La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y el sector empresarial alcanzaron un acuerdo histórico. El salario mínimo 2026 México aumentará 13 por ciento, ubicándose en 9 mil 582.47 pesos mensuales. La mandataria defendió que este incremento, pactado por consenso, no generará presiones inflacionarias ni impactará los precios de los productos.
El acuerdo tripartita y el desafío inflacionario
El 03 de diciembre de 2025, en Ciudad de México, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo anunció formalmente el incremento salarial, destacando que el monto final será de 9 mil 582.47 pesos. Este aumento representa un alza del 13 por ciento para el salario mínimo general que entrará en vigor a partir del próximo 1 de enero de 2026.
La noticia, producto de la negociación tripartita entre gobierno, trabajadores y la iniciativa privada, fue calificada por la mandataria al inicio de su conferencia matutina como “una muy buena noticia para todas y todos los mexicanos”.
Las claves del acuerdo, según la visión presidencial, son:
- El aumento “no tiene impactos en la inflación”.
- Tampoco se espera un incremento en los productos de consumo.
- El acuerdo se logró por consenso entre el sector empresarial y los trabajadores.
Marath Bolaños, el secretario del Trabajo y Previsión Social, complementó el anuncio resaltando el incremento sostenido del salario mínimo por encima de la inflación, lo cual es un objetivo establecido ya de manera constitucional hasta alcanzar las 2.5 canastas básicas.
Los nuevos montos y la zona libre frontera norte
El incremento del 13 por ciento al salario mínimo general implica que el monto diario pasará de 278.80 pesos a 315.04 pesos, lo que representa los 9 mil 582.47 pesos en términos mensuales.
Se detalló que para la zona de la libre frontera Norte, el aumento fue de cinco por ciento. En esta región, el salario diario pasará de 419.88 pesos a 440.87 pesos diarios, alcanzando los 13 mil 409.80 pesos mensuales.
Bolaños subrayó que con este incremento en la frontera norte se está dando cumplimiento a una parte del compromiso establecido de llegar a las 2.5 canastas básicas, un objetivo que ya se ha logrado en esa zona específica.
Recuperación histórica y el fin del rezago neoliberal
El secretario del Trabajo y Previsión Social sostuvo que, al inicio del próximo año, el salario mínimo podrá haber recuperado el 154.2 por ciento de su poder adquisitivo durante los gobiernos de la transformación en términos reales.
Este nivel de recuperación es significativo, ya que, de acuerdo con los registros, representa:
- El nivel más alto que se ha tenido en registro del salario desde 1980.
- Un avance que remonta el proceso de precarización del salario experimentado durante el período neoliberal.
- En el caso de la zona libre de la frontera norte, el monto se mantiene por encima del máximo histórico que se alcanzó en 1976.
Para visualizar el impacto en el poder adquisitivo, Bolaños señaló que con el aumento el salario alcanzará para comprar ahora 7.1 kilos de frijol, 6.5 kilos de huevo y 14.8 kilos de tortilla.
El respaldo empresarial y el marco legal
Francisco Cervantes, representante del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), se sumó al consenso, destacando la apertura del gobierno, los trabajadores y las empresas para negociar condiciones que favorezcan a los distintos grupos de población, “en especial a los grupos más vulnerables”.
El sector empresarial enfatizó que este tipo de negociaciones en la comisión tripartita se dan en el marco legal vigente, dentro de los cauces del Estado de derecho y respetan valores fundamentales, los cuales son pilares para la economía mexicana:
- El empleo formal.
- Los derechos de los trabajadores.
- La estabilidad productiva.
- La seguridad jurídica.
- La eficiencia y el desarrollo de las empresas y fuentes de empleo de nuestro país.
El CCE, a través de otros comunicados, también refrendó su respaldo a la presidenta Sheinbaum para lograr a 2030 un salario mínimo equivalente a 2.5 veces el valor de las canastas alimentaria y no alimentaria, alineándose con los objetivos de la actual administración.
La solidez de este acuerdo, que desafía las predicciones sobre el impacto inflacionario y consolida la recuperación del poder adquisitivo a niveles no vistos desde hace décadas, plantea una pregunta fundamental: ¿podrá el gobierno mantener esta tendencia de crecimiento salarial sostenido sin que la inercia económica termine por erosionar los beneficios obtenidos por la clase trabajadora?
