El caos en la FIL de Guadalajara que forzó la salida de Joan Manuel Serrat

Joan Manuel Serrat abandonó por 13 minutos el conversatorio en la FIL Guadalajara 2025 debido al caos. Tras el incidente, emitió duras críticas a la ultraderecha y a la migración en el Mediterráneo.
El caos en la FIL de Guadalajara que forzó la salida de Joan Manuel Serrat

El jueves por la tarde, en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, el Auditorio Juan Rulfo fue testigo de un desbordamiento de fervor que, paradójicamente, silenció la voz que todos querían escuchar. Joan Manuel Serrat, recibido con ovaciones, tuvo que abandonar su conversatorio ante el estruendo de miles de seguidores que se quedaron fuera del recinto. Su regreso, trece minutos después, no solo trajo calma, sino un mensaje político contundente sobre la ultraderecha, la migración y la Joan Manuel Serrat FIL Guadalajara.

El estruendo que expulsó al cantautor

La tarde comenzó como un diálogo hilarante entre el cantautor catalán y su amigo de décadas, Benito Taibo, en el conversatorio titulado «Mil jóvenes con Joan Manuel Serrat». Sin embargo, el afecto desbordó las capacidades de la Expo Guadalajara. La directora de la Feria, Marisol Schultz, temía que sus actos se desbordasen, como finalmente ocurrió, ya que el público fue recibido «como el símbolo que es en México».

El estruendo del público que se quedó fuera, batallando con los letreros de cupo lleno al grito de “¡puertas abiertas con Serrat!”, hizo imposible la comunicación. El barullo fue catalogado como «inaudible hasta las consecuencias» e impedía que Serrat, pese al uso del micrófono, pudiera escuchar a Taibo. La camaradería con Taibo se remonta a los tiempos del exilio de Serrat en México, pero ni esa complicidad pudo superar el caos.

Taibo tuvo que interrumpir la conversación en varias ocasiones, pidiendo ayuda a quienes estaban en el fondo «para que no se vicie y se pueda escuchar lo mejor posible». Ante la imposibilidad de continuar, Serrat tomó una decisión inesperada, levantándose de la silla y saliendo del auditorio:

> «Les agradezco a todos mucho. He hecho muchos kilómetros para estar aquí hoy. Era un día para mí extraordinario, de mucha ilusión, pero es imposible tener un acto de un calado afectivo como el que tiene éste con un alboroto como el que hay afuera. No es culpa mía, perdonen ustedes. Buenas tardes.»

La ausencia fue de «más de 12 minutos» (fuente 1), «13 minutos» (fuente 2) o «un cuarto de hora» (fuente 3). El ruido no cesaba, pues la gente empujaba para entrar. Organizadores de la FIL, empezando por su presidente, Trinidad Padilla López, trataron de controlar el asunto. Cerraron la puerta, llegó la policía y, finalmente, el orden regresó con el silencio.

Al volver a la mesa, el creador de canciones emblemáticas como Mediterráneo o Aquellas pequeñas cosas fue recibido en un silencio casi absoluto, con el público optando por el aplauso en el Lenguaje de Señas Mexicano, agitando las manos en el aire para evitar el bullicio.

La contundencia política: Crítica a la ultraderecha y el capitalismo

Tras el incidente, Serrat retomó el tono serio para abordar temas de hondo calado político y social. Al principio, había compartido una reflexión sobre la incertidumbre de la época, que aqueja especialmente a los jóvenes: “Es un tiempo de miedo, pero también es un tiempo de esperanza. El miedo y la esperanza viven juntos. Y la esperanza genera miedo. Y el miedo a su vez genera esperanza”.

Sin concesiones, dirigió su discurso contra la derecha y la ultraderecha, mostrándose más cómodo en los aspectos políticos que en los artísticos:

  •  Crítica al capitalismo global: Afirmó que «es más fácil pronosticar la fecha del fin del mundo que la fecha del fin del capitalismo, tal como están las cosas con un mundo controlado por una casta que diariamente gana miles de millones de dólares, con un absoluto desprecio a la humanidad, de una manera asquerosa realmente».
  •  Desprecio a la humanidad: Subrayó que, por esa razón, es difícil para los gobiernos que no forman parte de la derecha y la ultraderecha oponerse a quienes imponen lo que quieren, con desprecio por cualquier cosa humana.
  •  Ataque a la democracia: Afirmó que el sistema democrático, «que es el menos malo», está siendo desprestigiado por los embates de dicha casta de multimillonarios y gobiernos de ultraderecha que ofrecen a cambio un “régimen milagroso”.

