El espectáculo político del sorteo del Mundial 2026: Trump, Sheinbaum y Carney

El sorteo del Mundial 2026 se transformó en una plataforma política y comercial para Donald Trump, marcando el primer encuentro presencial de Sheinbaum y Carney. Trump sorteo mundial 2026.
El espectáculo político del sorteo del Mundial 2026: Trump, Sheinbaum y Carney

Lo que debía ser un simple sorteo deportivo para la Copa Mundial de Fútbol 2026, se convirtió en un evento político y comercial en Washington. El anfitrión, el presidente Donald Trump, capitalizó la plataforma para celebrar un encuentro crucial con la presidenta Claudia Sheinbaum y el primer ministro Mark Carney, el viernes 5 de diciembre de 2025.

La cumbre del Centro Kennedy: Un evento político sobre el futbol

El sorteo de la Copa del Mundo, realizado en el Centro Kennedy en Washington, por su anfitrión Donald Trump, se transformó en un acto político. La imagen central del evento no fue el fútbol, sino la reunión presencial de los tres presidentes de los países anfitriones. Esta fue la primera vez en que los tres se encontraron cara a cara como mandatarios.

Aunque Claudia Sheinbaum, Donald Trump y Mark Carney llegaron a la sede por separado, se sentaron juntos en el auditorio poco después de iniciado el evento. La presidenta se ubicó entre sus dos contrapartes y platicaron durante más de 45 minutos. Los corresponsales, Jim Cason y David Brooks, informaron que, aunque hubo sonrisas y gestos de Trump, estaban demasiado lejos para escuchar el diálogo.

Declaraciones de los mandatarios y el orgullo mexicano

Al subir al escenario para realizar la selección simbólica de sus países en el sorteo, la presidenta Sheinbaum, flanqueada por sus contrapartes, hizo énfasis en el papel de México.

Claudia Sheinbaum declaró:

  •  «Estamos orgullosos” de ser anfitriones por tercera vez.
  •  Elogió al pueblo de México como “extraordinario, trabajador” y “mágico”.
  •  Recordó la tradición del juego de pelota “desde tiempos ancestrales”.
  •  Concluyó con un “¡Viva México!”.

Por su parte, el primer ministro canadiense, Mark Carney, resaltó que el evento es “lo más grande” y destacó la convivencia de más de 200 nacionalidades tanto en Canadá como en FIFA.

El éxito comercial eclipsa al deporte

Para el mandatario estadounidense, Donald Trump, el negocio del Mundial fue el tema más importante de la jornada. Antes de que inicie la Copa, Trump resaltó el éxito económico del evento, subrayando que se han vendido más entradas que nunca en la historia, algo que pareció atribuir a su rol de anfitrión.

Al llegar al sorteo, Trump comentó:

> “Hemos marcado récord en ventas de boletos. No pienso que jamás ha habido algo como esto en cualquier deporte”.

Agregó que “nadie pensaba que se podría lograr algo como esto”, aparentemente ignorando que Estados Unidos ya había sido sede del Mundial en 1994. Su discurso, incluso después de recibir un galardón, se dedicó a repetir cómo este mundial ya es el más exitoso económicamente de la historia, con una compra récord de boletos.

El polémico Premio FIFA de la Paz

Sin ningún suspenso ni sorpresa, Trump ganó el primer Premio FIFA de la Paz, otorgado por el presidente Gianni Infantino. Este premio fue descrito como un «premio de consolación inventado para el perdedor del Premio Nobel».

Presentado como el campeón de la paz mundial, Trump recibió la medalla de oro de manos de Infantino, quien lo elogió líricamente por sus esfuerzos de paz. Sin embargo, el presidente estadounidense, además de autoelogiar sus esfuerzos que afirma han “salvado millones de vidas”, demostró otra vez más su perfil empresarial.

El sorteo: Una nota al pie de página

El evento se convirtió en un espectáculo político y comercial que relegó el sorteo a un asunto secundario. De hecho, el proceso de selección de las bolitas inició una hora y 24 minutos después de que arrancó el evento.

La sala estaba repleta de delegaciones de las federaciones nacionales de fútbol de los 48 países participantes, técnicos y jugadores famosos, entre ellos los futbolistas Hugo Sánchez y Roberto Carlos.

El espectáculo y sus anfitriones

El sorteo en Washington fue decorado con ópera, disco y rap, reflejando un estilo estadounidense que priorizó a celebridades locales. Los anfitriones incluyeron a la modelo Heidi Klum y los actores Kevin Hart y Danny Ramirez. También se mostraron mensajes videograbados de artistas como Salma Hayek y Matthew McConaughey.

El show recurrió a figuras distinguidas por su inexistente relación con el fútbol para ayudar en el sorteo, entendiendo que gran parte del público estadounidense no reconocería a las estrellas mundiales del balompié. Los miembros de este «equipo» fueron:

  •  El basquetbolista Shaquille O’Neal.
  •  Los jugadores de futbol americano Tom Brady y Eli Manning.
  •  El jugador de hockey Wayne Gretzky.
  •  El beisbolista (aún activo) Aaron Judge.

La ceremonia inició con un aria de Andrea Bocelli, un favorito del presidente Trump, y contó con actos musicales de Robbie Williams y Lauryn Hill. El espectáculo concluyó con la canción favorita de la campaña electoral de Trump, «YMCA» de Village People. El presidente, aún sentado junto a Sheinbaum y Carney, se puso de pie para bailar un tanto, mientras sus contrapartes permanecieron sentados.

El Centro Kennedy, máxima sede pública para las artes vivas, fue resguardado por intensa seguridad detrás de un perímetro de ocho cuadras y se menciona un intento de rebautizar la sala de conciertos con el nombre de la primera dama.

Agenda paralela: Cooperación y defensa migrante

Más allá del sorteo, el encuentro entre la presidenta Sheinbaum y el presidente Trump impulsó una agenda de alto nivel, según detalló Johnson, quien señaló que los ejes centrales del diálogo sostenido fueron la cooperación, la seguridad y la prosperidad.

Desde Washington, la presidenta Sheinbaum también tuvo un mensaje dirigido a los connacionales, declarando: «Defenderemos a México y a migrantes». La mandataria reconoció que no han sido tiempos fáciles para los connacionales debido a las políticas migratorias de Estados Unidos y los exhortó a acercarse a los consulados para buscar apoyo y «sentirse abrazados».

En otro orden de ideas, en el ámbito interno, la Secretaría de Educación Pública (SEP) y la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Secihti) firmaron un acuerdo para impulsar ciencia y desarrollo nacional a través de la “Declaración de Cuernavaca”, buscando impulsar la colaboración interinstitucional y el trabajo en red para compartir infraestructura, experiencias, capacidades y agendas.

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