
La contienda por la gubernatura de Baja California 2027 no es solo una elección, sino un examen a Morena. Tras consolidar su poder en 2024, el partido enfrenta crisis agudas: seguridad, agua y migración. Su futuro depende de si puede resolver los problemas que más afectan a la ciudadanía, mientras la oposición lucha por construir una alternativa.
El panorama político post-2024: La hegemonía de Morena y el vacío opositor
El mandato de 2024: Una consolidación de poder sin precedentes
Las elecciones del 2 de junio de 2024 reconfiguraron el poder en Baja California, consolidando un control casi absoluto para Morena y su coalición “Sigamos Haciendo Historia”. Las victorias fueron arrolladoras en la elección presidencial, senadurías, diputaciones federales y locales. De manera más contundente, Morena se alzó con el triunfo en los siete ayuntamientos del estado, incluyendo San Felipe y San Quintín.
La magnitud de esta victoria se refleja en las cifras: a nivel municipal, Morena capturó el 59% de la votación total. El Partido Acción Nacional (PAN), dominante por tres décadas, quedó reducido a un 6.35%. La alianza con el Partido Verde Ecologista de México y Fuerza por México Baja California fue crítica, asegurando triunfos en municipios estratégicos como Tijuana, Tecate y Playas de Rosarito. Este resultado establece un dominio hegemónico de cara a la contienda de Baja California 2027.
El nuevo Congreso estatal: ¿Un sello de goma o un campo de batalla latente?
La composición de la XXV Legislatura del Congreso de Baja California (2024-2027) es el reflejo de la nueva realidad política. Morena y sus aliados ostentan una supermayoría con 15 de los 17 distritos de mayoría relativa.
La oposición se ha reducido a una presencia simbólica. La distribución de escaños deja al PAN con 3 diputados, mientras que Movimiento Ciudadano (MC), el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Encuentro Solidario de Baja California (PESBC) tienen un legislador cada uno. Esta configuración anula la capacidad de la oposición como contrapeso efectivo. La gobernadora tiene inmensa latitud para aprobar presupuestos, nombramientos y reformas.
El control casi absoluto de las instituciones estatales traslada el eje del poder político al interior de Morena. Sin contrapesos legislativos o municipales fuertes, los mecanismos de rendición de cuentas se debilitan. Las principales fuentes de fiscalización y disidencia provendrán de las facciones dentro del partido gobernante o de directrices del gobierno federal. Las disputas internas de Morena, especialmente hacia la sucesión de 2027, son la variable política más crítica a observar.
El ajuste de cuentas de la oposición: Un paisaje en ruinas
#### El colapso histórico del PAN
El Partido Acción Nacional (PAN) enfrenta su crisis más profunda. Tras gobernar 30 años (1989-2019), su colapso en 2024 fue estrepitoso. La fallida alianza con el PRI, disuelta en campaña, evidenció desarticulación estratégica. Hoy, el PAN es la segunda fuerza solo de nombre, con mínima influencia legislativa. Figuras históricas como Ernesto Ruffo Appel o Héctor Terán Terán pertenecen a una era superada. La dirigencia de Lizbeth Mata Lozano enfrenta la tarea de reconstruir el partido sin base electoral sólida ni figuras de peso.
#### El ambiguo ascenso de Movimiento Ciudadano
Movimiento Ciudadano (MC) se posiciona como la tercera fuerza emergente. Su decisión de competir en solitario en 2024 le permitió diferenciarse de la alianza PAN-PRI. El nombramiento de Daylín García como nueva coordinadora estatal apunta a la renovación. Sin embargo, el partido carece de estructura territorial comparable a Morena y sufre divisiones internas. La renuncia de figuras como David Saúl Guakil, quien acusó facciones de “secuestrar” al partido, lo demuestra.
#### La extinción del PRI y el PRD
Para el PRI y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), las elecciones de 2024 marcaron su práctica irrelevancia. La ruptura del PRI con el PAN fue el último acto de un partido terminal. El PRD, tras perder su registro nacional, dejó de ser actor significativo.
El desafío opositor es una crisis de credibilidad. A pesar de las crisis severas en seguridad y abasto de agua, el electorado optó masivamente por el partido en el poder. Esto sugiere profunda desconfianza en la capacidad opositora para ofrecer soluciones. El PAN gobernó tres décadas sin resolver problemas estructurales, restando legitimidad a sus críticas. MC es una fuerza desconocida y sin experiencia de gobierno estatal. El camino a la competitividad en Baja California 2027 pasa por construir y presentar un plan de gobierno detallado, creíble y convincente.
