El nuevo documental The End of an Era desmantela la fachada de invencibilidad de Taylor Swift, revelando la profunda vulnerabilidad personal que enfrentó durante la gira más exitosa de la historia. Las cámaras captan a la superestrella lidiando con tragedias globales mientras gestionaba el fenómeno del Eras Tour.
La dualidad de la estrella: tragedia y euforia en el Eras Tour
El documental de seis episodios, El fin de una era, estrenado el viernes en Disney+, impacta desde sus primeros minutos al mostrar a Taylor Swift visiblemente conmovida y llorando, justo antes de subir a un abarrotado estadio de Wembley. Ataviada con uno de sus icónicos trajes brillantes, la artista se sienta en un pequeño sofá. Su madre, Andrea Swift, se acerca con un pañuelo y palabras de consuelo: “Sé que los ayudaste. Sé que no lo parece, pero sé que los ayudaste”.
Este momento de profunda introspección ocurrió inmediatamente después de que Swift se reuniera en privado con sobrevivientes y familiares de víctimas de una tragedia atroz.
El peso de Southport y la amenaza en Viena
Semanas antes, un joven de 17 años irrumpió con un cuchillo en una clase de baile temática de Taylor Swift en Southport, Inglaterra, asesinando a tres niñas pequeñas. Días después de este ataque, la cantante se vio obligada a cancelar conciertos en Viena debido al arresto de hombres acusados de planear un atentado terrorista en el lugar del concierto.
El documental marca la primera vez que Taylor Swift aborda públicamente la tragedia de Southport y los eventos de Viena, a pesar de haber emitido comunicados escritos donde afirmaba que la seguridad de los fans era su prioridad.
Swift reflexiona sobre la presión mental que conlleva su trabajo:
- “Desde el punto de vista mental, simplemente vivo en una realidad que es muy irreal la mayor parte del tiempo”, confiesa en off.
- “Pero mi trabajo consiste en poder manejar todos estos sentimientos y luego animarme de inmediato para actuar. Así es como tiene que ser”.
A pesar de la devastación interna, la artista aparece segundos después en el escenario, sonriendo ante decenas de miles de fans eufóricos.
El aislamiento y la sensación de ser “cazada”
La docuserie subraya cómo el estatus de celebridad somete a Swift a un aislamiento difícil de comprender. Antes de reunirse con las familias de Southport, las cámaras la muestran luchando contra los nervios junto a su amigo de toda la vida, Ed Sheeran, a quien invitó para sorprender al público con un dueto esa noche.
Afectada por la cancelación en Viena, y con un descanso de dos meses por delante tras sus presentaciones en Londres, la artista confiesa su agotamiento: “Voy a ir a algún lugar donde nadie pueda encontrarme. No quiero que me rastreen como a un animal. Últimamente me he sentido muy cazada”.
Sheeran le recordó la complejidad de su situación: “Siento que la gente ha olvidado que también eres un ser humano en medio de todo esto”. Swift coincide: “Cien por ciento”. La artista solo pudo relajarse totalmente después del concierto, cuando su mánager de gira, Robert Allen, le aseguró que “no pasó nada malo” mientras estaba en el escenario.
Números de récord y el origen del fenómeno
El Eras Tour 2023-24 no solo fue un éxito, sino la gira de conciertos más exitosa de la historia, con un recorrido de dos años y 149 espectáculos alrededor del mundo, recaudando más de $2 mil millones de dólares e impulsando las economías locales en cada ciudad visitada.
Taylor Swift y su equipo aún intentan explicar qué hizo del Eras Tour un fenómeno sin precedentes. La artista explica que la idea surgió de dos experiencias significativas y “desagradables”:
- Venta de grabaciones: La controvertida venta de sus grabaciones originales al ejecutivo musical Scooter Braun (cuyo nombre evita pronunciar), lo que la llevó a regrabar sus seis primeros álbumes y sembró la idea de celebrar su trabajo pasado. Ella describe este proceso como si estuviera «leyendo mis viejos diarios, pensando en todas las chicas diferentes que fui hasta convertirme en esta”.
- La pandemia: La cancelación de sus conciertos planeados para 2020 generó una demanda contenida por experiencias en vivo.
