La inusual visita del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a la sede de la Reserva Federal en Washington, D.C., el 24 de julio de 2025, no fue una mera cortesía. Este encuentro subraya la persistente tensión entre la Casa Blanca y el banco central, especialmente en torno a las tasas de interés y las polémicas obras de renovación. La independencia de la Reserva Federal se percibe bajo asedio.
Contexto de una visita sin precedentes
La visita del presidente Donald Trump a la Reserva Federal se dio menos de una semana antes de que los 19 responsables de política monetaria del banco central realicen una reunión de política monetaria de dos días. En esta reunión, analistas esperan que dejen la tasa de interés de referencia en el rango de 4.25 y 4.50 por ciento. La presencia presidencial fue notable, dado que el jefe de la Fed, Jerome Powell, suele pasar la tarde del jueves antes de una reunión de fijación de tasas haciendo llamadas con los presidentes de los bancos de la Fed, como parte de sus preparativos para la sesión.
Este inusual encuentro también se produce en momentos en que Trump intenta desviar la atención de la crisis gubernamental desatada por sus reticencias a revelar los detalles del caso del delincuente sexual Jeffrey Epstein, hallado muerto en su celda en 2019 antes de su juicio.
La insistencia de Trump en tasas más bajas
Desde hace varios meses, Donald Trump reprocha a Jerome Powell que se resista a bajar las tasas. El presidente de Estados Unidos afirmó a periodistas que seguía deseando tasas de interés más bajas, dejando claro que la reducción de los costos de los préstamos seguía siendo su principal prioridad. “Me encantaría que bajara las tasas de interés”, dijo Trump, mientras Powell permanecía de pie, con el rostro inexpresivo. La última vez que Powell se había reunido con el republicano fue en marzo, cuando el mandatario lo citó en la Casa Blanca para presionarle a bajar las tasas. Sin embargo, la Reserva Federal ha mantenido las tasas estables este año y descarta bajarlas. Esto ocurre en un contexto incierto debido a la ofensiva arancelaria mundial de Trump, que podría hacer subir los precios.
Controversia por las obras de renovación de la Fed
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Además de las tasas, Trump acusa a Powell de haber utilizado incorrectamente los fondos de renovación de los edificios de la Reserva Federal en Washington. Según la Oficina de Gestión y Presupuesto (OMB) de la Casa Blanca, las obras han costado 2 mil 500 millones de dólares. Donald Trump sugirió recientemente que este proyecto podría haber sido objeto de “fraude”, lo que alimentó las especulaciones sobre el despido del director de la Reserva Federal.
Durante la visita a las obras, Trump y Powell, utilizando cascos de construcción, caminaron uno al lado del otro. El encuentro se acaloró cuando Trump informó a periodistas que el proyecto se estimaba en 3 mil cien millones de dólares. “No tengo conocimiento de eso”, dijo Powell, negando con la cabeza. Trump le entregó un papel, que Powell examinó. “Acaba de añadir un tercer edificio”, dijo el jefe de la Fed, agregando que el Edificio Martin se había completado hacía cinco años.
Funcionarios de la Casa Blanca han intensificado la presión sobre Powell en las últimas semanas, acusando a la Fed de gestionar mal la renovación de 2 mil 500 millones de dólares de dos edificios históricos en Washington y sugiriendo una mala supervisión y un posible fraude. El director de presupuesto de la Casa Blanca, Russell Vought, ha cifrado el sobrecosto en “700 millones de dólares y subiendo”.
El futuro de Jerome Powell y la autonomía de la Fed
A pesar de las frecuentes declaraciones de Trump sobre la posibilidad de despedir a Powell, el mandatario aseguró el jueves que no tomaría esa medida. “Hacerlo sería una decisión importante y simplemente no creo que sea necesaria”, dijo Trump a periodistas, tras visitar las obras de renovación de dos edificios de la sede de la Fed en Washington.
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Jerome Powell fue designado por Donald Trump durante su primer mandato (2017-2021) y ratificado por su sucesor demócrata Joe Biden. Los ataques verbales de Trump al jefe de la Fed, cuyo mandato termina en mayo de 2026, se suceden desde que el republicano regresó al poder en enero. Un despido de este tipo sería sin precedentes y para llevarlo a cabo, Trump tendría que demostrar la existencia de faltas graves o malversaciones por parte de Powell, de 72 años.
La misión de la Reserva Federal, cuyas decisiones tienen un impacto en los mercados de todo el mundo, es controlar la inflación y garantizar buenas condiciones para el empleo en Estados Unidos. La institución y su jefe gozan de un estatus que, en teoría, los coloca al margen de las presiones políticas. Sin embargo, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, anunció el lunes que se hará una auditoría a la institución. Este anuncio subraya la creciente tensión sobre la autonomía del banco central y las posibles implicaciones para su capacidad de operar sin injerencias políticas.
La tensión entre la Casa Blanca y la Reserva Federal, magnificada por la inusual visita del presidente, plantea serias interrogantes sobre la independencia de una de las instituciones económicas más influyentes del mundo. ¿Podrá la Fed mantener su estatus “al margen de las presiones políticas” frente a la insistencia presidencial en tasas de interés específicas y las acusaciones de mala gestión? El escrutinio y la auditoría prometen un futuro volátil para la relación entre el poder ejecutivo y el banco central.
