El viaje apostólico de León XIV a Turquía y el Líbano, que conmemoró el 1700 aniversario del Concilio de Nicea, no solo estuvo marcado por llamados a la unidad cristiana, sino por una señal de contundencia. El Papa León XIV, durante su visita, mostró un gesto que la prensa catalogó como «rebelde», marcando diferencias explícitas con el pontificado de Francisco.
La misa en Estambul: llamados a la unidad y la esperanza
El sábado 29 de noviembre, el Santo Padre celebró la Eucaristía con miembros de la comunidad católica en el Estadio Volkswagen Arena de Estambul, Turquía, en el marco de su primer Viaje Apostólico a Turquía y el Líbano. En su homilía, el Pontífice destacó la unidad en tres niveles fundamentales: “dentro de la comunidad, en las relaciones ecuménicas con los miembros de otras confesiones cristianas y en el encuentro con los hermanos y hermanas que pertenecen a otras religiones”.
El mensaje central, según reportó Renato Martinez desde Ciudad del Vaticano, fue un claro llamado a la acción:
> “Queremos caminar juntos, valorando lo que nos une, derribando los muros del prejuicio y la desconfianza, favoreciendo el conocimiento y la estima mutua, para dar a todos un fuerte mensaje de esperanza y una invitación a convertirse en ‘artífices de la paz’.”
La Santa Misa se celebró en la víspera del día en que la Iglesia recuerda a san Andrés, apóstol y patrono de esa tierra, coincidiendo también con el inicio del Adviento. Este tiempo, señaló el Papa, ayuda a prepararse para rememorar el misterio de Jesús, Hijo de Dios, «engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre», según declararon solemnemente hace 1700 años los Padres reunidos en el Concilio de Nicea.
El simbolismo de la luz y el monte de sión
A partir de la profecía de Isaías, el Obispo de Roma invitó a meditar sobre el ser Iglesia. La primera imagen propuesta fue la del “monte elevado sobre la cima de los montes” (cf. Is 2,2). El Papa explicó que los frutos de la acción de Dios son para todos, y que “la alegría del bien es contagiosa.”
Citando ejemplos de santidad que demuestran esta alegría contagiosa:
- San Pedro conoció a Jesús gracias al entusiasmo de su hermano Andrés.
- Andrés fue llevado al Señor por el celo de Juan el Bautista.
- San Agustín llegó a Cristo gracias a la ardiente predicación de san Ambrosio.
León XIV exhortó a los fieles a vigilar sobre sí mismos (cf. Mt 24,42), cultivar la fe con la oración y los sacramentos, y vivirlas coherentemente en la caridad. Hizo énfasis en desechar las obras de las tinieblas y vestirse “con la armadura de la luz (cf. Rm 13,12)”.
Diferencias marcadas: el gesto de león xiv en la mezquita azul
Mientras el mensaje oficial desde el Estadio Volkswagen Arena (donde el Papa incensó la imagen de la Virgen María) se centraba en la concordia, el viaje apostólico León XIV Turquía también generó atención mediática por un ángulo distinto.
Según la prensa internacional, el Pontífice tomó una postura confrontativa durante su visita a la Mezquita Azul:
> «Con un gesto rebelde, León XIV marca diferencias con Francisco en su visita a la Mezquita Azul.»
Este enfoque crítico introduce un elemento de polarización en un viaje enfocado oficialmente en el diálogo interreligioso y ecuménico.
El puente del bósforo y los tres niveles de unidad
La segunda imagen propuesta por el Santo Padre en su homilía fue la de un mundo en el que reina la paz. Para contribuir a esta necesidad de paz, el Papa recordó el “logotipo” del viaje, que representa un puente. Esto evoca el famoso gran viaducto que, cruzando el Estrecho del Bósforo en Estambul, une Asia y Europa.
Partiendo de la existencia de tres pasos de unión sobre el Bósforo, el Pontífice precisó la importancia de la unidad en tres niveles:
- Dentro de la comunidad: La Iglesia en esta región incluye cuatro tradiciones litúrgicas diferentes —la latina, la armenia, la caldea y la siríaca—, todas ellas ricas en espiritualidad e historia. El objetivo es fortalecer los lazos para ser un signo creíble del amor universal.
- Vínculo ecuménico: La comunión con otras confesiones cristianas, celebrada por la participación de Representantes que el Papa saludó con aprecio. Se renovó el compromiso de «que todos sean uno» (Jn 17,21), «ut unum sint», recordando las palabras del Papa Juan en la apertura del Concilio Ecuménico Vaticano II (11 octubre 1962).
- Vínculo interreligioso: La unión con miembros de comunidades no cristianas. León XIV insistió en que la religión no debe ser utilizada para justificar guerras y atrocidades, reafirmando el compromiso de derribar los muros de la desconfianza para ser “artífices de la paz”.
La sombra de la tensión regional
Irónicamente, la visita y el llamado a la unidad del Papa contrastaron con otras tensiones que acaparon los titulares regionales.
Mientras el líder católico promovía el entendimiento mutuo, otro reporte de prensa destacaba un conflicto latente: “Sacar a la fuerza”. Amenazas, militares y éxodo: un conflicto inesperado eleva la tensión en la frontera entre dos países de la región.
El Papa León XIV invitó a hacer de estos valores —el amor a Dios y a los hermanos— propósitos para el tiempo de Adviento y para la vida comunitaria. Su deseo final fue que los pasos se muevan “como sobre un puente que une la tierra con el cielo”. La pregunta es si la diplomacia vaticana puede sostener este mensaje de unidad mientras el propio Pontífice envía señales de ruptura con las prácticas de su predecesor, en un intento por recalibrar la influencia de la Santa Sede en el complejo panorama geopolítico de Oriente Medio.