Aunque la artista se sorprendió por el nivel de interés, el caos en la venta de entradas, reflejado en breves fragmentos de noticieros, impulsó una investigación del Congreso de Estados Unidos sobre la industria de venta de tickets, aunque esto no se menciona en la docuserie.
La teoría de la “vida que contiene multitudes”
Amos Heller, el bajista de Swift desde 2007, sugiere una razón más profunda: “Es solo un espectáculo, es solo música, pero aquí está ocurriendo algo más profundo”. Swift atribuye el éxito a su discografía diversa, capaz de abarcar desde canciones pop alegres hasta baladas de desesperación emocional. “La vida contiene multitudes, y estamos explorando todos los extremos dramáticos de esas cosas; eso es lo que podría estar desbloqueando sentimientos de alegría, sentimientos de euforia”, explica.
La docuserie también aborda las decisiones clave sobre su legado y, según lo expuesto, revela el destino de la fortuna generada por el Eras Tour y su canción favorita.
La inmensidad de la producción y la recompensa
Los dos primeros episodios ofrecen destellos de la complejidad logística y humana al armar un gran espectáculo en un estadio. Se muestran los bocetos iniciales del escenario, notas adhesivas con el repertorio completo y los diseños de vestuario.
La preparación física fue intensa:
- Swift inició su entrenamiento físico unos seis meses antes de que comenzaran los ensayos.
- Su banda y bailarines dedicaron semanas a aprender la música y la coreografía.
- Posteriormente, todos tuvieron que aprender un nuevo repertorio tras el lanzamiento del álbum The Tortured Poets Department.
- También se añadió la coreografía para una actuación especial junto a Florence Welch en Londres para cantar “Florida!!!”.
En un momento, la magnitud del trabajo se ejemplifica cuando un empleado comenta que algunos técnicos de audio se tatuaron símbolos en honor a la gira, incluyendo la imagen de La Parca, porque los espectáculos “casi los matan”, según bromea Andrea Swift.
Las bonificaciones generosas y el agradecimiento
La docuserie confirma los rumores sobre las millonarias bonificaciones a su personal, incluidos $100 mil dólares a cada conductor de camión. Se muestra a Swift escribiendo notas de agradecimiento personalizadas, selladas con cera.
Durante un agradecimiento a sus bailarines de apoyo, Kameron Saunders, un favorito de los fans, lee un poema incluido en los sobres: “Viajamos por el mundo como nos propusimos. Deslumbramos al público, pero también extrañamos a la familia. Mi gratitud total no viene de un banco. Pero aquí tienes [cantidad censurada] solo para decir gracias. Con amor, Taylor”. Los jadeos de asombro y las lágrimas de los bailarines sugieren que la suma era considerable.
Travis Kelce, el “primer fan”, y las preguntas pendientes
La relación entre Taylor Swift y su prometido, la estrella de fútbol americano Travis Kelce, también tiene un espacio en la docuserie. Kelce, quien ya la había elogiado como “la mejor compositora del mundo” en su pódcast en agosto, aparece en una escena llamándola mientras ella se dirige a Wembley.
Él expresa asombro de que Swift y Ed Sheeran pudieran ensayar rápidamente un popurrí antes de interpretarlo ante decenas de miles de personas. Swift compara la hazaña con su deporte: “No sé. ¿Cómo recuerdas 36.000 jugadas que son misiones tácticas completas y luego simplemente las haces? Es lo mismo”, responde.
Aunque las Swifties tenían grandes esperanzas de que la serie respondiera preguntas candentes —como la razón de no incluir su álbum debut como una de sus “eras” o por qué solo hubo una canción de Speak Now—, la docuserie parece centrarse más en la logística de la segunda mitad de la gira. No obstante, ofrece un vistazo al interior del falso carrito de limpieza en el que Taylor Swift era transportada al escenario cada noche.
El metraje confirma que incluso en el pináculo del éxito global y la recaudación histórica, la vulnerabilidad y la búsqueda de normalidad persisten. El Eras Tour, visto a través de El fin de una era, no solo fue un hito musical, sino el escenario donde Taylor Swift se vio obligada a equilibrar el horror de la realidad con la exigencia de la euforia masiva. ¿Puede una superestrella mantener su humanidad cuando el mundo la persigue «como a un animal»?











