En una votación relámpago, el Senado de la República aprobó la nueva reforma arancelaria México 2025, un cambio de gran calado para la economía nacional. La iniciativa, que busca proteger la industria ante la competencia desleal, fue avalada en apenas cinco horas, desatando una severa crítica sobre la «dignidad parlamentaria» y los riesgos de un nuevo proteccionismo.
La urgencia legislativa que acusa el senado
El Senado de la República avaló la minuta que aumenta las tarifas arancelarias para los países con los que México no tiene acuerdos comerciales durante su sesión ordinaria del miércoles 10 de diciembre de 2025. El documento fue recibido y aprobado en fast-track, enviándose al Ejecutivo para su promulgación apenas cinco horas después.
La celeridad del proceso provocó fuertes críticas de la oposición, ya que el dictamen se llevó directamente al pleno senatorial sin pasar por comisiones, al considerarse de urgente resolución.
Los resultados de la votación reflejaron la división política:
- 76 votos a favor: Morena y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
- 5 votos en contra: Movimiento Ciudadano.
- 35 abstenciones: Partido Acción Nacional (PAN), Partido Revolucionario Institucional (PRI) y, sorpresivamente, el Partido del Trabajo (PT).
Falta de análisis y dignidad parlamentaria
El ex gobernador de Guanajuato, Miguel Márquez Márquez, argumentó el voto en abstención del PAN. Si bien coincidió con el planteamiento central de la iniciativa presidencial—proteger la industria nacional, el empleo y evitar la competencia desleal, además de consolidar el mercado interno y estimular los 17 sectores estratégicos—, su principal objeción se centró en la forma.
El senador panista criticó que en el Senado no se realizara un análisis profundo del documento, contrastando con lo ocurrido en la Cámara de Diputados, donde sí se escuchó a los sectores productivos. Al denunciar que el Senado funge como «Oficialía de Partes», dispensando trámites y abandonando su encomienda de legislar, Márquez Márquez sentenció: “Es un tema de dignidad parlamentaria”.
El alcance del plan México y los 17 sectores estratégicos
La minuta reformó la Ley de Impuestos General de Importación y de Exportación, contemplando modificaciones en mil 463 fracciones arancelarias de 17 sectores considerados estratégicos para la economía nacional.
Entre los sectores afectados por el incremento arancelario se encuentran:
- Autopartes.
- Textil.
- Plásticos.
- Siderúrgico.
- Vestido.
- Electrodomésticos.
- Calzado.
Por parte de Morena, el legislador Emanuel Reyes defendió la reforma subrayando que esta se enmarca dentro del «Plan México». Según Reyes, el objetivo es proteger el empleo, permitir al país competir en mejores términos, corregir distorsiones comerciales y combatir prácticas desleales, así como reducir la alta dependencia nacional de importaciones.
Advertencias sobre el riesgo de un proteccionismo al vapor
Los senadores que optaron por la abstención o el voto en contra advirtieron sobre los posibles efectos negativos de legislar «al vapor» y sin una estrategia industrial sólida.
El ex gobernador priísta de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís, criticó la falta de tiempo para revisar el contenido que envía la cámara colegisladora. Aunque reconoció la necesidad de apoyar a las pequeñas y medianas empresas y cuidar los sectores nacionales, advirtió que proteger no es lo mismo que «encerrarse».
Riquelme Solís fue contundente en su análisis de riesgos: “Si subimos muros sin una estrategia industria sólida, no solo frenamos lo que importamos, también apagamos lo que podemos producir, vender y genera en empleos. No podemos darnos el lujo de volver a un proteccionismo” que, históricamente, ha dejado escasez y rezago tecnológico.
Miguel Márquez Márquez reforzó este argumento, señalando que los aranceles por sí solos no garantizan el fortalecimiento industrial, sino que se requiere de manera adicional:
- Financiamiento suficiente.
- Innovación.
- Seguridad jurídica.
- Seguridad y paz social.
Adicionalmente, se advirtió que el encarecimiento de los insumos necesarios para la producción nacional podría incrementar los costos de la industria, generando una eventual escalada de precios en bienes de consumo, específicamente en el sector de los electrónicos.
El Senado, al avalar reformas a mil 463 fracciones arancelarias de 17 sectores estratégicos sin dictamen en comisiones, ignoró las críticas de que se legisló «al vapor» y el riesgo de que el alza arancelaria encarezca los insumos para la industria local.
El debate por la reforma arancelaria en México de 2025 expuso el conflicto inherente entre la necesidad de proteger la industria nacional y el riesgo de impulsar medidas proteccionistas sin un análisis detallado de sus consecuencias inflacionarias y de eficiencia productiva. La velocidad con la que el Senado procesó una ley de tal magnitud económica plantea serias dudas sobre la calidad del proceso legislativo y si las preocupaciones sobre la dependencia y el costo de vida se han sopesado adecuadamente frente al objetivo de la protección sectorial. ¿La urgencia por legislar garantizará la prosperidad o solo el encarecimiento de los bienes que consumen los mexicanos?







