El desafío crucial de Ferrari en el Gran Premio de Países Bajos 2025

Charles Leclerc y Ferrari encaran el GP Países Bajos 2025 con el SF-25 al límite. Desafíos técnicos y estratégicos en Zandvoort. ¿Podrá superar las limitaciones?
El desafío crucial de Ferrari en el Gran Premio de Países Bajos 2025

Charles Leclerc y la Scuderia Ferrari encaran el Gran Premio de Países Bajos 2025, la decimoquinta prueba del campeonato, en un punto crítico. La batalla en Zandvoort expondrá las limitaciones del SF-25 y la habilidad del equipo para competir entre la élite. Un análisis exhaustivo revela los desafíos.

Un año de contrastes: La ruta de Leclerc hacia Zandvoort

La temporada 2025 de Charles Leclerc ha sido un ejercicio de contrastes, una campaña definida por destellos de brillantez socavados por la inconsistencia inherente del SF-25 y una serie de contratiempos operativos. Su recorrido hasta los 151 puntos antes de Zandvoort revela la narrativa de un piloto que lucha no solo contra sus rivales, sino también contra las limitaciones de su propia máquina.

Destellos de podio y el déficit de Ferrari

El año comenzó con una base sólida, aunque sin victorias. Leclerc encadenó una serie de resultados consistentes en los puntos, destacando los podios en Arabia Saudí (3º), Mónaco (2º), España (3º) y Austria (3º). Estos resultados posicionaron a Ferrari como un contendiente habitual al podio, pero al mismo tiempo pusieron de manifiesto un déficit de ritmo de carrera en comparación con la velocidad punta de McLaren.

Puntos de inflexión: Descalificación y actualizaciones

Sin embargo, la temporada no ha estado exenta de reveses significativos. La descalificación en China (DSQ) representó una pérdida total de puntos en un fin de semana prometedor. Más tarde, el Gran Premio de Gran Bretaña se convirtió en el punto más bajo, con un 14º puesto que fue descrito como su «peor actuación de la temporada hasta ahora», un resultado que expuso la estrecha ventana operativa del coche en circuitos de alta velocidad.

Un punto de inflexión pareció llegar con la introducción de una mejora en el suelo del coche en el Gran Premio de Bélgica. Esta actualización se correlacionó directamente con un repunte en el rendimiento, culminando en un sólido tercer puesto en Spa, donde Leclerc logró superar en clasificación y mantener a raya a Max Verstappen durante la carrera. Este resultado sugirió una trayectoria de desarrollo positiva y la capacidad del equipo para identificar y abordar debilidades específicas.

La fragilidad del SF-25: El caso Hungría

No obstante, esta confianza se vio truncada en la carrera más reciente en Hungría, que sirve como un caso de estudio crítico. Tras conseguir una «inesperada» pole position el sábado, Leclerc dominó la primera mitad de la carrera de manera convincente. Sin embargo, un drástico y repentino descenso en su ritmo le relegó a la cuarta posición final. Este colapso expuso problemas profundamente arraigados en el SF-25. Inicialmente, el equipo atribuyó la caída de rendimiento a un «problema de chasis». Sin embargo, análisis posteriores y especulaciones en el paddock sugieren que la causa real fue una serie de ajustes forzados a mitad de carrera —incluyendo cambios en la presión de los neumáticos y modos de motor conservadores— para gestionar un desgaste excesivo de la plancha de madera del suelo, un problema que podría haber llevado a la descalificación. Este incidente subraya la fragilidad del rendimiento del SF-25 y la delgada línea sobre la que opera Ferrari para ser competitivo.

El rendimiento del SF-25 no es lineal, sino que parece seguir un patrón cíclico, fuertemente dependiente de las características específicas de cada circuito y del éxito de las mejoras introducidas. La actualización del suelo en Spa mejoró el rendimiento aerodinámico, permitiendo al coche generar más carga y ser más rápido. Sin embargo, esta mejora parece haber exacerbado un defecto de diseño fundamental: al permitir que el coche ruede más bajo para maximizar el efecto suelo, aumenta drásticamente el riesgo de un desgaste ilegal de la plancha en circuitos con baches o compresiones elevadas como el Hungaroring. Por lo tanto, el progreso en el desarrollo de Ferrari en 2025 se presenta como una espada de doble filo: un coche más rápido, pero que opera peligrosamente cerca del límite de la legalidad y del fallo mecánico.

