La madrugada del sábado 1 de noviembre de 2025 trajo una nueva ola de la violencia en Michoacán que asola Tierra Caliente. Alejandro Torres Mora, sobrino del exlíder de autodefensas Hipólito Mora Chávez, fue acribillado junto a su esposa, Blanca N., en La Ruana. El crimen expone la profunda brecha entre el discurso oficial de la Fiscalía General del Estado (FGE) y la realidad criminal denunciada por la familia.
Dos narrativas en pugna sobre el doble homicidio en La Ruana
El enfrentamiento armado tuvo lugar alrededor de la 1:30 horas de la mañana del sábado 1 de noviembre de 2025, en la calle Mártires de Uruapan, cruce con Melchor Ocampo, en la tenencia de La Ruana, municipio de Buenavista Tomatlán. Alejandro Torres Mora, quien también era productor de limón, perdió la vida junto con su esposa, cuya identidad fue mencionada como Blanca N. en un comunicado de la FGE.
Policías estatales de la Guardia Civil y elementos del Ejército Mexicano resguardaron la zona, un indicio de la complejidad de los hechos. La Fiscalía General del Estado de Michoacán inició la correspondiente carpeta de investigación y procedió al traslado de los cuerpos a las instalaciones del anfiteatro.
En la escena del crimen, los uniformados aseguraron:
- Un rifle de asalto.
- Un arma corta y una pistola, que al parecer, eran propiedad de Torres Mora.
- Cinco teléfonos celulares.
- Casquillos percutidos de diversos calibres.
- Tres bolsas con polvo blanco, presuntamente drogas.
La versión oficial de la Fiscalía General del Estado
La FGE difundió un comunicado señalando una versión distinta de los hechos. De acuerdo con el informe del organismo, Torres Mora y su esposa Blanca N. fueron abatidos la noche del viernes tras presuntamente agredir a balazos a un grupo de agentes de la Guardia Civil (Policía Estatal) y del Ejército Mexicano.
La dependencia sostuvo que los uniformados repelieron el ataque y abatieron a la pareja en la calle Mártires de Uruapan. El informe también señaló que un soldado y un policía habrían resultado heridos durante la confrontación. Sin embargo, no se precisó el lugar exacto dónde quedaron los cuerpos.
Guadalupe Mora acusa encubrimiento a ‘Los Viagras’
Guadalupe Mora Chávez, tío del fallecido y jefe de Tenencia de La Ruana, desmintió categóricamente el reporte de la FGE. Afirmó que vecinos de La Ruana fueron testigos de que un grupo de sicarios del cártel de Los Viagras atacó a balazos la vivienda de su sobrino Torres Mora, por lo que acusó a la FGE de manipular el hecho.
En entrevista, Lupe Mora afirmó que fue un ataque directo y no un enfrentamiento. «Son puras mentiras lo que está diciendo la fiscalía; los que agredieron a mi sobrino y a su esposa son integrantes de Los Viagras,» advirtió.
El jefe de tenencia explicó que la agresión ocurrió al concluir una actividad cultural local. Los homicidas, según su versión, habrían ingresado a la vivienda de Alejandro Torres Mora para asesinarlo. «Aquí todo se sabe, hay muchos pobladores que vieron cuando llegaron a atacarlos, y cuando arribó el gobierno, ya estaban muertos. Con esto, la FGE está demostrando que están encubriendo a la célula delictiva», declaró. Además, señaló que se presume que uno de los agresores resultó lesionado y fue llevado a un hospital, aunque dijo ignorar de quién se trataba.
Críticas a la seguridad y el abandono institucional
Guadalupe Mora, quien constantemente alza la voz ante la violencia que protagonizan los cárteles del narcotráfico en la región, aprovechó para criticar la falta de acción gubernamental. A solo tres días de la visita de Omar García Harfuch, secretario de Seguridad Pública, quien se reunió con el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla en Apatzingán, Mora cuestionó:
«¿Dónde está la seguridad?, ¡no hay nada!, necesitamos más gobierno o nada más vino a tomarse la foto».
El jefe de tenencia sostuvo que extendió una invitación oficial a García Harfuch para que visitara La Ruana y escuchara al pueblo, pero no recibió respuesta. Además, lamentó que en la comunidad hayan quitado los filtros de seguridad «en lugar de poner más».
La estela de sangre que persigue a la familia Mora
Con la muerte de Alejandro Torres Mora, ascienden a tres los miembros de la familia Mora Chávez que han perdido la vida en ataques directos o enfrentamientos vinculados con el crimen organizado. El tío del fallecido reconoció haberse distanciado de su sobrino desde hacía tiempo, debido a que se presume que Alejandro Torres Mora se había relacionado con un grupo de la delincuencia organizada.
La muerte violenta de Torres ocurrió en medio de la disputa territorial que libran grupos criminales en Michoacán, los cuales se financian en parte mediante la extorsión a los comerciantes y los agricultores de la región.
Los asesinatos previos
La Ruana ha sido escenario de múltiples tragedias para la familia y la comunidad en meses recientes:
- Manuel Mora Torres (2014): Hijo de Hipólito Mora Chávez. Fue asesinado durante un enfrentamiento con otro grupo de autodefensa con el que tenían diferencias, presuntamente por la organización liderada por Antonio Torres, apodado ‘El Americano’.
- Hipólito Mora Chávez (junio de 2023): El exlíder de autodefensas fue asesinado a balazos junto con cuatro de sus escoltas en un atentado perpetrado por el cártel de Los Viagras en La Ruana, el 29 de junio de 2023. La FGE informó que dos camionetas les cerraron el paso y los rafaguearon; no satisfechos con eso, sustrajeron los cuerpos y al cadáver de Hipólito Mora le prendieron fuego.
- Bernardo Bravo Manríquez (20 de octubre de 2025): Hace apenas unos días, Bravo Manríquez, presidente de la asociación de citricultores del Valle de Apatzingán, fue asesinado por presuntos sicarios de Los Viagras tras denunciar la extorsión a productores de limón.
El dominio de Los Viagras en Tierra Caliente
Los informes señalan que el grupo criminal Los Viagras ha operado en la región durante años. Hipólito Mora había denunciado de manera recurrente el asedio que vivía La Ruana por parte de este grupo. La zona es un constante campo de batalla donde la violencia persiste a través del uso de explosivos, drones, vehículos blindados y ataques a civiles.
A pesar de que las rutas y caminos de acceso a La Ruana han sido objeto de ataques con explosivos, las autoridades de la FGE de Michoacán no han hecho público un reporte detallado sobre el número de agresores ni su identificación en el caso más reciente. En junio de 2025, Guadalupe Mora solicitó la intervención de organismos internacionales al afirmar que la población «vive bajo el terror de un conflicto armado» sin auxilio institucional.
El asesinato de Alejandro Torres Mora y su esposa, envuelto en presuntas ligas criminales y contradicciones oficiales, es la confirmación de una espiral de impunidad donde la versión del Estado choca violentamente con el testimonio de los ciudadanos. En La Ruana, nadie está a salvo. ¿Qué costo tendrá para el Estado mexicano seguir permitiendo que la narrativa criminal dicte la vida y muerte en violencia Michoacán Hipólito Mora?










