Cuando se analiza el fútbol profesional en Colombia, la clave es entender el complejo «sistema». No se limita a una simple Primera División con ascensos y descensos lineales, sino que es un ecosistema rigurosamente regulado por la Dimayor y supervisado por la Federación Colombiana de Fútbol (FCF). Este formato produce múltiples campeones al año y utiliza mecanismos de clasificación únicos en la estructura ligas colombianas.
La Dimayor y la FCF: los pilares institucionales
La Federación Colombiana de Fútbol (FCF) se establece como el referente institucional de todo el movimiento futbolístico nacional. Sin embargo, la gestión de los principales campeonatos profesionales de clubes recae directamente en la División Mayor del Fútbol Profesional Colombiano (Dimayor).
El sistema colombiano, organizado por la Dimayor, regula diversos torneos que, al desarrollarse a menudo por semestres, influyen no solo en la obtención del título, sino también en los descensos y en el acceso a las competiciones continentales.
Categoría Primera A: la élite de dos actos
La Primera A (denominada Liga BetPlay Dimayor) constituye la máxima división masculina del fútbol colombiano. Su estructura está diseñada como una temporada «en dos actos»:
- Apertura: Se disputa durante el primer semestre del año.
- Finalización: Se lleva a cabo en el segundo semestre.
Este modelo permite disputar dos competiciones completas dentro del mismo año deportivo. Ambas fases otorgan un campeón e incluyen un fuerte énfasis en las fases finales, las cuales se definen típicamente a través de grupos o eliminatorias directas, después de una primera fase de todos contra todos.
Los dos mecanismos clave: reclasificación y promedio
Junto a la lucha por el título, la Liga Primera A es el eje de dos mecanismos esenciales que definen el destino de los clubes:
- Reclasificación: Es una tabla acumulada que suma los puntos obtenidos a lo largo de varios torneos. Su principal función es incidir directamente en la asignación de cupos internacionales para los clubes.
- Tabla del descenso: Está basada en el “promedio” de puntos obtenidos por el club a lo largo de varias temporadas o torneos.
Esta lógica genera una paradoja constante: un equipo puede firmar un semestre brillante y, simultáneamente, seguir comprometido en la pelea por la permanencia si su promedio histórico de rendimiento es bajo.
La alta fragmentación del torneo en fases y subfases obliga a que los análisis previos a cada partido se apoyen en indicadores sintéticos, como la forma reciente, la profundidad de la plantilla o el rendimiento como local y visitante.
Categoría Primera B: la segunda división y el debate por el ascenso
La Primera B (Torneo BetPlay Dimayor) es la segunda categoría profesional. Su función estratégica radica en ser la puerta de entrada, o de regreso, a la máxima división para clubes históricos y proyectos emergentes.
A diferencia de la Primera A, la Primera B tiende a estructurarse con una lógica más anual al definir ascensos y jerarquías, si bien también se articula en fases y finales semestrales. El elemento central es que:
- El ascenso se determina combinando los resultados de los dos segmentos de la temporada.
- Se consideran las clasificaciones acumuladas a lo largo del tiempo.
Esto implica que la campaña de la B no se decide únicamente por el ganador de la final, sino también por quién sostiene el rendimiento durante todo el año. En los últimos años, el debate mediático se ha centrado en la forma de asignar los dos cupos de promoción, lo que a menudo implica cruces entre los campeones de semestre y las posiciones en la reclasificación.
Liga Femenina BetPlay Dimayor: el profesionalismo en crecimiento
El fútbol femenino colombiano cuenta con una competición de referencia, la Liga Femenina BetPlay Dimayor, organizada también por la Dimayor. Esta liga ha buscado una mayor estabilidad estructural en años recientes, mediante el aumento del número de partidos y la duración total del torneo.
El formato habitual garantiza una “temporada regular” extensa para premiar la constancia, incluyendo una jornada especial de clásicos. Seguido de la fase todos contra todos, el torneo procede con:
- Fase de grupos entre los mejores equipos (cuadrangulares).
- Semifinales.
- Finales a ida y vuelta.
En términos de impacto, la Liga Femenina es fundamental como vitrina para el desarrollo del talento local y para la proyección internacional, ya que sus resultados influyen en la presencia de equipos colombianos en los torneos continentales femeninos.
Primera C: la línea que divide al profesionalismo
Al intentar mapear las divisiones del fútbol colombiano, es común encontrar la llamada Primera C. Sin embargo, es necesaria una aclaración: esta no es una categoría profesional gestionada por la Dimayor.
La Primera C es un torneo de carácter aficionado o semiprofesional, con objetivos distintos a los del fútbol de élite. Funciona principalmente como una plataforma competitiva y formativa para clubes y jugadores, con un fuerte componente territorial y de base. Por lo tanto, no es equiparable a una «tercera división profesional» como se ve en otros países.
Cuando se habla estrictamente de ligas profesionales, el núcleo del sistema colombiano sigue estando en la estructura administrada por la Dimayor: la Primera A, la Primera B y la Liga Femenina.
El sistema de ligas profesionales en Colombia es, en esencia, un mecanismo que exige constancia histórica (por el promedio), rendimiento semestral (por el título) y acumulación de puntos (por los cupos continentales), creando una tensión competitiva perpetua que va más allá de un simple ascenso o descenso directo. Esta complejidad, con sus subfases y criterios diversos, mantiene la exigencia deportiva en todos los niveles administrados por la Dimayor.