La administración Ávila Olmeda y la triple crisis
El historial de gobierno: Entre la alineación federal y los desafíos estatales
La gestión de la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda, iniciada el 1 de noviembre de 2021 y que concluye el 31 de octubre de 2027, se caracteriza por su alineación con la “Cuarta Transformación” federal. Esta sinergia ha reportado beneficios tangibles, como incremento de recursos federales y mayor coordinación en seguridad. La agenda se centra en programas sociales e infraestructura.
Sin embargo, la administración ha enfrentado controversias que exponen su vulnerabilidad. La revocación de la visa estadounidense a su esposo, Carlos Torres Torres, generó especulación y obligó a la presidenta Claudia Sheinbaum a solicitar información a Estados Unidos. Estos episodios alimentan críticas opositoras y de la sociedad civil.
La crisis de seguridad sin resolver: El mayor pasivo del gobierno
La seguridad pública es el desafío más grande y el principal pasivo. Datos de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2023 pintan un panorama desolador:
26.2% de hogares fue víctima de al menos un delito en 2022.
La tasa de incidencia delictiva alcanzó 48,000 delitos por cada 100,000 habitantes.
La “cifra negra” (delitos no denunciados/investigados) se situó en 87.8%.
Los delitos más frecuentes son fraude, robo/asalto en calle y transporte público, y extorsión. El miedo es generalizado: 63.4% considera la inseguridad el principal problema, y la desconfianza en corporaciones policiales es endémica. La estrategia gubernamental, enfocada en coordinación y prevención, es cuestionada. La narrativa oficial, que atribuye la violencia a disputas del crimen organizado por rutas de trasiego y narcomenudeo, es vista como una forma de minimizar la responsabilidad estatal.
La emergencia por escasez de agua: Una bomba de tiempo
Baja California enfrenta una crisis hídrica. El estado depende en más del 90% del Río Colorado, una cuenca con sequía histórica. Acuerdos binacionales, como el Acta 330, obligan a México a recortes. Se proyecta una reducción de 246 millones de metros cúbicos para 2025, mientras el Lago Mead sigue en niveles críticos.
La respuesta gubernamental incluye planes de infraestructura y eficiencia, y propuesta de aumentar tarifas de agua, especialmente para uso no doméstico. Esta medida podría trasladar costos a consumidores y generar descontento. La gestión del agua es un desafío geopolítico que involucra al gobierno federal y relaciones con Estados Unidos, donde la presión por el recurso es intensa.
La olla de presión migratoria: Un desafío crónico y volátil
La posición geográfica convierte a Baja California en corredor y destino para miles de migrantes. Tijuana funciona como una “olla de presión”, convergiendo flujos de diversas nacionalidades, incluyendo México, Centroamérica, Venezuela, Haití, Mauritania o Afganistán. Datos del Instituto Nacional de Migración (INM) y de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) muestran alto número de personas en situación irregular y flujo constante de deportaciones. En 2024, sumaron más de 40,000 personas deportadas desde Estados Unidos.
La situación es volátil y depende de políticas migratorias estadounidenses. Un cambio de administración en Washington o políticas restrictivas, como el cierre de la aplicación CBP One, podría desatar una crisis humanitaria con deportaciones masivas o aumento súbito de migrantes varados, sobrecargando servicios públicos.
La administración de Ávila Olmeda tiene indicadores macroeconómicos robustos, como fuerte Inversión Extranjera Directa y sector exportador dinámico, además de beneficios políticos por su alineación federal. Sin embargo, esta narrativa choca con la incapacidad de resolver los tres problemas que más impactan la vida diaria ciudadana. Esta desconexión constituye la principal vulnerabilidad de Morena de cara a Baja California 2027.
Además, estas crisis están interconectadas. La violencia afecta la economía y disuade inversión. La escasez de agua pone en riesgo al sector agrícola y podría ser catalizador de conflictos sociales. Un aumento migratorio presiona recursos hídricos y servicios de seguridad. La incapacidad para gestionar una crisis agrava las demás, creando riesgo de una “policrisis” que desborde la capacidad estatal y se convierta en el argumento central opositor en 2027.
La arena de los contendientes: Facciones, figuras y favoritos
La sucesión dentro de Morena: Una batalla de facciones
Dado el extremo debilitamiento opositor, la contienda por la gubernatura en 2027 será probablemente la elección interna de Morena. Se perfilan diversas facciones y figuras:
Campo “Marinista”: Leal a la gobernadora Ávila Olmeda. Carlos Torres Torres es figura central en especulaciones. Aunque la gobernadora ha negado que busque candidatura, su reciente afiliación a Morena lo posiciona. Su pasado en el PAN le otorga red de contactos fuera del partido oficial.
Nuevos Barones Municipales: Las elecciones de 2024 crearon nuevos centros de poder. Ismael Burgueño Ruiz, alcalde de Tijuana por victoria aplastante, controla el municipio más poblado y principal botín político. Su desempeño en Tijuana será plataforma crucial. Norma Bustamante Martínez, reelecta en Mexicali, se consolida como figura de peso.