El cantautor catalán cerró este punto con un llamado al optimismo diario, indispensable para encontrar nuevos caminos, y la necesidad de «desenmascarar sin cesar a todos los farsantes que están haciendo diario que retrocedamos como civilización y como especie”.

El Mediterráneo: De puente de culturas a «sarcófago enorme»

Serrat se refirió al mar que baña la costa catalana y al que le canta, lamentando que el Mediterráneo, históricamente un puente de culturas, se haya convertido en un «sarcófago enorme» y un «ataúd contaminado, más salado y profundo por las lágrimas derramadas».

La tragedia radica en la muerte de «tanta gente que, desde hace unos años, saliendo de sus lugares de vida y de crecimiento, se echaron a aquel mar tratando de encontrar un lugar mejor para que crecieran sus hijos”. El cantautor, que nació en Poble Sec, un barrio de Barcelona que históricamente asimiló varias generaciones de inmigrantes, fue contundente en su crítica a Europa:

  •  Falta de solidaridad: Europa «no ha tenido un comportamiento solidario ni generoso», condenando a muchos miles de estos inmigrantes involuntarios.
  •  Financiamiento de la represión: Se quejó de que, en cambio, Europa financia países africanos como Túnez, Libia o Egipto, donde existen “campos de concentración” para impedir la migración, lo cual «se ha convertido en un negocio para estos gobiernos deplorables y tiránicos».
  •  Europa «madrastra»: Denunció a una «Europa madrastra que cierra, bloquea sus fronteras y los maltrata», tratando a los migrantes «como si fueran alguien que va a robar en la caja a donde va a llegar».
  •  Uso político de la migración: Concluyó que «vivimos en una época muy miserable» donde los gobiernos de los países poderosos utilizan la migración como un «caldo de cultivo favorable para la derecha» para defender argumentos que son incapaces de sostener a partir de la solidaridad.

Amistad, poesía y lazos con México

El diálogo con Benito Taibo se extendió a temas más personales, como su amor por la música y su profundo vínculo con México.

Al ser provocado con la pregunta: «¿Piensas en catalán o en español?», Serrat respondió con su «afilado humor»: “Bastante esfuerzo tengo por pensar como para pensar en qué pienso”. En otra ocasión, al ser cuestionado sobre si prefería cantar en catalán o en castellano, zanjó: “contesto que en la que me prohíban”.

Sobre su relación con México, el país fue «mucho muy importante» para su vida, especialmente desde el exilio en 1976. Se quedó debido a un proceso por injurias en España y a la decisión del presidente Echeverría de que lo relacionado con España «no era bienvenido». De ser alguien que viajaba de vez en cuando a México, pasó a «ser alguien que conocía México, que lo amaba» y a tener grandes complicidades. Mencionó que se compró un camión con el dinero que tenía e hizo una gira por la república, lo que acabó de enamorarle. Cuando se le preguntó si decía México, respondió con complicidad: «¡¡Cabrones!!».

Respecto a su arte, adelantó que el discurso de agradecimiento por el Doctorado Honoris Causa que le conferirá la Universidad de Guadalajara este viernes, tendrá notas sobre el «vicio de cantar, el placer de cantar». En su diálogo, Serrat también habló de la necesidad de diálogo, criticando cómo las redes sociales, como Twitter, se han convertido en una especie de “guerra armamentista” para «anular al contrario, descalificar al otro», destrozando la posibilidad de comunicación, fundamental para evitar que una sociedad esté condenada al fracaso.

El fugaz abandono de Joan Manuel Serrat en la FIL de Guadalajara, provocado por un amor desbordado, se transformó en una poderosa plataforma para la denuncia política y social. Su regreso, marcado por el silencio y el respeto del público, garantizó que sus reflexiones sobre la democracia, la ultraderecha y la tragedia del Mediterráneo resonaran con la claridad que el caos inicial había intentado robar. ¿Demostró este incidente que, incluso en los foros culturales, el fervor desmedido de la masa puede ser el mayor obstáculo para la escucha reflexiva?

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