El proyecto que pone en riesgo el mejor cielo para la astronomía en el Atacama

Premios Nobel y astrónomos alertan al gobierno de Chile sobre el proyecto INNA de AES que amenaza el Observatorio Paranal. Riesgo de contaminación lumínica Atacama.
El proyecto que pone en riesgo el mejor cielo para la astronomía en el Atacama

Una coalición de élites científicas internacionales, incluyendo varios premios Nobel, ha emitido una severa advertencia al gobierno de Chile. El foco es la protección de los cielos oscuros del Observatorio Paranal en el desierto del Atacama, el epicentro mundial de la astronomía. La amenaza inminente proviene de la instalación de un complejo industrial que podría devastar este patrimonio natural irremplazable.

La disputa por los cielos prístinos de Atacama

El 3 de diciembre de 2025, el Observatorio Europeo Austral (ESO) informó públicamente que un grupo de científicos de todo el mundo dirigió una carta abierta a las autoridades chilenas. El objetivo es solicitar la protección urgente de los cielos oscuros del Observatorio Paranal, considerado el mejor lugar del planeta para la astronomía y que se encuentra amenazado por la construcción de un complejo industrial.

La misiva fue firmada por una treintena de astrónomos de prestigio internacional. Entre los firmantes se encuentran figuras como el Nobel de Física, Reinhard Genzel, el presidente de la Unión Astronómica Internacional, Willy Benz, y la presidenta de la Academia de Ciencias de Francia, Françoise Combes. Adicionalmente, apoyaron la solicitud varios Premios Nobel, entre ellos Michel Mayor, Didier Queloz, Adam Riess y Brian Schmidt.

Los expertos alertaron a las autoridades chilenas sobre el impacto de la instalación del megaproyecto energético INNA. Este proyecto es impulsado por la empresa estadunidense AES.

Detalles del megaproyecto INNA y sus implicaciones

El proyecto INNA busca edificar un complejo industrial que abarca más de 3 mil hectáreas a pocos kilómetros del Observatorio Paranal, en el desierto del Atacama y operado por el ESO. La comunidad científica global percibe este desarrollo como una amenaza inminente para la investigación.

En su carta, los astrónomos son categóricos sobre la urgencia de la situación: “Tal como está concebido actualmente, el proyecto representa una amenaza inminente para algunas de las instalaciones astronómicas más avanzadas de la Tierra, que están operando bajo uno de los últimos cielos oscuros y prístinos del mundo”.

Señalan que el Atacama, en el norte de Chile, “es el mejor lugar del planeta para la astronomía, gracias a sus cielos oscuros, su atmósfera estable y su clima favorable”. Por esta razón, insisten en que “este precioso patrimonio natural” representa un “recurso científico irremplazable que ha permitido a generaciones de astrónomos ampliar el conocimiento de la humanidad sobre el universo”.

El devastador impacto científico de la contaminación

El Observatorio Paranal es uno de los varios sitios astronómicos situados en el norte de Chile. Allí operan algunos de los telescopios más avanzados de la actualidad, entre ellos el Very Large Telescope (VLT). Asimismo, albergará al Extremely Large Telescope (ELT), el telescopio óptico e infrarrojo más grande del mundo y actualmente en fase de construcción.

Según un estudio realizado por el ESO, la construcción del megaproyecto industrial generaría múltiples impactos negativos, interfiriendo directamente con las operaciones:

  • Aumento de la contaminación lumínica: La contaminación aumentaría en al menos 35 por ciento.
  • Generación de microvibraciones: Esto impediría el funcionamiento de algunas de las instalaciones astronómicas.
  • Aumento de turbulencia atmosférica.

En su misiva, los científicos advierten que dicho impacto “sería devastador para los cielos prístinos de Paranal y para la astronomía mundial”. Agregan que el daño potencial “se extendería más allá de las fronteras de Chile, afectando a una comunidad científica mundial que depende de las observaciones realizadas en Paranal para estudiar todos los fenómenos, desde la formación de planetas hasta los inicios del universo”.

Chile: capital mundial de la astronomía bajo presión

Los expertos recuerdan que durante las pasadas seis décadas “Chile se ha convertido en la capital mundial de la astronomía”. Este logro se debe a sus “leyes pioneras para proteger los cielos oscuros”, sus iniciativas de sensibilización pública y su comunidad astronómica cada vez más sólida.

Chile concentra hoy cerca del 40 por ciento de la capacidad de observación astronómica mundial. Se prevé que, para 2030, el país supere el 60 por ciento de esa capacidad global.

En un esfuerzo por proteger este capital, varios observatorios astronómicos internacionales se unieron en junio para formar una alianza inédita: el Consejo de los Cielos Oscuros. Este consejo tiene como objetivo proteger los cielos de Chile y “coordinar estrategias y articular acciones frente al avance de la contaminación lumínica”, según anunciaron las instituciones firmantes en un comunicado conjunto.

Mientras la polémica crece, la agencia Ap solicitó un comentario al Ministerio de Ciencia, pero de momento no obtuvo respuesta.

Contexto de otros observatorios en la región

Es crucial recordar que el Atacama alberga otros proyectos vitales. Las antenas de radio distribuidas sobre el terreno forman parte de uno de los proyectos astronómicos más grandes del mundo, el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), ubicado en Chajnator, también en el desierto del Atacama.

La disyuntiva entre el desarrollo energético y la preservación del patrimonio científico global expone las debilidades regulatorias que permiten que intereses privados pongan en jaque décadas de inversión pública y conocimiento universal. Si Chile, la autoproclamada capital de la astronomía mundial, cede ante la presión industrial, ¿qué mensaje envía al resto del planeta sobre el verdadero valor de la ciencia?

© Copyright 2025 – Caribe Peninsular. Todos los Derechos Reservados.

Compartir

Anuncio

Las noticias al momento