En este contexto, la temporada de Leclerc se caracteriza por una batalla constante contra su propio monoplaza. Sus resultados más sólidos, como los podios en Mónaco, Austria y Bélgica, a menudo se producen en trazados donde la habilidad del piloto puede mitigar las deficiencias del coche o donde una configuración específica encaja perfectamente. Por el contrario, sus peores resultados, como en Gran Bretaña o el colapso en Hungría, ocurren cuando la estrecha ventana operativa del coche queda expuesta. Leclerc no solo compite contra los demás pilotos; gestiona activamente un coche técnicamente frágil durante todo un fin de semana de Gran Premio. Sus 151 puntos son tanto un producto de su talento para «sobreconducir» un coche difícil como del rendimiento inherente del mismo.

Gran PremioPosición de SalidaPosición FinalPuntos ObtenidosPuntos Acumulados
Australia8844
ChinaDSQDSQ48
Japón441220
Baréin441232
Arabia Saudí331547
Miami77653
Emilia-Romaña66861
Mónaco221879
España331594
Canadá8510104
Austria3315119
Gran Bretaña14140119
Bélgica3320139
Hungría1412151

Zandvoort: Un circuito indomable de alta carga y mínimo margen de error

El Circuito Zandvoort, con sus 4.259 km de longitud, es una prueba única en el calendario de la Fórmula 1, un desafío que combina la herencia de un trazado de la «vieja escuela» con las exigencias de la aerodinámica moderna.

Desafío de la «vieja escuela» y curvas peraltadas

La pista es conocida por su naturaleza corta, estrecha y ondulada, serpenteando a través de las dunas de arena naturales de la costa holandesa. Esta configuración castiga severamente los errores, con escapatorias de grava que bordean muchas de sus 14 curvas en lugar del asfalto permisivo que se encuentra en circuitos más modernos. Los constantes cambios de elevación y peralte hacen que encontrar un equilibrio estable en el coche sea excepcionalmente difícil.

Las características que definen Zandvoort son sus curvas peraltadas. La curva 3 (Hugenholtzbocht) y la curva 14 (Arie Luyendijkbocht) presentan una inclinación pronunciada de hasta 18 grados, una cifra que supera incluso al famoso óvalo de Indianápolis. Estas curvas someten al chasis y a los neumáticos a inmensas fuerzas verticales y laterales de forma simultánea, creando un desafío único para la configuración de la suspensión y la integridad de los neumáticos. Aunque permiten múltiples líneas de carrera, también generan altas compresiones que pueden provocar que el coche toque fondo («bottoming out»), un factor de riesgo crítico para cualquier equipo.

Desde un punto de vista técnico, Zandvoort es un circuito de alta carga aerodinámica, a menudo comparado con el Hungaroring por su exigencia en este aspecto. La secuencia implacable de curvas de media y alta velocidad significa que los neumáticos están casi constantemente bajo carga, con muy poca distancia en recta para enfriarse. Esto pone un énfasis primordial en la estabilidad aerodinámica y la generación eficiente de carga descendente. La combinación de una recta principal relativamente corta (690 metros) y curvas peraltadas de alta velocidad crea un rompecabezas aerodinámico único en Zandvoort. A diferencia de circuitos con largas rectas donde los equipos deben sacrificar carga aerodinámica en las curvas para ganar velocidad punta, Zandvoort permite y casi exige una configuración de máxima carga con una penalización menor en tiempo por vuelta.

CaracterísticaMónacoHungaroringZandvoort
Carga Aerodinámica RequeridaMáximaAltaAlta-Máxima
Velocidad Media de CurvaBajaMediaMedia-Alta
Importancia del Agarre MecánicoCríticaAltaAlta
Estrés Lateral en NeumáticosMedioAltoMuy Alto
Presencia de PeraltesNoNoSí (Extremos)
Dificultad de AdelantamientoExtremaAltaMuy Alta

Impacto de la meteorología y factores externos

A estos desafíos intrínsecos se suman factores externos. La proximidad del circuito a la playa implica que el viento puede arrastrar arena a la pista, alterando drásticamente los niveles de adherencia de una sesión a otra. El pronóstico meteorológico para el fin de semana del Gran Premio de 2025 añade otra capa de complejidad, con una alta probabilidad de lluvia y fuertes vientos previstos para el viernes y el sábado. Esto no solo afectará a las sesiones de entrenamientos y clasificación, sino que también podría lavar la goma depositada en el asfalto, dejando una superficie de pista «verde» y poco predecible para una carrera que se espera sea en seco el domingo.

