Tras un exitoso recorrido por festivales y cines independientes, la obra más ambiciosa de Guillermo del Toro ha llegado a las pantallas globales. Frankenstein, la reinterpretación gótica y profundamente personal del clásico de Mary Shelley, se consolida como uno de los pilares de Netflix para la próxima temporada de premios, arrasando en la plataforma.
El reencuentro de Guillermo del Toro con el género gótico
Netflix ha invertido considerablemente en producciones de alto nivel, y la llegada de Frankenstein es un testimonio de esta estrategia, sorprendiendo con uno de los estrenos más esperados. La película, una adaptación de la novela de Mary Shelley, se diferencia de otras versiones al profundizar en el horror existencial, la angustia y el amor.
El director mexicano declaró que esta ha sido la película que «siempre quiso realizar». Levanta el escenario en la gótica era victoriana, marcada por la coexistencia de la belleza y el declive, un entorno alejado del siglo de la Revolución Industrial en el que Mary Shelley concibió a su Moderno Prometeo.
Esta versión, a pesar de las libertades narrativas, es fiel a la esencia de la obra literaria. Del Toro se consolida como el exponente más importante del género gótico en el cine contemporáneo, ofreciendo una historia de búsqueda, soledad y pasión atormentada por la creación, la vida y la muerte.
Una visión estructurada: Preludio y la voz de los involucrados
El relato está estructurado cronológicamente y dividido por las visiones principales de sus involucrados. Esto brinda un hilo sencillo de seguir, manteniendo al mismo tiempo la incertidumbre sobre lo que el público cree saber acerca de la criatura, el creador o la vida.
Al inicio, se presenta un preludio: un vistazo externo a la historia desde la visión de testigos, como el Capitán Anderson y su tripulación, varados en el hielo durante una misión al Polo Norte. Ellos presencian el clímax de una relación fatídica sin conocer los detalles del dolor que enlaza a Víctor Frankenstein y su Criatura, seres cuya humanidad y monstruosidad esconden locura, compasión y soledad.
A partir de ahí, la narrativa sigue una línea similar a la novela de Mary Shelley, presentando las dos versiones esenciales:
- La obsesión de Víctor Frankenstein por crear vida.
- El atormentado viaje por la tierra de la Criatura que no pidió existir.
El conflicto personal: Un arco de redención para Víctor Frankenstein
En Frankenstein, se intuye que Mary Shelley se inspiró en su propia vida —la muerte de su madre y el rechazo de su padre. Guillermo del Toro ha buscado contar esa misma historia.
«No hablaré de un monstruo y un creador, sino de mí y mi padre, y de mí y mis hijos», afirmó el director, revelando el enfoque que da un giro profundo a la narrativa original.
A diferencia del libro, la Criatura de la película es un ser inocente desde el primer instante, descrito como «básicamente un niño de dos metros». No es la Criatura quien comete crímenes, sino su creador.
Víctor Frankenstein es el verdadero «monstruo». Es un hombre que, de niño, sufrió abusos de su padre (frío y maltratador), patrones que repite:
- Encadena e intimida a la Criatura.
- La golpea e insulta.
- Incluso trata de prenderle fuego.
El doctor abandona a su creación no por puro terror, como se entendía en la novela, sino porque siente asco, considerándola un fracaso al «no mostrar signos de inteligencia».
El desenlace de la cinta, tremendamente emotivo, se centra en el arco de redención de Víctor. Cuando se encuentran en el barco, con Víctor Frankenstein al borde de la muerte, Del Toro plantea una duda definitiva que no sanó la novela: ¿Puede el doctor redimirse de sus fracasos como padre?
La visión del director es optimista. Víctor Frankenstein le pide perdón a su Criatura y esta le perdona. Con este gesto, las almas de Víctor y la Criatura encuentran la paz, cerrando la herida abierta de la relación padre-hijo.
Reparto y detalles de producción: El camino hacia el Óscar
Guillermo del Toro es, como su película expone, un Víctor Frankenstein del cine: un hombre de visiones peculiares que enfrenta la muerte y la transforma en objeto de estudio. No lleva un bisturí, sino una curiosidad desmedida por los caminos oscuros.
