Rafael Caro Quintero, una figura central en la historia del narcotráfico, compareció recientemente en su cuarta audiencia de procedimiento ante el juez federal Frederic Block en Nueva York. Esta cita judicial subraya la persistencia de las autoridades estadounidenses en un caso que se extiende por décadas, enfocado en vengar el asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena en 1985.
La cuarta audiencia del capo
Durante la sesión, el juez Block evaluó una petición de Rafael Caro Quintero para modificar las condiciones de su encarcelamiento, mientras fiscales y abogados de defensa avanzan en la preparación de un eventual juicio. Los fiscales informaron al tribunal que continúan compartiendo pruebas y otra evidencia crucial en el caso, señalando que el proceso avanza hacia la fase de juicio, sin indicar la existencia de negociaciones paralelas. Entre las pruebas mencionadas, se incluyen grabaciones del interrogatorio y tortura del agente estadunidense Enrique “Kiki” Camarena, asesinado en Guadalajara en febrero de 1985. El acusado, vestido con un uniforme de reo color café claro, siguió el procedimiento con atención y sin manifestar reacción alguna. Su sobrino, Ismael Quintero Arellano, también está implicado en esta misma causa.
La venganza de la DEA y el contexto histórico
El caso contra Caro Quintero se enfoca, casi exclusivamente, en el asesinato del agente de la DEA en 1985, un punto que los fiscales han recalcado consistentemente. La presencia de oficiales de la DEA en cada audiencia refuerza esta perspectiva, dejando claro que el proceso tiene menos que ver con un golpe al narcotráfico actual y más con una deuda histórica. Este enfoque resalta la profundidad del compromiso de las autoridades estadounidenses con la resolución de este emblemático crimen.
Antecedentes y paralelismos de alto perfil
Caro Quintero fue presentado por primera vez ante este tribunal el 28 de febrero, un día después de que él y otros 28 mexicanos fueran entregados por el gobierno mexicano a las autoridades estadunidenses. Documentos y comunicados oficiales de Estados Unidos describieron este proceso como una «expulsión», y no una «extradición», de México. Este caso se ventila en el mismo tribunal federal que ha juzgado a figuras como Joaquín El Chapo Guzmán y Genaro García Luna, y donde Ismael El Mayo Zambada se encuentra a la espera de un posible juicio. Por ahora, Caro Quintero permanecerá recluido en el mismo centro de detención de Brooklyn donde se encuentran El Mayo y varios reos estadounidenses de alto perfil.
El futuro incierto
Rafael Caro Quintero enfrenta múltiples cargos criminales. De ser declarado culpable, podría ser condenado a cadena perpetua, lo que cerraría un capítulo de una de las persecuciones judiciales más prolongadas de las últimas décadas. La próxima audiencia de procedimiento ha sido programada para el 16 de octubre, fecha que marcará un nuevo hito en este complejo expediente legal.