La naturaleza de la carga es clave. El peralte de la curva 14 permite a los coches tomarla a una velocidad mucho mayor, y la zona de DRS se activa justo a la salida, e incluso parcialmente dentro de la misma curva. Esto significa que los coches experimentan una compresión vertical máxima debido al peralte en el mismo instante en que el alerón trasero está abierto, lo que reduce drásticamente la carga aerodinámica trasera. Cualquier inestabilidad inherente en la plataforma aerodinámica de un coche se verá masivamente amplificada en esta única curva, convirtiéndola en una potencial pesadilla para un monoplaza con una ventana de configuración tan sensible como el SF-25.

SF-25 en Zandvoort: El delicado equilibrio entre fortalezas y debilidades

El rendimiento de Charles Leclerc en Zandvoort dependerá de la compleja interacción entre las fortalezas y debilidades del SF-25 y las demandas únicas del circuito.

Sinergias: Agarre mecánico y el talento de Leclerc

El SF-25 ha demostrado tener una velocidad mínima competitiva en curvas de baja velocidad a lo largo de la temporada. El revirado segundo sector de Zandvoort y las chicanes como las de las curvas 11 y 12 podrían jugar a favor de esta característica, permitiendo a Leclerc ser competitivo en las partes más técnicas del trazado. La nueva suspensión trasera, introducida en Spa, fue diseñada específicamente para mejorar el agarre mecánico. Este factor será crucial en los numerosos cambios de dirección de Zandvoort y para maximizar la tracción a la salida de las curvas más lentas.

Leclerc posee un historial notablemente sólido en este circuito. Ha subido al podio en sus dos últimas visitas (3º en 2022 y 3º en 2024), a menudo remontando desde posiciones de parrilla más retrasadas. Esto indica una fuerte afinidad personal con el ritmo y los desafíos de la pista, sugiriendo que es capaz de extraer el máximo rendimiento del coche aquí, incluso si este presenta dificultades.

El talón de Aquiles: El desgaste de la plancha y la inestabilidad

Esta es, sin duda, la mayor amenaza para Ferrari. El diseño del SF-25 está optimizado para rodar a una altura muy baja, pero esto provoca un desgaste excesivo de la plancha de madera del suelo, lo que conlleva un alto riesgo de descalificación. La naturaleza ondulada de Zandvoort y, sobre todo, las altas compresiones en las curvas peraltadas, ejercerán una presión extrema sobre el suelo del coche. La situación vivida en Hungría, donde Ferrari se vio obligada a comprometer el rendimiento a mitad de carrera para gestionar este problema, es una enorme señal de alarma de cara a Zandvoort.

El predecesor del SF-25, el SF-24, era notablemente débil en curvas de alta velocidad. El modelo de 2025 fue diseñado para corregir este defecto, en parte gracias a su nueva suspensión delantera pull-rod. Sin embargo, curvas rápidas y fluidas como Scheivlak (Curva 7) serán una prueba de fuego para determinar si esta corrección ha sido exitosa. Cualquier atisbo de inestabilidad en estas zonas no solo costará un tiempo significativo, sino que también mermará la confianza del piloto.

La ventana de configuración: Un reto bajo presión

El SF-25 es conocido por tener una ventana de configuración óptima muy reducida. Las condiciones variables que se esperan en Zandvoort (viento, arena en la pista y una superficie «verde» el domingo) harán que sea increíblemente difícil para los ingenieros de Ferrari encontrar ese punto dulce. Una clasificación en mojado podría obligarles a adivinar una configuración de seco para la carrera, un escenario en el que un coche con una ventana operativa tan estrecha se encuentra en una clara desventaja.

El conflicto central para Ferrari en Zandvoort es que las características únicas del circuito (los peraltes) atacan directamente el defecto de diseño fundamental del coche (el desgaste de la plancha). Para mitigar el riesgo de desgaste, es muy probable que los ingenieros se vean obligados a optar por una suspensión más rígida y una mayor altura libre al suelo. Sin embargo, esta solución comprometerá el agarre mecánico, que es precisamente la principal fortaleza del coche en las curvas lentas y medias. Por lo tanto, las decisiones de configuración necesarias simplemente para terminar la carrera de forma legal podrían neutralizar las principales ventajas competitivas del coche frente a rivales como McLaren. Ferrari se enfrenta a un dilema estratégico: la solución a su mayor debilidad socava directamente su mayor fortaleza en este circuito específico.

