
La letanía de defensa de los mayas y la promoción del pasado maya de siempre se estrella con la realidad… y muchas veces con la cruda realidad de la indiferencia y el desprecio de la clase política local.
Más allá de la deslumbrante herencia prehispánica, en Quintana Roo los mayas dejaron un legado profundo y glorioso: la Guerra de Castas.
Para acabar pronto: durante 50 años los mayas establecieron en el centro y sur de Quintana Roo una sociedad autónoma con organización política, militar y religiosa, que incluso tuvo relación con otros países.
Pero este legado de rebeldía y dignidad ha sido subestimado en los tiempos del PRI, del PRIAN, y ahora, con Morena.
Cierto, ha habido algunos destellos de reconocimiento a los mayas rebeldes, pero la realidad es deprimente. Prevalece un trato deplorable: son carnada política o, peor aún, pretexto para viajes a Europa.
Precisamente, la presidenta municipal (morenista) de Felipe Carrillo Puerto, Mary Hernández, estuvo hace unas semanas en Madrid, en la feria de Fitur.

En su intervención en Madrid, la alcaldesa presentó a Maya Kaan como uno de los “destinos estrella” de la región, resaltando la “riqueza cultural, gastronómica y natural” de uno de los rincones “más auténticos y fascinantes de México”.
Además, subrayó su compromiso de mostrar al mundo una “oferta turística única”, que incluye la “sabiduría ancestral maya”, la “naturaleza virgen” y una “cultura vibrante” que combina historia, tradiciones y belleza paisajística.
Pero tres meses después, la realidad es más dramática que la demagogia de Mary Hernández.
El cronista de Felipe Carrillo Puerto, Mario Chan Colli, dio testimonio del abandono —incluidos los tres años del primer periodo de Hernández— del Santuario de la Cruz Parlante, donde precisamente arrancó la resistencia maya.

Y para pesar, detalla:
— Mi sorpresa fue encontrar un cerro de hojas acumuladas por años… en algunas partes, hasta de 60 centímetros de grosor.
El cronista conversó con los dignatarios que resguardan el Santuario, y este fue su testimonio:
“… cuando llegan los presupuestos vemos un desfile de personas que cobran a nombre de los trabajadores y nunca los vemos aquí trabajando. Igual situación ocurrió con el proyecto del baño, que tiene una fachada excelente, pero aunque ya se agotaron los recursos del presupuesto, no conocemos el interior del baño para turistas, porque no tiene herrajes. La cerradura está sin llaves, nadie puede entrar, y los visitantes, si acaso, solo pueden usar un baño que heredaron de Xcaret, de un proyecto de hace ya muchos años.”

También, Chan Colli refiere:
“En fechas próximas, el Centro Ceremonial de la Cruz Parlante recibirá otro jugoso presupuesto de más de un millón y medio de pesos, y lo que claman los dignatarios es que, si de verdad existe la famosa oficina que revisa las cuentas, acudan y verifiquen que se aplique hasta el último peso del presupuesto. El recurso proviene del INPI, y esperan que ahora sí se cumpla el proyecto.”
El cronista acompañó su narración con fotografías que contrastan brutalmente con el discurso oficial que políticos como Mary Hernández lanzan sobre el “legado maya”