La crítica ya ha posicionado a esta producción como uno de los pilares de la próxima temporada de premios, señalando que el director mexicano podría ir por su cuarto Premio Óscar. La película, brillantemente dolorosa y tiernamente monstruosa, asusta, conmueve y transforma, rescatando la verdadera esencia de la novela: «Nunca pedí estar aquí y ahora me condenas a esta vida de dolor», agonía descrita en El Paraíso Perdido de John Milton.
Actuaciones que redefinen a los personajes
El reparto realiza un trabajo brillante, adaptándose y resaltando las vueltas que Del Toro agregó a cada personaje:
- Oscar Isaac como Víctor Frankenstein: Encarna una tormenta de cinismo, conocimiento y ambición. Su brutalidad dista de la ingenuidad académica del original. La actuación deja huella con su «magnífica locura, dolor y, sorpresivamente, también ternura».
- Mia Goth como Elizabeth Lavenza: A pesar de los cambios, su personaje aún irradia una ternura inmensa, un asombro puro por la vida y una tristeza anhelante de conexión.
- Jacob Elordi como La Criatura: Se lleva el mayor mérito actoral. Elordi evoca la torpeza e ingenuidad de un niño larguirucho que aprende a caminar y a tener conciencia de su cuerpo. Su lenguaje, inicialmente limitado, se aferra a su creador. Su cambio de inocencia, maravilla y curiosidad al miedo, rabia y soledad es impresionante, incluso con el maquillaje que lo vuelve irreconocible.
Producción artesanal y el equipo detrás de Del Toro
Según la agencia The Associated Press, Del Toro concibió Frankenstein como “una película hecha a mano de escala épica”, apostando por un enfoque artesanal que rescata el espíritu del cine clásico.
La producción de 149 minutos, clasificada como R (por violencia sangrienta e imágenes intensas, según la Motion Picture Association of America), reunió a su equipo creativo habitual:
- Tamara Deverell, en diseño de producción.
- Kate Hawley, en diseño de vestuario.
- Dan Laustsen, en dirección de fotografía.
- Alexandre Desplat, en música original.
El elenco principal, según datos de Netflix Media Center, también incluye a Felix Kammerer como William Frankenstein, Lars Mikkelsen como Capitán Anderson, David Bradley como Hombre ciego, Charles Dance como Leopold Frankenstein, Christoph Waltz como Harkinson y Christian Convery como Víctor niño.
Estreno global y la consolidación con Netflix
La película tuvo su estreno mundial en el Festival Internacional de Cine de Venecia, donde fue elogiada y recibió ovaciones de pie de hasta veinte minutos. Tras un exitoso paso por las pantallas de cines independientes, con salas repletas y boletos agotados, la colaboración entre Guillermo del Toro y Netflix se consolida.
Este lanzamiento busca replicar el impacto internacional alcanzado con Pinocho (2022), ganadora del Óscar a Mejor Película Animada. Antes de su debut en streaming, Del Toro presentó la cinta en una gala especial organizada por Netflix México en la capital, acompañado por Oscar Isaac y Jacob Elordi.
Frankenstein estuvo disponible exclusivamente en Netflix a partir del viernes 7 de noviembre de 2025, estrenándose de forma global y simultánea a las 2:00 a.m. (hora del Centro de México).
Con esta producción, el director tapatío reafirma su lugar como uno de los cineastas más influyentes, ofreciendo una versión moderna de un clásico que combina técnica artesanal, profundidad narrativa y emoción cinematográfica. La dualidad es parte de la existencia, y a través de su filme, aprendemos sobre la búsqueda de anhelos sin rechazar nuestros temores.
La pregunta importante no es cuántos premios ganará Guillermo del Toro, sino qué es lo que el público decide tomar de esta fascinante entrega filmográfica que, como la novela cuna de la ciencia ficción, está diseñada para provocar una tormenta de emociones.