Además, aunque el excelente historial de Leclerc en Zandvoort es un factor positivo, es importante contextualizarlo. Esos resultados se lograron con monoplazas diferentes (SF21, F1-75, SF-23, SF-24). La vulnerabilidad específica del SF-25 al desgaste de la plancha es una variable nueva y potencialmente primordial. La habilidad del piloto es una constante, pero la limitación del coche podría anular esa ventaja. Confiar en el rendimiento histórico del piloto como predictor para 2025 es, por tanto, arriesgado. La variable clave ha cambiado, y el factor limitante del coche podría dominar la ecuación de rendimiento este año.

Estrategia aerodinámica: Más allá del rendimiento puro

La estrategia aerodinámica de Ferrari para Zandvoort estará dictada menos por la búsqueda del rendimiento máximo y más por la necesidad de gestionar una vulnerabilidad crítica de diseño.

Nivel de carga: la máxima exigencia

El consenso técnico es que Zandvoort exige una configuración de alta carga aerodinámica. Es casi seguro que Ferrari optará por un paquete similar al utilizado en Mónaco y Hungría, circuitos que también demandan la máxima carga posible. Esto implicará el uso de los elementos de alerón trasero más grandes permitidos por el reglamento para maximizar el agarre en las secciones más reviradas del circuito.

  • Alerón Trasero: Se espera que monten la especificación de mayor carga, posiblemente la misma que se utilizó en el Hungaroring. El objetivo será generar una carga aerodinámica estable y predecible, incluso a costa de una mayor resistencia al avance (drag), ya que la velocidad máxima en recta es un factor menos crítico en este trazado.
  • Alerón Delantero: El alerón delantero se configurará con un ángulo de ataque pronunciado para equilibrar la carga generada por el alerón trasero. Esto es fundamental para proporcionar a Leclerc la respuesta de giro precisa y rápida que necesita para atacar las curvas con confianza. El diseño del alerón delantero del SF-25, inspirado en el concepto de McLaren, ofrece una mayor flexibilidad en la gestión de la carga, lo que será crucial para el ajuste fino del equilibrio aerodinámico.
  • Beam Wing: Se utilizará un beam wing de doble elemento para maximizar la eficiencia del difusor y añadir una carga aerodinámica crucial que ayude a estabilizar la parte trasera del coche, especialmente en las transiciones rápidas.

La altura del coche: El dilema crítico

Este será el parámetro de configuración más crítico y debatido en el garaje de Ferrari durante todo el fin de semana.

  • La búsqueda de rendimiento: Para activar los túneles Venturi bajo el coche y generar un potente efecto suelo, el SF-25 necesita rodar lo más bajo posible. Esta es la clave para desbloquear su máximo potencial de rendimiento.
  • La realidad de la plancha: Dados los problemas evidenciados en Hungría y la naturaleza de las compresiones de Zandvoort, Ferrari se verá forzada a adoptar un enfoque conservador. Es probable que comiencen las sesiones de entrenamientos libres con una altura libre al suelo mayor de la ideal y la reduzcan cautelosamente, monitorizando constantemente los datos de desgaste de la plancha. El equipo no puede permitirse arriesgar una configuración que requiera medidas de «rescate» a mitad de carrera, como el *lift and coast* extremo o cambios drásticos en la presión de los neumáticos, ya que esta estrategia demostró ser desastrosa en Hungría.

La estrategia aerodinámica de Ferrari, por tanto, no estará dictada por la búsqueda del tiempo por vuelta óptimo, sino por la necesidad de gestionar un defecto de diseño fundamental. La configuración del SF-25 será, desde el principio, defensiva y comprometida. Mientras otros equipos se preguntan «¿cómo podemos hacer el coche más rápido?», la pregunta principal en el box de Ferrari será «¿cómo podemos asegurar que el coche sea legal durante 72 vueltas?». Este enfoque cambia fundamentalmente la filosofía de ingeniería para el fin de semana, pasando de la optimización del rendimiento a la mitigación de riesgos.

