El balance inflado de Donald Trump: ¿El país más ‘sexy’ del mundo o una justificación nerviosa ante la crisis?

Analizamos las exageraciones de Donald Trump sobre la economía y el empleo en su discurso a la nación de 2025. Descubre los datos reales y sus polémicas promesas.
El balance inflado de Donald Trump: ¿El país más 'sexy' del mundo o una justificación nerviosa ante la crisis?

Donald Trump, enfrentando la peor crisis de popularidad desde su regreso en enero, recurrió a un discurso televisado a la nación el miércoles 17 o 18 de diciembre de 2025. El objetivo era celebrar el primer año de su segunda presidencia, basándose en una retórica de mentiras, medias verdades y exageraciones que intentó controlar el relato de la marcha de la economía en Estados Unidos.

La autocomplacencia ante la «tormenta perfecta»

El presidente estadounidense, Donald Trump, habló con un gesto crispado e impaciente durante 18 minutos desde la Casa Blanca. El formato escogido, reservado usualmente para ocasiones trascendentales, fue utilizado para un balance de gestión que, según observadores, sonó a una nerviosa justificación de sus impotencias económicas.

Desde el inicio, Trump marcó la línea de su retórica. «Hace 11 meses, heredé un desastre», afirmó, insistiendo en culpar a su predecesor, Joe Biden. Hacia el final de su intervención, resumió sus supuestos logros desde el Despacho Oval: «En poco tiempo, hemos ido de lo peor a lo mejor», sentenció Trump, agregando sin pudor que ahora son «el país más sexy del mundo», una afirmación que asegura escuchar de todos los líderes extranjeros con los que habla.

El discurso tuvo tintes de un acto inaugural de campaña. Con las cruciales elecciones legislativas de medio mandato en noviembre próximo, en las que el Partido Republicano EE UU podría perder una o ambas Cámaras en el Capitolio, Trump se halla en medio de una «tormenta perfecta»:

  • Las encuestas no le son favorables.
  • Su base fiel, MAGA (Make America Great Again), pierde la paciencia por la atención excesiva a la política internacional en detrimento de los ideales de America First (Estados Unidos primero).
  • Los ciudadanos sienten en el bolsillo la mala marcha de la economía.

Los datos que desafían la euforia económica

El mensaje del mandatario estadounidense generó un gran trabajo para los verificadores de datos, ya que muchas de sus declaraciones estuvieron reñidas con la realidad, especialmente en materia económica:

  • Paro e Inflación: Trump presumió de la mejora en los datos del paro. Sin embargo, el desempleo ha empeorado en tres décimas con respecto a la cifra que heredó de Joe Biden, según los últimos números conocidos esta semana. Aunque aseguró que «la inflación está sujeta, los salarios suben y los precios bajan», el reporte de El País indica que la inflación se mantiene obstinada en torno al 3%, y un nuevo dato del martes reflejó el peor dato de paro desde 2021.
  • Aranceles: Trump presumió del dinero obtenido con los aranceles, a la que llamó «mi palabra favorita», argumentando que las empresas invierten en Estados Unidos para evitar tarifas. No obstante, el Tribunal Supremo está estudiando la constitucionalidad de su agresiva política comercial y podría obligarle a devolver ese dinero.
  • Desconexión: El presidente estadounidense calificó el estado de la economía con un «A+++++», lo que fue interpretado como una falta de sensibilidad o una preocupante desconexión con la realidad de sus compatriotas.

Retórica xenófoba y los fantasmas de Biden

El discurso estuvo cargado de la retórica favorita de Donald Trump: culpar al pasado y pintar un retrato apocalíptico del país antes de su regreso a los mandos. El mandatario aseguró que el gobierno anterior estaba «comandado por políticos que trabajaban para la clase rica» y se aprovechaban de Estados Unidos.

Guerra, cárteles y la frontera «segura»

Trump hizo especial énfasis en temas de seguridad y migración, atribuyendo la crisis a las políticas de Biden, quien supuestamente ponía pretextos para no cerrar la frontera:

  • Aseguró que su administración ha resuelto ocho guerras en 10 meses, incluyendo la de Gaza y la liberación de los rehenes de Israel.
  • Criticó la supuesta invasión de los peores criminales, liberados de «cárceles y sanatorios mentales» y enviados a Estados Unidos por países enemigos.
  • Aseguró que su gobierno ha diezmado a los cárteles, logrando reducir en un 94 por ciento el tráfico de drogas a Estados Unidos.
  • Concluyó que su administración ha logrado pasar de lo peor a lo mejor en la frontera, dándole seguridad a las ciudades.

Promesas de campaña con miras al 2026

El presidente estadounidense adelantó algunas de las líneas maestras para su administración durante 2026, año en el que se celebra el 250 aniversario de la independencia del país y en el que también se llevará a cabo la revisión del T-MEC y el Mundial de la FIFA.

Las promesas se enfocaron en el costo de la vida, la salud y la vivienda:

  • Vivienda: Anunció una de las reformas de vivienda “más agresivas de la historia”, pidiendo a sus compatriotas estar atentos al nuevo director de la Reserva Federal.
  • Salud y Medicamentos: Prometió que eliminará a las aseguradoras de la ecuación de los subsidios de salud («enfrentará» a aseguradores, aunque «no estarán contentos»). Aseguró que bajará el precio de los medicamentos “hasta el 600 por ciento”, a pesar de que tal cosa sea matemáticamente imposible.
  • Impuestos: Habrá resultados en materia de reducción de impuestos, anticipando una devolución de impuestos récord.
  • Militares: La novedad de su discurso fue el anuncio de un apoyo económico para el Ejército: un cheque de $1,776 o $1,756 dólares, denominado el «estipendio de los guerreros» o «dividendo del guerrero», que será girado a un millón 450 mil militares antes de Navidad.

El silencio sobre Venezuela y los frentes abiertos con México

Aunque la expectación era alta—el locutor ultraconservador Tucker Carlson había sugerido que Trump declararía la guerra a Venezuela esa noche— el presidente se limitó a señalar sus logros sin tocar la crisis venezolana ni la relación entre México y Estados Unidos.

Sin embargo, el contexto internacional sobre Venezuela sí fue abordado de pasada por las fuentes de investigación, señalando:

  • Washington está ejerciendo una creciente presión sobre Nicolás Maduro para forzar un cambio de régimen y acceder a las reservas de petróleo.
  • Esta presión se basa en un fenomenal despliegue militar en el Caribe y una campaña de asesinatos extrajudiciales que ya se ha cobrado la vida de casi 100 tripulantes de supuestas narcolanchas, bajo el pretexto de luchar contra el narcotráfico.

Respecto a México, a pesar de que Trump no abordó el tema, su administración mantiene frentes decisivos abiertos para 2026, incluyendo la próxima revisión del T-MEC, los aranceles recíprocos y la designación de cárteles mexicanos como organizaciones terroristas.

El discurso de Trump, que se limitó a celebrarse a sí mismo y a atacar a sus oponentes, confirma que el presidente está optando por una narrativa de grandezas inminentes, a pesar de que los datos económicos sugieren una desconexión preocupante con la realidad del costo de la vida. A once meses de las elecciones legislativas, la pregunta central es si esta retórica triunfalista será suficiente para persuadir a un electorado que, aunque lo eligió por promesas económicas, ya siente la obstinada inflación en el bolsillo.

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