El choque en el senado: Un análisis del altercado entre “Alito” Moreno y Noroña

El altercado entre “Alito” Moreno y Noroña en el Senado revela el deterioro político y la amenaza de violencia legislativa. ¿Habrá desafuero?
El choque en el senado: Un análisis del altercado entre “Alito” Moreno y Noroña

Un episodio de alta tensión entre Alejandro “Alito” Moreno y Gerardo Fernández Noroña en la Comisión Permanente del Senado ha escalado a un conflicto político-judicial. Este altercado, marcado por empujones y amenazas, evidencia un deterioro preocupante en el diálogo legislativo, con implicaciones que podrían trascender las fronteras nacionales.

La disputa por el orden del día: el inicio del conflicto

La confrontación en la Cámara Alta se desató por un desacuerdo en torno a la modificación del orden del día. El dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, acusó a Morena de alterar unilateralmente el plan previamente aprobado, una maniobra que, según su versión, buscaba silenciar a la oposición e impedir que fijara su postura en la sesión del 27 de agosto de 2025.

La versión de Alejandro Moreno

Moreno detalló que solicitó la palabra antes de que se levantara la sesión para que se cumpliera el acuerdo preestablecido, pero su petición fue negada. En conferencia de prensa, el priista relató: “Al ver que yo iba a hacer la última intervención, a todas luces de cara al pueblo de México, vieron que antes de que se levantara la sesión pedimos la palabra. Pedimos la palabra para que se cumpliera el acuerdo que se tenía en el orden del día aprobado en la Mesa Directiva. De manera intransigente, este cobarde cínico y patán del senador Fernández Noroña levantó la sesión”. Afirmó que este incidente no es aislado, sino parte de una estrategia de la mayoría legislativa para “imponer silencio y control”.

La postura de Gerardo Fernández Noroña

Como presidente de la Mesa Directiva, Fernández Noroña fue quien negó la palabra a Moreno. Tras el altercado físico, Noroña utilizó sus redes sociales para denunciar la agresión. Aseguró que presentaría las denuncias correspondientes y que correspondería a la Fiscalía General de la República solicitar el desafuero de Moreno. El senador del PT mencionó la posible comisión de “presuntos ilícitos, tan documentados, de lesiones y de daño a propiedad ajena”. Un video difundido en plataformas digitales sugiere que Noroña inició los empujones, un detalle que se suma a la complejidad del incidente.

Escalada de tensión: Del debate a la agresión física

El momento de mayor confrontación ocurrió al término de la sesión, mientras se entonaba el Himno Nacional. Moreno se aproximó a Fernández Noroña y, según testigos y videos, lo jaloneó y le gritó: “Te voy a romper la madre”. Este intercambio violento, capturado en video, se viralizó rápidamente, generando un fuerte rechazo en diversos sectores de la opinión pública. La captura de pantalla de la sesión de la Comisión Permanente en la Cámara de Senadores también documenta el tenso encuentro.

Las justificaciones de Moreno y las denuncias del PRI

Alejandro Moreno justificó su reacción como una respuesta a lo que consideró un trato ofensivo de Fernández Noroña hacia una senadora de la oposición. “Lo confronté porque es un cobarde, le faltó el respeto a las legisladoras, a las mujeres, porque faltó a un cumplimiento (…) Cada día vamos a ser más inflexibles porque no respetan”, afirmó Moreno. Adicionalmente, el líder priista recordó los que calificó como “ataques sistemáticos” de Fernández Noroña contra periodistas, mencionando a Azucena Uresti y al medio El Universal, así como contra otros legisladores opositores. El PRI, en una estrategia política más amplia, ha anunciado que contactará a organismos internacionales para denunciar lo que considera abusos y persecución política.

Repercusiones y el futuro del debate legislativo

El altercado entre “Alito” Moreno y Noroña en el Senado ha abierto un nuevo frente de conflicto entre PRI y Morena, generando un amplio debate público. Este episodio ha cristalizado tres ejes principales de discusión que preocupan al círculo rojo y a la ciudadanía.

Los ejes principales del debate

Primero, la violencia legislativa, donde la agresión física entre senadores subraya un grave deterioro en los mecanismos de diálogo y respeto en la Cámara Alta. Segundo, la disciplina parlamentaria, con el reclamo opositor sobre la manipulación del orden del día para bloquear su participación, planteando interrogantes sobre la equidad en los procesos legislativos. Finalmente, la proyección internacional, ya que el PRI ha declarado su intención de llevar estas denuncias a instancias multilaterales, lo que podría tener implicaciones en la imagen de México a nivel global.

La intervención judicial y el desafuero

Mientras tanto, la situación podría escalar a instancias judiciales. La Fiscalía General de la República (FGR) podría intervenir si se solicita el desafuero de Alejandro Moreno, tal como lo planteó Fernández Noroña. Este escenario añade una capa de incertidumbre legal a un ya complejo panorama político.

El conflicto en el Senado, más allá del altercado personal, ¿es un reflejo de la polarización política que permea al país y cómo impactará en la gobernabilidad y la credibilidad de las instituciones legislativas? La respuesta se perfila como un desafío crucial para la democracia mexicana.

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