Remanentes del “Bonillismo”: La influencia del exgobernador Jaime Bonilla Valdez no puede subestimarse. A pesar de su abierta y hostil relación con la gobernadora, evidenciada en denuncias formales, Bonilla conserva una base de apoyo populista y redes políticas. Podría sabotear, apoyando un candidato rival.
Otras figuras potenciales: Nombres como Netza Jáuregui y Claudia Agatón Muñiz (alcaldesa de Ensenada) podrían emerger.
La alcaldía de Tijuana ha sido trampolín a la gubernatura. La victoria de Ismael Burgueño le otorga mandato popular y control sobre recursos y visibilidad. Lo convierte en la figura de Morena más poderosa después de la gobernadora. La forma en que gestione los desafíos de Tijuana —seguridad y migración— determinará su viabilidad como sucesor y lo posicionará como retador natural de cualquier candidato ungido por el círculo de la gobernadora. Su trayectoria entre 2024 y 2027 es la variable individual más importante en la sucesión.
La escasez de campeones en la oposición
La oposición enfrenta notable falta de figuras con proyección estatal.
PAN: Carece de liderazgo claro. Figuras como el exgobernador Gustavo Sánchez Vásquez tienen reconocimiento, pero asociadas a un pasado rechazado. La dirigencia de Lizbeth Mata Lozano debe promover nuevos cuadros, pero no ha surgido contendiente con fuerza.
Movimiento Ciudadano: Su éxito dependerá de atraer candidato de alto perfil que conecte con votantes desilusionados. Daylín García, la coordinadora estatal, enfoca la construcción del partido, pero la falta de figura carismática es su obstáculo.
El comodín: Jorge Hank Rhon: El empresario y exalcalde de Tijuana, Jorge Hank Rhon, es figura perenne. Su capacidad para autofinanciar campaña, base de apoyo popular y vínculos con partidos como el PESBC lo convierten en fuerza disruptiva potencial. A pesar de su enorme carga de negativos, presuntos vínculos con actividades ilícitas, y ser figura polarizante, mantiene influencia.
Para la oposición, el único camino matemático es una coalición amplia con PAN, MC y restos del PRI. Sin embargo, 2024 demostró profunda desconfianza mutua. La ruptura PAN-PRI y la negativa de MC a sumarse revelan fracturas ideológicas y personales que parecen insuperables. Reconstruir esa confianza es condición indispensable, pero la evidencia actual sugiere un escenario improbable.
Perspectiva estratégica y análisis conclusivo
Escenarios electorales plausibles para 2027
- El avance del Juggernaut de Morena: La maquinaria electoral del partido, respaldo federal y programas sociales influyen más que el descontento. Morena unifica facciones, gana cómodamente y neutraliza oposición.
- El referéndum de la crisis: Efecto acumulativo de crisis erosiona apoyo a Morena. Oposición unificada y con candidato creíble enmarca elección como plebiscito sobre desempeño del gobierno actual. Contienda competitiva de resultado incierto.
- El electorado fracturado: Primaria divisiva en Morena. Oposición permanece fragmentada (PAN y MC separados). Morena gana con margen reducido, pero abre pequeña ventana para triunfo opositor si el voto oficialista se divide.
Las narrativas de campaña decisivas
La elección se definirá por el choque de dos narrativas:
La narrativa de Morena: “Consolidar la Transformación”. Centrada en la alineación con gobierno federal popular, programas sociales y grandes obras. Enmarcará problemas graves como “herencias” o responsabilidades federales, deslindando al estado.
La narrativa de la oposición: “Rescatar a Baja California de la Crisis”. Debe enfocarse en los fracasos del gobierno estatal en seguridad, gestión del agua y capacidad económica para generar bienestar, pese a cifras macro. Pintará imagen de un estado con potencial, fallando a ciudadanos por incompetencia y falta de resultados.
Imperativos estratégicos y evaluación final
Para Morena: Demostrar avances tangibles en seguridad y agua. No hacerlo cederá a la oposición el tema de campaña más poderoso. Gestionar su sucesión interna con cautela para evitar fractura pública.
Para la oposición (PAN y MC): Construir frente unificado y creíble, superando desconfianza. Trascender la crítica y desarrollar plan de gobierno alternativo, detallado, convincente y bien comunicado. Selección de candidato crucial: debe estar libre de corrupción y proyectar fuerza/competencia.
A la fecha, la elección de Baja California 2027 es de Morena para perderla. Sus ventajas estructurales son inmensas. No obstante, la gravedad de los problemas de fondo proporciona terreno fértil para sorpresa, pero solo si la oposición supera sus debilidades y la paciencia ciudadana se agota. La contienda será prueba de si la lealtad partidista resiste la presión de la realidad vivida.