En una noche de furia legislativa, la Cámara de Diputados de Brasil aprobó un proyecto que busca la drástica reducción de pena Bolsonaro Brasil, sentenciado a 27 años por golpismo. El movimiento, ocurrido el 10 de diciembre de 2025 en medio de un caos parlamentario, desató una crisis sobre la inmunidad y el futuro democrático del país.
Una maniobra legislativa para liberar al ex presidente
La Cámara de Diputados de Brasil, de mayoría conservadora, aprobó la madrugada del miércoles 10 de diciembre de 2025, un proyecto de ley que tiene el potencial de reducir significativamente la condena del ex presidente ultraderechista Jair Bolsonaro, de 70 años. Bolsonaro había sido condenado a 27 años de cárcel por el Supremo Tribunal Federal (suprema corte) en septiembre, acusado de intento de golpe de Estado contra el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, tras su derrota en los comicios de 2022.
El ex mandatario fue encarcelado a finales de noviembre en dependencias policiales ubicadas en Brasilia.
El proyecto de ley, introducido de manera inesperada en el orden del día del martes, modifica el tiempo de reclusión para diversos delitos, incluyendo el de golpe de Estado. De ser también aprobado por el Senado, el impacto sería monumental.
Según Paulinho da Força, el parlamentario a cargo del proyecto, Bolsonaro podría ver su condena de 27 años reducida a «más o menos dos años y cuatro meses».
- La última palabra sobre el cálculo exacto de la pena recaería en el poder judicial.
- La aplicación de esta ley no solo beneficiaría a Bolsonaro, sino que daría libertad condicional a más de un centenar de bolsonaristas presos por la asonada del 8 de enero de 2023 contra las sedes de los poderes públicos en Brasilia.
Caos y forcejeos en la cámara baja
La sesión que culminó con la aprobación (291 votos a favor y 148 en contra) se describió como caótica y tensa. El legislador izquierdista Glauber Braga fue desalojado por la fuerza por varios policías legislativos tras intentar un boicot. Braga había ocupado la silla del presidente de la cámara y denunciado una «ofensiva golpista» a favor de Bolsonaro.
Los momentos de confusión fueron marcados por:
- La interrupción de la emisión oficial en directo de la sesión.
- La expulsión de periodistas presentes en el plenario, quienes fueron obligados a abandonar la sala.
- Escenas de empujones y forcejeos entre el personal y los presentes.
La Federación de Periodistas de Brasil emitió un comunicado donde «repudió vehementemente» el «episodio de violencia» dirigido contra algunos de sus profesionales.
Reconciliación versus «atentado contra la democracia»
Los defensores del proyecto argumentaron que la medida busca la estabilidad nacional. Paulinho da Força afirmó en el hemiciclo que «Es un gesto de reconciliación. Un país no puede ser eternamente prisionero de su pasado reciente.»
La aprobación fue celebrada por la oposición de derecha. El diputado opositor Sóstenes Cavalcante reconoció que si bien «No es la amnistía que gustaríamos, pero es el paso que podemos dar», y confirmó que Bolsonaro dio su «visto bueno» al proyecto de reducción de penas.
Sin embargo, el Partido de los Trabajadores de Lula, calificó la iniciativa como «inaceptable». El líder del oficialismo, el diputado Lindbergh Farias, declaró la medida como «una vergüenza, un atentado contra la democracia y un esfuerzo más de inmunidad».
El resurgimiento del proyecto y la injerencia internacional
Este polémico proyecto de ley había permanecido detenido durante varios meses en el Congreso. Su reactivación se produjo tras el anuncio de la precandidatura a la presidencia del senador Flávio Bolsonaro, hijo mayor del ex presidente ultraderechista, la semana anterior. Este contexto sugiere una profunda lucha de poder con miras a las presidenciales de 2026, comicios a los que Lula ha manifestado su intención de presentarse a un cuarto mandato.
A nivel internacional, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, intervino en el debate, acusando a Brasil de una «cacería de brujas» contra su amigo Jair Bolsonaro, sin presentar pruebas. Trump impuso aranceles a Brasil en represalia al proceso judicial.
Problemas de salud y secuelas del atentado
Paralelamente a la ofensiva legislativa, los abogados de Bolsonaro solicitaron este martes que su cliente fuera liberado de la cárcel para someterse a una cirugía «de inmediato» debido al deterioro de su estado de salud, reiterando la petición de que cumpla su pena en casa por motivos «humanitarios».
El ex mandatario requiere dos intervenciones quirúrgicas urgentes:
- Un «bloqueo anestésico del nervio frénico» para tratar un hipo recurrente.
- Una cirugía para reparar una hernia inguinal.
Ambas cirugías requieren anestesia general y una hospitalización de cinco a siete días. Es conocido que Bolsonaro sufre secuelas permanentes de la puñalada que recibió en el vientre durante un acto de campaña en las presidenciales de 2018.
La controversia en torno a la condena de Jair Bolsonaro parece lejos de terminar. Si el Senado refrenda la decisión de la Cámara de Diputados, se planteará un precedente legal de alcance global, sugiriendo que las consecuencias por intentar subvertir el orden constitucional en Brasil pueden ser mitigadas por una votación legislativa. ¿La búsqueda de la «reconciliación» justifica el riesgo de anular la justicia, o estamos presenciando el triunfo de la inmunidad política sobre la democracia brasileña?







