobuses para llegar a casa.
El camino de regreso: otro viacrucis
Sin documentos ni opciones de transporte
El regreso no es un proceso sencillo. Muchos migrantes no cuentan con pasaportes, dinero o redes de apoyo para volver de forma segura. El regreso, dicen las organizaciones, también se convierte en una travesía peligrosa.
“También es un viacrucis regresar”, advierte Gladys Cañas, activista en Matamoros.
Este tipo de desplazamiento forzado encubre una realidad: la deportación por omisión, disfrazada de “salida voluntaria”.
Una política que castiga la legalidad
Migrantes legales bajo sospecha
La narrativa oficial sostiene que se persigue a quienes ingresaron ilegalmente. Pero el caso de Daniela y miles más demuestra que incluso los migrantes legales ahora son perseguidos.
“Hicieron todo como decía el sistema: esperaron su turno, aplicaron, fueron revisados. ¿Y así les pagan?”, cuestiona Dulce Guzmán de Alianza Américas.
Este castigo a la legalidad no solo genera miedo. También mina la confianza en el sistema de asilo y protección internacional.
México en el centro del drama migratorio
Chiapas, Matamoros y la violencia fronteriza
El papel de México en esta crisis es clave. Es el país de tránsito, pero también de retorno para muchos. Sin embargo, la ruta migratoria está plagada de peligros:
- Extorsiones y cobros de piso en Tamaulipas.
- Retenciones arbitrarias y corrupción policial en Chiapas.
- Grupos criminales que controlan tramos enteros del camino.
Daniela gastó más dinero en México que en todo el resto de su viaje. Eso dice mucho del riesgo y el costo de cruzar por el país.
¿Vale la pena el sueño americano?
Lo que antes era una promesa de refugio, ahora es un escenario de miedo. El endurecimiento migratorio de Trump ha transformado la legalidad en una trampa.
Miles como Daniela repiensan su futuro. Algunos se devuelven a México. Otros se arriesgan a quedarse en la sombra. Pero todos viven con la incertidumbre diaria de ser expulsados de un país donde creyeron estar seguros.
El caso de Daniela no es aislado. Es un síntoma de una política que usa el miedo como frontera. Y plantea una pregunta de fondo: ¿vale la pena jugarse la vida por un lugar que ya no te quiere?.