Tras 15 años de ausencia en la dirección, el titán de Hollywood James L. Brooks (creador de Los Simpson) regresa con Ella McCay, un filme que prometía ser una comedia adulta inteligente. Sin embargo, las críticas devastadoras la señalan como un «desacierto decepcionante» y un sopor de “sitcom rancia” que ensombrece su legado.
El retorno fallido de un gigante de la comedia
El regreso a la dirección de James L. Brooks, el ingenioso y peculiar ganador del Óscar, después del fracaso de How Do You Know en 2010, fue una de las citas cinematográficas más esperadas. Brooks es reconocido por haber escrito y dirigido clásicos como Broadcast News y Terms of Endearment, además de haber co-creado series fundamentales como The Mary Tyler Moore Show, Taxi y The Simpsons. Sin embargo, Ella McCay, su primera película en 15 años, ha sido calificada de manera unánime como un «dud» cloying (empalagoso), vacío y deprimente.
La película, que tiene una duración de 1 hora y 54 minutos (115 minutos según otras referencias) y clasificación PG-13 (por lenguaje fuerte, material sexual y contenido de drogas), no se acerca en calidad a sus obras maestras. El resultado es un «arrastre descuidado» que, aunque es relativamente corto, se siente interminable, ofreciendo un sabor a «sitcom anticuada» de los años ochenta. La crítica lamenta que el director, a sus 85 años, haya producido una obra que corre el riesgo de ser olvidada tan rápidamente como su desacierto de 2010.
Ella McCay: una idealista en un mundo político incomprensible
La trama se centra en Ella McCay (Emma Mackey), una graduada de la facultad de derecho de 34 años que trabaja en la Casa de Estado de una ciudad anónima (aunque fue filmada en Providence, Rhode Island). La historia se sitúa en 2008, en plena recesión, un tiempo que la narradora, Estelle, recuerda con nostalgia como «un mejor momento cuando todavía nos agradábamos».
Ella, descrita como dulce e idealista, asciende inesperadamente a gobernadora interina del estado (sin nombre) cuando su jefe, el gobernador Bill Moore (interpretado por Albert Brooks, con un aire paternal insípido), es nombrado para un puesto de gabinete en Washington D. C.
- Falta de rigor político: Hollywood no produce muchas películas sobre gobernadores, y esta resulta una oportunidad perdida. El filme es criticado por carecer de verdadera introspección sobre el funcionamiento interno del gobierno. Los chistes sobre las peculiaridades de la recaudación de fondos resultan planos.
- Idealismo y superficialidad: El director es acusado de «simplificar» los detalles y de poner un «brillo de color rosa» en las situaciones desafiantes. El objetivo de Ella de impulsar una “Moms’ Bill” para la ayuda a la primera infancia es visto como una representación frívola del idealismo político.
El elenco: caricaturas y la dinámica familiar
La gran decepción radica en los personajes, descritos como «caricaturas poco convincentes». Un crítico sugiere que «Homero Simpson es un pilar de matiz al lado de la mayoría de los tontos farfullantes de Ella McCay«.Los traumas personales de Ella:
Brooks se concentra en los traumas pasados de Ella para explicar su personalidad vulnerable y reservada. Estos incluyen la tragedia del fallecimiento de su madre y la rebelión adolescente.
- Emma Mackey (Ella McCay): Es el único punto a favor, gracias a su carismática y luminosa actuación. Ella es «atractiva y natural» incluso cuando está atrapada en un mundo de personajes falsos.
- Woody Harrelson (Eddie): Encarna a Eddie, el padre mujeriego de Ella. Ha estado distanciado por 13 años. Se revela que tuvo que dejar su puesto de alto nivel en la administración de un hospital luego de que tres mujeres presentaran acusaciones de mala conducta sexual. Su regreso a la ciudad, tras 13 años, busca «arreglar las cosas» con sus hijos antes de dar un paso más en su nueva relación.
- Jamie Lee Curtis (Tía Helen): Interpreta a la tía Helen, dueña de un diner que interviene en los conflictos familiares y políticos, con la intención de hacerla parecer «folklórica» y «sencilla». Su actuación es señalada como exagerada; un crítico afirma que se ha vuelto «loco» desde Everything Everywhere All At Once, gesticulando y gritando de forma teatral.
Desaciertos de guion y la música cursi
La trama familiar incluye un drama con su hermano y su esposo que se vuelve insostenible para el espectador.
- El esposo: Ryan (Jack Lowden): Es el esposo de la escuela secundaria, cuya elección socava la inteligencia de la protagonista, ya que es un «douche» egoísta. Una «estúpida equivocación» de Ella que involucra a Ryan y el «uso indebido de propiedad gubernamental» amenaza su gobernación de días. Lowden cumple en un «papel desagradecido», mientras que su suegra (Becky Ann Baker) funciona como una «bandera roja» inmediata.
- El hermano: Casey (Spike Fearn): Es un graduado del MIT que se ha convertido en un recluso agorafóbico después de romper con su novia, Susan (Ayo Edebiri). Aunque Fearn gana simpatía como la víctima más dañada por la mala crianza de su padre, su reconciliación con Susan (Edebiri es una «actriz cálida y con los pies en la tierra») se siente artificial.
- El narrador: Estelle (Julie Kavner): Es la secretaria de Ella. Kavner, mejor conocida como la voz de Marge Simpson, es un «bienvenida presencia» y encarna la esperada rareza «Brooksiana» con autenticidad, siendo una de las pocas gracias salvadoras.
- Música: La banda sonora de Hans Zimmer, descrita como orquestal, agridulce y con tintes de schmaltz, acompaña estos momentos cursis con una puntuación que «debería venir con una advertencia de contenido de azúcar».
Ella McCay es equiparada con «sopor de sitcom rancia», dejando la impresión de que el director ha rebajado su estándar narrativo para dar lugar a «catarsis cursi» y metáforas torpes.
La pregunta que permanece tras el visionado es si este largometraje, que parece más bien un piloto fallido, podrá ser olvidado rápidamente en aras de mantener inmaculado el inmenso legado de seis décadas que Brooks ha construido. ¿Se ha agotado la fuente de la ingeniosidad idiosincrática que definió el cine de James L. Brooks?











