En un desarrollo judicial que sacude los círculos políticos y deportivos, Julio César Chávez Jr., hijo de la leyenda del boxeo Julio César Chávez, ha sido procesado por delincuencia organizada. La decisión, tomada en Hermosillo, Sonora, por el juez Enrique Hernández, marca un punto crucial en la investigación sobre presuntos vínculos con el narcotráfico y el tráfico de armas.
Un proceso en libertad: La controvertida decisión del juez
Pese a la gravedad de los cargos, el juez Enrique Hernández determinó en la audiencia del 24 de agosto de 2025 que las pruebas presentadas eran suficientes para iniciar un proceso penal. Sin embargo, en una resolución que ha generado debate, Chávez Jr., quien se encontraba detenido desde principios de julio, continuará su proceso en libertad. Esta determinación judicial permite al púgil enfrentar las acusaciones fuera de prisión, aunque bajo un escrutinio constante.
La detención en california y el desvelo de una investigación federal
La aprehensión de Chávez Jr. se produjo en julio en California, donde el boxeador residía temporalmente. Agentes del ICE, la agencia migratoria estadounidense, lo interceptaron mientras manejaba su vehículo, un momento que fue grabado en vídeo y posteriormente divulgado por la agencia. La implicación del ICE inicialmente llevó a especulaciones sobre un asunto migratorio, dadas las redadas y detenciones de migrantes en Estados Unidos.
No obstante, pronto se reveló la verdadera naturaleza de la detención: la justicia mexicana buscaba a Chávez Jr. desde enero de 2023 por un delito de delincuencia organizada. La investigación lo vinculaba a un presunto caso de tráfico de armas en Nogales, Sonora, destapando una compleja red de actividades ilícitas que lo señalaban directamente.
Las conversaciones interceptadas: El nexo con ‘Los Chapitos’
La Fiscalía General de la República (FGR) consolidó su caso a partir de dos conversaciones telefónicas cruciales que fueron interceptadas a la red criminal. Estas llamadas, que han sido aireadas en la prensa, mencionaban explícitamente la participación de Chávez en actividades delictivas. En ellas, los presuntos integrantes de la red señalaban la cercanía de Chávez Jr. con Los Chapitos, una de las facciones del Cartel de Sinaloa, dirigida por los hijos de Joaquín «El Chapo» Guzmán.
Un dato que añade una capa de complejidad a esta conexión es la relación personal del boxeador. Chávez Jr. fue pareja y tiene dos hijos con la viuda de Edgar Guzmán, uno de los hijos de «El Chapo» asesinado en Culiacán en 2008. Incluso, en una de las conversaciones interceptadas, se sugería que colaboradores de Los Chapitos utilizaban a Chávez para «golpear a colaboradores díscolos», lo que subraya su presunta función dentro de la estructura criminal.
Cooperación binacional: Un mensaje de Ron Johnson
Tras su detención en Estados Unidos, Chávez Jr. fue deportado a México hace unos días, pasando sus primeros días de vuelta en su país en una prisión en Sonora. La noticia de su traslado fue celebrada por el embajador de EE UU en México, Ron Johnson. En un mensaje publicado en su cuenta de X, Johnson afirmó: “Esta acción refleja la sólida cooperación entre nuestros gobiernos, demostrando que la colaboración ofrece resultados y fortalece la seguridad de ambas naciones”.
El procesamiento de Julio César Chávez Jr. por delincuencia organizada abre un capítulo complejo en la lucha contra el crimen organizado en México. La decisión de permitirle llevar el proceso en libertad, a pesar de las graves acusaciones y los presuntos vínculos con una de las facciones más poderosas del narcotráfico, pondrá a prueba la solidez de las pruebas de la FGR y la independencia del sistema judicial. Este caso no solo impactará la imagen pública del boxeador, sino que también sentará un precedente sobre cómo la justicia aborda a figuras de alto perfil ligadas a estructuras criminales.