El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, confrontó un palpable vacío y un creciente aislamiento en la Asamblea General de la ONU este viernes, 26 de septiembre de 2025, en Nueva York. Su discurso desafiante, marcado por la retirada masiva de delegados, reiteró su rotunda negativa a la creación de un estado palestino, profundizando las grietas con la comunidad internacional.
Un discurso en medio del vacío y el aislamiento internacional
Rodeado de críticos y manifestantes en la sede de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Benjamín Netanyahu subió al estrado en un escenario de evidente aislamiento. Docenas de delegados de varias naciones abandonaron en masa el salón cuando el primer ministro israelí comenzó su alocución. Esta retirada masiva dejó filas de asientos vacíos en la Asamblea General.
Netanyahu lanzó duras críticas contra las naciones que, según él, han “librado una guerra política y legal” contra su país. Durante su intervención, se escucharon abucheos en algunos sectores de la sala, mientras que otros respondieron con aplausos. Un detalle revelador de este distanciamiento fue la limitada presencia de altos funcionarios de potencias mundiales como Estados Unidos y el Reino Unido, cuyas secciones se llenaron con diplomáticos de menor rango, a pesar del apoyo de la delegación estadounidense a la campaña de Netanyahu contra Hamas.
El primer ministro israelí ofreció este discurso desafiante en un momento en que enfrenta una orden de arresto por crímenes de guerra emitida por la Corte Penal Internacional.
La postura inquebrantable sobre el estado palestino
Ante el foro global, Benjamín Netanyahu rechazó de forma tajante la idea de conceder un Estado a los palestinos. Declaró categóricamente que “darles a los palestinos un estado, es como darle un estado a Al Qaeda después de los atentados del 11 de septiembre, no lo vamos a hacer”.
Asimismo, afirmó que su nación “debe terminar la tarea” contra Hamas en Gaza, reiterando que Israel continuará la lucha y “terminará el trabajo” de eliminar a esta milicia. Envió un mensaje directo a los líderes mundiales que han reconocido recientemente la soberanía palestina: “No vamos a permitir que nos impongan un estado terrorista por la fuerza”. Respecto a estas decisiones, aseveró: “Su vergonzosa decisión alentará el terrorismo contra los judíos y contra personas inocentes en todas partes”.
La creciente presión global y las acusaciones de antisemitismo
El discurso de Benjamín Netanyahu tuvo lugar en un contexto de creciente presión internacional para que ponga fin a la devastadora guerra en Gaza, un conflicto que está por entrar en su tercer año. Este aislamiento se ha intensificado a raíz de su negativa a detener la escalada bélica.
En los últimos días, países como Australia, Canadá, Francia y el Reino Unido, entre otros, anunciaron su reconocimiento de un Estado palestino independiente. La Unión Europea también está considerando la imposición de aranceles y sanciones a Israel. Este mismo mes, la asamblea de la ONU aprobó una resolución no vinculante que insta a Israel a comprometerse con una nación palestina independiente, una posibilidad que Netanyahu ha calificado de imposible.
El primer ministro israelí, a su vez, acusó habitualmente a sus críticos de antisemitismo, afirmando que “el antisemitismo es difícil de erradicar. De hecho, no desaparece en absoluto”.
Estrategias de comunicación y diplomacia pública
Durante su intervención, Benjamín Netanyahu mostró un mapa de la región titulado “La Maldición”, que marcó con un rotulador. Subió al podio con un pin que contenía un código QR, el cual conducía a un sitio web sobre el 7 de octubre, creado específicamente para la diplomacia pública internacional. Los miembros de su delegación, ministros y acompañantes también llevaban pins idénticos.
Además, Netanyahu elogió con frecuencia al presidente Donald Trump, su principal aliado en su estrategia política y militar en la región. En un intento por amplificar su mensaje, el ejército instaló altavoces en la frontera entre Israel y Gaza para asegurar que los gazatíes escucharan su discurso. La oficina del primer ministro también anunció una “operación sin precedentes” para hacerse cargo de los teléfonos móviles de los residentes de Gaza y de los operativos de Hamas, con el fin de transmitir el discurso en directo a través de ellos. Sin embargo, no quedó claro de inmediato si esto ocurrió ni en qué medida.
Hamas denuncia el «aislamiento» de Israel y exige justicia
El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) reaccionó al discurso de Netanyahu asegurando que la acción de las numerosas delegaciones de abandonar la Asamblea General demuestra el “aislamiento” de Israel a nivel internacional.
Taher al Nunu, portavoz de la milicia palestina, afirmó en un comunicado que “el boicot de las delegaciones a su discurso es una manifestación del aislamiento de Israel y de las consecuencias de su guerra de exterminio”. Al Nunu fue más allá, indicando que Benjamín Netanyahu debería estar en prisión por ser un “criminal de guerra” en lugar de en la sede de Naciones Unidas. Finalizó haciendo un llamado a los líderes mundiales: “Detener la guerra y castigar a la entidad sionista (Israel) es la postura moral y humanitaria que se exige”.