La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ha presentado una estrategia integral para capitalizar y financiar Petróleos Mexicanos (Pemex), prometiendo resolver los retos estructurales de la empresa y reducir su carga financiera en un 25 por ciento al cierre de esta administración. Esta iniciativa, anunciada el 5 de agosto de 2025 desde la Ciudad de México, busca estabilizar las finanzas de la petrolera y recuperar su grado de inversión, marcando un hito en el financiamiento Pemex 2025.
Hacia la estabilidad financiera de Pemex
Édgar Amador Zamora, secretario de Hacienda y Crédito Público, enfatizó que el objetivo primordial de esta estrategia es disminuir la concentración de la deuda de corto plazo de Pemex. «Queremos que Pemex siga creciendo sin hipotecar su futuro», declaró Amador Zamora durante la presentación de la Estrategia Integral de Capitalización y Financiamiento.
Para lograrlo, se contemplan:
- Apoyos directos: Vía líneas presupuestales en 2025 y 2026.
- Apoyos indirectos: A través de la emisión de deuda.
- Proyectos de financiamiento ASG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza): Con el fin de ampliar la base de inversionistas de Pemex a un menor costo.
El rol de Banobras y la banca de desarrollo
Como parte crucial de esta estrategia, Banobras jugará un papel central en la capitalización de la empresa. Jorge Mendoza Sánchez, director general de Banobras, detalló el lanzamiento de un vehículo financiero de 250 mil millones de pesos para 2025, en colaboración con la banca de desarrollo y privada.
Este fondo está diseñado para:
- Financiar proyectos de inversión: No solo de Pemex, sino también los mixtos, asegurando la continuidad de las inversiones.
- Pagar a proveedores y contratistas: Evitando la detención de operaciones esenciales.
Mendoza Sánchez subrayó que el monto de 250 mil millones de pesos es «suficiente para el programa de inversión de Pemex» y que al menos la mitad provendrá de la banca de inversión, con la otra mitad de la banca privada, buscando recursos adicionales en el mercado. Banobras actuará como la «ventanilla de pagos» para los proveedores, garantizando la rapidez y expedición de los mismos. Los proyectos seleccionados para este financiamiento han sido analizados individualmente, priorizando aquellos con alta rentabilidad que aseguran el retorno de la inversión.
La visión estratégica del sector energético
Luz Elena González Escobar, titular de la Secretaría de Energía (Sener), contextualizó la relevancia del plan al señalar que el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo está superando el esquema fragmentado y de baja rentabilidad que por más de 30 años dejó a Pemex con una deuda millonaria. «Con este plan resolvemos los problemas financieros estructurales de la empresa», afirmó González Escobar ante un auditorio de líderes del sector energético e inversionistas.
La secretaria de Energía destacó la «urgente necesidad de fortalecer la seguridad energética y combatir el reto ante el cambio climático global». Consideró «muy irresponsable que el Estado no asuma su papel de conducción y coordinación en uno de los pasajes más complejos del cambio energético en el planeta». El gobierno actual, precisó, ha asumido esta responsabilidad para:
- Construir un modelo energético propio: Que combine soberanía con competitividad.
- Garantizar justicia energética: Especialmente para los más vulnerables.
- Involucrar al sector privado: Para aprovechar recursos y desarrollar un sector eficiente y competitivo.
González Escobar remarcó que las «políticas irresponsables» del periodo neoliberal debilitaron el funcionamiento y el papel estratégico de Pemex. La actual administración, en contraste, ha tejido «paso a paso un ambicioso plan para reorientar el rumbo del sector en esta nueva etapa con objetivos precisos».
Transformación productiva y sostenibilidad
El plan, descrito como la «hoja de ruta que define la estrategia financiera y productiva para al menos la siguiente década», tiene como propósito central capitalizar a la empresa. La estrategia financiera abarca:
- Disminución de deuda.
- Acceso a nuevas fuentes de financiamiento.
- Optimización de operaciones financieras.
- Mejora del perfil de la empresa en un esquema de financiamiento sostenible.
Aunque Pemex requerirá el apoyo de Hacienda en 2025 y 2026 para sus requerimientos financieros, se proyecta un balance operativo positivo a partir de 2027, garantizando el cumplimiento de compromisos. La inversión privada es bienvenida, siempre y cuando se alinee con los intereses nacionales. Se está dejando atrás «un esquema fragmentado, de baja rentabilidad y respaldo tecnológico para dar paso a una empresa más integrada y más eficiente».
Los grandes objetivos de la transformación productiva de Pemex son:
- Garantizar una producción estable de carburantes líquidos de 1.8 millones de barriles diarios.
- Aumentar la producción de petrolíferos de alto valor (gasolinas, diésel, turbosina) para la autosuficiencia nacional.
- Relanzar la industria petroquímica nacional y el incremento de la producción de fertilizantes para apoyar la soberanía alimentaria.
- Rehabilitar la infraestructura logística y de seguridad para reducir costos y fortalecer el combate al comercio ilícito de combustibles.
- Impulsar el desarrollo de energías verdes para reducir emisiones contaminantes y garantizar la justicia social con proyectos que integren a las comunidades locales.
«El sector energético mexicano es absolutamente estratégico y tenemos muy claras sus prioridades y propósitos. Por ello, la relación entre el Estado y la iniciativa privada jamás será de competencia, sino complementaria y de apoyo», enfatizó la secretaria. El plan presentado es «viable y sólido, estructurado con fundamentos técnicos y con respaldo político», y representa una «convocatoria para caminar juntos» en una nueva etapa del sector energético mexicano. «La soberanía energética está en el centro del segundo piso de la cuarta transformación», concluyó.
Pemex: De petrolera a empresa de energía
Víctor Rodríguez Padilla, director general de Pemex, añadió una perspectiva de futuro al comentar que la petrolera debe convertirse en una empresa de energía. «La única manera de abordar la transición es a través de las fuentes de energía renovables, las fuentes alternativas», señaló. Con el tiempo, Pemex «poco a poco va a dejar de basarse en negocios en hidrocarburos y cada vez más en las fuentes renovables de energía».
Rodríguez Padilla explicó que la estrategia, trabajada durante los últimos 7 meses, busca elevar los ingresos, reducir costos y conseguir la solidez financiera. Aunque los recursos petrolíferos son finitos, el plan también contempla la exploración y explotación de nuevos yacimientos. «La exploración es muy importante. Si no exploramos, la cadena no funciona», afirmó.
El director destacó la necesidad de consolidar la plataforma de producción de petróleo crudo y condensado para alimentar las refinerías locales, recordando que Pemex se dedicó a la exportación durante el «boom petrolero» de los años 80. «El negocio de refinación y venta de gasolinas es nuestro mercado, ese es nuestro futuro», sentenció.
Además, se reactivarán campos de producción con potencial significativo mediante contratos mixtos, aprovechando el nuevo marco jurídico de la reforma constitucional en materia energética. Se continúa el desarrollo en Trión con Woodside y Zama con Talos México, donde participa Carso de Carlos Slim. Finalmente, se busca incrementar la producción de gas natural, considerado el energético de transición, para reducir las importaciones de Estados Unidos. El futuro energético de México está en marcha.