El canciller español reconoce la Conquista como «injusticia» y enfrenta una exigencia de dimisión

España reconoce "dolor e injusticia" en la Conquista, abriendo la reconciliación diplomática México España, mientras la derecha en Madrid exige la dimisión del canciller José Manuel Albares.
El canciller español reconoce la Conquista como "injusticia" y enfrenta una exigencia de dimisión

El histórico gesto de José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno de España, ha desatado una tormenta política en Madrid mientras abre una puerta definitiva a la reconciliación diplomática México España tras casi siete años de tensiones. El funcionario lamentó públicamente los agravios cometidos contra los pueblos originarios, cumpliendo parcialmente la exigencia histórica planteada inicialmente por el expresidente Andrés Manuel López Obrador.

El “primer paso” hacia la normalización diplomática

El 01 de noviembre de 2025, el ministro José Manuel Albares reconoció que, en la historia compartida entre México y España, ha habido «dolor e injusticia hacia los pueblos originarios». Esta declaración se produjo durante la inauguración en el Instituto Cervantes de Madrid de la gran muestra de arte de mujeres indígenas mexicanas, titulada La mitad del mundo. La mujer en el México indígena.

Albares afirmó que esta historia común está llena de «claroscuros». «Hubo injusticia, justo es reconocerlo y lamentarlo», señaló, destacando que es «parte de nuestra historia compartida, no podemos negarla ni olvidarla».

Desde Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo saludó el reconocimiento del canciller español. La mandataria consideró que este gesto es «un primer paso» para saldar los agravios históricos. Al reproducir el video con las palabras de Albares, Sheinbaum expresó: «Enhorabuena por este primer paso del canciller», subrayando que «el perdón engrandece a los gobiernos y a los pueblos. No es humillante, al contrario; reconocer la historia, reconocer los agravios, pedir perdón o lamentar… engrandece a los gobiernos y a los pueblos».

El nudo gordiano desatado por la cultura

El acercamiento entre las dos naciones se venía gestando no por la vía política dura, sino a través del intercambio cultural. Este año, España concedió dos premios Princesa de Asturias a México: el de las Artes a la fotógrafa Graciela Iturbide y el de la Concordia al Museo Nacional de Antropología.

Además, México cedió más de 400 piezas prehispánicas referentes al arte de las mujeres indígenas para que se exhibiesen en cuatro exposiciones en Madrid. La inauguración de la muestra La mitad del mundo fue, precisamente, el escenario donde el titular de Exteriores emitió sus declaraciones.

Albares también subrayó los fuertes lazos económicos y humanos que unen a ambos países, señalando que:

  • España es el país con mayor inversión extranjera directa en México, solo detrás de Estados Unidos.
  • La inversión española en México supera los 30 mil millones de euros.
  • Existen profundos lazos humanos, con 180 mil españoles residentes en México y 40 mil mexicanos viviendo en España.

El ministro también reiteró la gratitud del pueblo español por el acogimiento de los exiliados del franquismo por parte del gobierno de Lázaro Cárdenas, un punto que, enfatizó, confirma la relación fraterna. Afirmó que esta exposición es parte de un camino de «justicia y reconciliación que recorremos juntos».

La crisis que desata el perdón en Madrid

Mientras en México las declaraciones de Albares fueron recibidas con beneplácito, en España desataron una fuerte reacción por parte de los sectores más conservadores.

Miguel Ángel García Martín, consejero de Presidencia, Justicia y Administración Local y portavoz del Gobierno de la Comunidad de Madrid, exigió la dimisión inmediata del ministro de Asuntos Exteriores.

El portavoz del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, declaró ante los medios de comunicación en Buitrago de Lozoya que:

  • Albares es «el peor representante que ha tenido nuestro país, el peor ministro de Exteriores que ha tenido en nuestro país».
  • Lo catalogó como «un nefasto ministro que no conoce la historia» de España ni la de su alianza con Hispanoamérica.
  • García Martín demandó que Albares debe «presentar su dimisión» si no se «retracta de forma automática» de estas declaraciones que aluden al pasado imperialista español.

El consejero criticó que el Gobierno desprestigie a su país y que hable mal de lo que ha sido y es España, y de la «alianza que tenemos con todos y cada uno de los países de Hispanoamérica».

El origen del conflicto: desdén y convicción histórica

Este quiebre diplomático se remonta a inicios de 2019, cuando el expresidente Andrés Manuel López Obrador envió una carta al rey Felipe VI pidiendo que la Corona española ofreciera una disculpa por la violencia cometida durante la Conquista contra los pueblos indígenas. Esta exigencia, que España descartó con contundencia en un inicio, fue asumida por la actual presidenta Sheinbaum.

En su reciente libro de memorias, Diario de una transición histórica, Claudia Sheinbaum relata el contexto de su decisión de no invitar al rey Felipe VI a su toma de posesión, una ceremonia histórica al ser la primera mujer presidenta de México.

La presidenta Sheinbaum detalló que tomó la decisión por «convicción», señalando que:

  • La Corona no solamente «no contestó la carta, muy diplomática y amable» que les envió el exmandatario.
  • Se desató «una campaña en España contra López Obrador y la Cuarta Transformación».
  • Consideró que la ofensa no fue solo al exmandatario, sino «hacia toda la nación, al pueblo de México».
  • Mencionó que, en su momento, hubo una «narrativa bastante misógina» por apoyar la carta.

La mandataria reveló también que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, hizo un esfuerzo para convencerla, mediante acercamientos rápidos y no oficiales, de cambiar su postura sobre la invitación al Rey, a lo que ella respondió que «no era el momento adecuado». Sheinbaum negó cualquier influencia del expresidente López Obrador en su determinación, aunque comparte la iniciativa del perdón histórico.

Sheinbaum: «El perdón engrandece»

La presidenta Sheinbaum ha utilizado los mismos argumentos de su antecesor para defender su postura, señalando que «el perdón engrandece», recordando que incluso el papa Francisco —a quien también se le envió una carta— se disculpó, y que México ha hecho lo propio respecto de otros pueblos masacrados, como la comunidad china y los yaquis.

Sheinbaum también dio lectura al prólogo que escribió para el libro sobre las exposiciones en Madrid, Mujeres del maíz y del cosmos: arte indígena de antes y de ahora. En el texto, la mandataria reafirmó que la Conquista «no fue un encuentro entre iguales. Fue un proceso brutal, de violencia, imposición y despojo», en el que se intentó destruir «culturas enteras, saberes milenarios, lenguas, modos de vida».

La presidenta criticó la lectura de que la Conquista fue un proceso civilizatorio o un simple «encuentro» entre culturas. “Hasta nos lo enseñaron a nosotros en la escuela,” dijo, “pero fue muy violento. Fue un proceso de invasión violenta”.

Al señalar que la grandeza cultural de México no se explica sin las civilizaciones originarias, Sheinbaum sostuvo que honrar ese legado «implica reconocer los abusos del pasado y del presente. La discriminación, el racismo y el desprecio hacia los pueblos originarios aún persisten». El deshielo diplomático ha comenzado, muy a pesar de los reclamos de los sectores más conservadores de España.

Los gestos de acercamiento sugieren que, aunque la Corona no ha respondido la carta, el Ejecutivo español ha optado por la vía diplomática y cultural para recomponer la relación. El elefante de la política, no obstante, continúa dando rodeos, ya que la última vez que el Rey visitó México fue en diciembre de 2018, antes de la «explosiva carta del perdón».

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