Este dilema se agrava exponencialmente con el pronóstico de sesiones de clasificación en mojado. Una configuración para lluvia típicamente implica una mayor altura y una suspensión más blanda para maximizar el agarre mecánico. Si el sábado es lluvioso, Ferrari no obtendrá datos relevantes en seco sobre su configuración «legal» comprometida. Se verán obligados a adivinar la altura ideal para la carrera del domingo. Si se equivocan por lo bajo, corren el riesgo de ser descalificados; si se equivocan por lo alto, Leclerc será poco competitivo. Esta variable meteorológica aumenta drásticamente la probabilidad de que Ferrari cometa un error de cálculo en la configuración.

Táctica de neumáticos: El factor decisivo para el día de la carrera

La estrategia de neumáticos será un factor decisivo en el Gran Premio de Países Bajos, especialmente con la nueva selección de compuestos de Pirelli para 2025.

La apuesta de Pirelli: compuestos más blandos

Para la edición de 2025, Pirelli ha optado por una asignación de neumáticos más blanda para Zandvoort, seleccionando los compuestos C2 (duro), C3 (medio) y C4 (blando). Este es un cambio deliberado respecto a la selección de 2024 (C1, C2, C3), que resultó en carreras predecibles a una sola parada. El objetivo de Pirelli es claro: abrir la ventana estratégica y fomentar carreras a dos paradas, introduciendo una mayor variabilidad táctica.

Desgaste extremo y gestión del SF-25

El circuito es extremadamente exigente para los neumáticos. Las altas cargas laterales en las curvas rápidas y peraltadas, combinadas con una superficie de asfalto que puede ser abrasiva y a menudo cubierta de arena, aceleran el desgaste. La secuencia incesante de curvas no ofrece descanso, lo que conduce a una elevada degradación térmica. Con la nueva gama de compuestos más blandos, se espera que el desgaste sea significativamente mayor que en años anteriores.

A lo largo de 2025, Ferrari ha mostrado dificultades en la gestión de la temperatura de los neumáticos, lo que a menudo ha resultado en un rendimiento deficiente en clasificación y problemas para poner las gomas en su ventana óptima al inicio de las tandas. Sin embargo, el SF-25 frecuentemente demuestra un mejor ritmo en carrera que en clasificación, lo que sugiere que puede ser más benévolo con los neumáticos en tandas largas una vez que se estabilizan. Leclerc es conocido por ser un piloto hábil en la gestión de neumáticos, aunque los problemas del SF-25 a veces han enmascarado esta fortaleza. Su enfoque en el rendimiento del domingo es evidente, como demostró en el GP de España, donde sacrificó una mejor posición en parrilla a cambio de tener neumáticos más frescos para la carrera. En Hungría, gestionó los neumáticos de manera impecable desde el liderato en aire limpio, pero su rendimiento colapsó cuando surgieron otros problemas mecánicos.

Modelos de estrategia para 72 vueltas

Con la elección de compuestos más blandos, una estrategia a dos paradas parece ser la opción más probable y rápida.

  • Estrategia primaria (dos paradas – óptima): Blando (C4) -> Medio (C3) -> Blando (C4). Comenzar con el neumático blando C4 ofrece la mejor oportunidad para una salida fuerte, algo crucial en un circuito donde adelantar es extremadamente difícil. Una tanda intermedia con el compuesto medio C3, más duradero, proporciona flexibilidad estratégica, antes de un último *stint* de ataque con otro juego de blandos C4 nuevos.
  • Estrategia alternativa (dos paradas – conservadora): Blando (C4) -> Medio (C3) -> Medio (C3). Si el neumático blando C4 muestra una degradación excesivamente alta en los entrenamientos o en la primera tanda de carrera, cambiar a una estrategia con dos *stints* con el compuesto medio C3 es la opción más segura. Se sacrifica algo de velocidad punta a cambio de consistencia y una ventana de paradas más amplia.
  • Estrategia «joker» (una parada – arriesgada): Medio (C3) -> Duro (C2). Esta sería una apuesta para ganar posición en pista alargando las tandas. Implicaría comenzar con el medio C3, extender el primer *stint* al máximo posible y luego cambiar al duro C2 para llegar hasta el final. Es poco probable que sea competitiva en ritmo puro, pero podría ser una opción si Leclerc queda atrapado en el tráfico o si múltiples coches de seguridad acortan la carrera efectiva.
EstrategiaStint 1 (Compuesto/Vueltas)Stint 2 (Compuesto/Vueltas)Stint 3 (Compuesto/Vueltas)VentajasDesventajas/Riesgos
PrimariaBlando C4 (Vueltas 1-22)Medio C3 (Vueltas 23-48)Blando C4 (Vueltas 49-72)Máximo ritmo, fuerte en salida y final de carrera.Alta degradación del C4, riesgo de undercut.
AlternativaBlando C4 (Vueltas 1-20)Medio C3 (Vueltas 21-46)Medio C3 (Vueltas 47-72)Más consistente, mayor flexibilidad en la ventana de paradas.Menor ritmo en el stint final, vulnerable a coches con blandos.
ArriesgadaMedio C3 (Vueltas 1-35)Duro C2 (Vueltas 36-72)N/AGana posición en pista, protege contra un Safety Car tardío.Ritmo significativamente más lento, muy difícil de defender.

