El caos tras bambalinas: Susie Wiles y la entrevista de Vanity Fair que sacudió a Donald Trump

Revelaciones exclusivas de Susie Wiles, jefa de gabinete de Trump, sobre la "personalidad de alcohólico" del presidente, Elon Musk y J. D. Vance, exponiendo el caos en la Casa Blanca de Trump.
El caos tras bambalinas: Susie Wiles y la entrevista de Vanity Fair que sacudió a Donald Trump

La publicación de una entrevista explosiva a Susie Wiles, jefa de gabinete de la Casa Blanca, ha desatado una tormenta política en Washington. Considerada una de las figuras más influyentes en el entorno del presidente Donald Trump, Wiles se reunió con el periodista Chris Whipple de Vanity Fair a lo largo de once meses, ofreciendo una mirada sin filtros al caos en la Casa Blanca de Trump.

El rayo periodístico: citas sin reservas sobre el círculo íntimo del presidente

El reportaje, fruto de casi una docena de encuentros con el reportero Chris Whipple, reveló las percepciones crudas de Wiles sobre los principales actores del gobierno. Wiles, de 68 años, quien previamente desempeñó un papel clave en la exitosa campaña presidencial de Trump en 2024, fue citada con declaraciones contundentes:

  •  Donald Trump: Fue descrito como una persona con una «personalidad de alcohólico», aunque Wiles aclaró que el presidente no consume bebidas alcohólicas. Atribuyó esta mentalidad a una personalidad marcada por la exageración, comparable al comportamiento amplificado que muestra una persona bajo los efectos del alcohol.
  •  J. D. Vance: El vicepresidente fue catalogado como un «teórico de la conspiración».
  •  Elon Musk: El magnate tecnológico fue señalado como un consumidor «declarado» o «confeso» de ketamina.

Wiles, apodada por Whipple como la “Greta Garbo” del segundo Gobierno de Trump por mantener un perfil bajo, también abordó otros temas sensibles. Admitió que en los esfuerzos de Trump por acusar penalmente a adversarios políticos o enemigos, podría haber «un elemento» de revancha. «No creo que se levante por la mañana pensando en la venganza», dijo, «pero cuando se presenta la oportunidad, la aprovecha».

La batalla por el contexto: Whipple compara la controversia con Watergate

Horas después de la publicación del artículo, la jefa de gabinete refutó el contenido. En una publicación en X, Wiles calificó el texto como «un ataque engañosamente planteado» y «un artículo difamatorio con un enfoque falso».

Las críticas de Wiles se centraron en la omisión de contexto:

  •  Afirmó que se ignoró «un contexto significativo» y «clave».
  •  Argumentó que se dejó fuera «gran parte de lo que yo y otros dijimos sobre el equipo y el presidente».
  •  Concluyó que la intención era construir una «narrativa abrumadoramente caótica y negativa» sobre el presidente y su equipo.

Sin embargo, Chris Whipple desestimó de inmediato las acusaciones de manipulación. El periodista de Vanity Fair respondió con firmeza, asegurando que «todo quedó grabado». En una entrevista con Anderson Cooper en CNN, Whipple declaró: «Fue uno de esos momentos en la carrera de un reportero en los que cae un rayo. Me sorprendió hasta qué punto ella hablaba sin reservas y con total libertad, siempre en registro oficial».

Whipple aseguró que no se ha podido refutar ninguna de sus afirmaciones: “No hay un solo hecho ni una sola declaración del texto que hayan cuestionado”. Comparó la situación con el escándalo de Watergate, haciendo referencia a lo que Ben Bradlee denominaba la “negación sin negación”, asegurando que este caso es la «máxima expresión de eso».

El análisis de Wiles sobre Trump y las críticas a Elon Musk

Wiles, quien se convirtió en la primera mujer en ocupar el cargo de jefa de gabinete de la Casa Blanca, atribuyó su capacidad para trabajar con el presidente a su experiencia personal: su educación con un padre alcohólico. Explicó que los «alcohólicos de alto rendimiento o los alcohólicos en general tienen personalidades exageradas cuando beben», por lo que se considera una «experta en personalidades fuertes».

Sobre la mentalidad de Donald Trump, Wiles aseguró que no hay «nada, absolutamente nada» que el presidente considere imposible de lograr, atribuyendo esa mentalidad a su «personalidad de alcohólico».

Los choques con el vicepresidente y el empresario

La entrevista también permitió vislumbrar las tensiones con otros funcionarios y aliados. Wiles sugirió que el cambio de postura de J. D. Vance (quien pasó de crítico a aliado de Trump) «era en cierto modo político». Aunque Vance admitió ante los periodistas que él y Wiles «han bromeado sobre eso, tanto en privado como en público», también admitió no haber leído el artículo.

Los comentarios más incisivos fueron dirigidos a Elon Musk. Además de describirlo como un consumidor de ketamina «declarado» que pasaba la noche «en un saco de dormir en el EOB», Wiles lo calificó como «un tipo muy raro, como creo que lo son todos los genios».

Wiles también criticó públicamente al magnate por compartir una publicación que culpaba a empleados del sector público de haber provocado millones de muertes bajo los regímenes de Adolf Hitler, Joseph Stalin y Mao Zedong. Según Wiles, Musk difundió ese contenido mientras se encontraba «microdosificando».

La jefa de gabinete expresó su consternación por los recortes promovidos por el empresario a la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). «La actitud de Elon es que tienes que hacer las cosas rápido», explicó Wiles, lo que resulta en «romper algunos platos». Recordó que se opuso al desmantelamiento de USAID, ya que consideraba que la institución realizaba “un trabajo muy valioso”.

La defensa incondicional de Trump y la Casa Blanca

Ante la tormenta mediática, Donald Trump salió en defensa de su jefa de gabinete. El presidente afirmó a The New York Post que no leyó el artículo, pero que Wiles «ha hecho un trabajo fantástico». Cuestionó la labor de Whipple, señalando que «los hechos eran incorrectos y se trató de un entrevistador muy mal informado, deliberadamente mal orientado”.

Trump también aprovechó para aclarar la cita sobre la personalidad alcohólica, atribuyendo la frase a sí mismo: «Todo el mundo lo sabe, pero muchas veces he dicho que, si bebiera, tendría muchas posibilidades de ser alcohólico», afirmó. «Lo he dicho muchas veces sobre mí mismo. Tengo una personalidad muy posesiva».

Por su parte, la Casa Blanca defendió a Wiles mediante la secretaria de prensa Karoline Leavitt, quien en una declaración a la BBC afirmó que Wiles «ha ayudado al presidente Trump a lograr los primeros 11 meses más exitosos en el cargo de cualquier presidente en la historia de Estados Unidos”. Leavitt añadió que Trump no tiene una asesora más importante o leal que ella. Más tarde, Leavitt acusó a Vanity Fair de «sesgo por omisión» al excluir otras entrevistas y sacar las palabras de Wiles «completamente de contexto».

Las revelaciones de la principal estratega de Trump, la misma que dirigió su campaña en Florida en 2016 y la de Ron DeSantis en 2018, y la subsiguiente negación oficial, demuestran que las luchas de poder y las opiniones sin censura han roto la fachada de unidad. Este episodio subraya la fragilidad inherente a cualquier administración que dependa de personalidades fuertes e impredecibles. ¿Es posible que la verdad sobre el funcionamiento interno del poder esté finalmente, como dijo Whipple, «toda grabada»?

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