La decisión de Pirelli de introducir neumáticos más blandos, con la intención de crear variabilidad estratégica, podría tener un efecto paradójico en Ferrari. Debido a las posibles concesiones en la configuración del SF-25 (mayor altura y suspensión más rígida para proteger la plancha), el equipo podría tener dificultades para mantener el sensible neumático blando C4 dentro de su estrecha ventana térmica. Esto podría provocar *blistering* o *graining*, convirtiendo al C4 en un neumático viable solo para la clasificación. Si esto ocurre, Ferrari se vería forzada a optar por estrategias menos óptimas, como Medio-Medio-Blando o incluso Medio-Duro, mientras que sus rivales con plataformas más estables podrían explotar todo el potencial de la estrategia Blando-Medio-Blando, que sobre el papel es la más rápida. De este modo, el «regalo» estratégico de Pirelli podría convertirse en una desventaja táctica para Ferrari.

Síntesis y pronóstico estratégico para el fin de semana

Charles Leclerc llega a Zandvoort con un coche, el SF-25, que parece estar en conflicto fundamental con los desafíos principales del circuito. La sensibilidad del monoplaza al desgaste de la plancha es una vulnerabilidad crítica que será puesta a prueba de forma implacable por las curvas peraltadas y los cambios de elevación de Zandvoort. Esta situación obligará a Ferrari a adoptar una configuración defensiva y comprometida desde el inicio del fin de semana.

Factores determinantes para el éxito

El resultado de Leclerc dependerá de la gestión de tres fases clave:

  • Ingeniería (viernes): La capacidad de los ingenieros de Ferrari para encontrar una configuración «legal» en los entrenamientos libres que no sacrifique por completo el agarre mecánico del coche será primordial. El tiempo limitado, especialmente si la lluvia interrumpe las sesiones, será un factor crítico.
  • Clasificación (sábado): Dada la extrema dificultad para adelantar en Zandvoort, una posición en las dos primeras filas de la parrilla es casi un requisito indispensable para aspirar al podio. Esto será un gran desafío si el ritmo a una vuelta del coche se ve mermado por una configuración conservadora. Las vueltas «mágicas» de Leclerc en clasificación han sido menos frecuentes en 2025, y necesitará una en este circuito.
  • Estrategia (domingo): Con neumáticos más blandos y una carrera que probablemente será a dos paradas, la sincronización de las paradas en boxes y la capacidad de reaccionar a los coches de seguridad serán decisivas. El muro de boxes de Ferrari deberá ejecutar una estrategia impecable, evitando los errores operativos que han afectado al equipo en el pasado, incluso en este mismo circuito.

Pronóstico final

La habilidad personal de Charles Leclerc y su sólido historial en Zandvoort ofrecen un rayo de esperanza. Ha demostrado ser capaz de conseguir podios en fines de semana complicados. Sin embargo, el conflicto técnico entre el SF-25 y el circuito es severo. Un objetivo realista para el equipo sería luchar por ser «el mejor del resto» detrás de los McLaren, aspirando a un resultado entre la tercera y la cuarta posición. Un podio sería considerado un logro significativo, probablemente requiriendo una ejecución estratégica perfecta y, quizás, algo de infortunio para sus rivales directos.

El fin de semana se encuentra en un delicado equilibrio: el potencial para una sorpresa impulsada por el talento de Leclerc es real, pero también lo es el riesgo de otro fin de semana frustrante, dictado por las limitaciones fundamentales del SF-25, que podría reflejar la decepción vivida en Hungría. ¿Será Zandvoort el escenario donde Ferrari demuestre haber superado sus fantasmas o confirmará la fragilidad de su ambición en 2025?

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