
La violencia alcanzó las entrañas del gobierno capitalino. La mañana se rompió cuando Omar García Harfuch, visiblemente afectado, interrumpió su participación en la conferencia presidencial para dar una noticia que estremece a la política en la Ciudad de México: el asesinato de dos personas clave en el círculo más cercano de Clara Brugada.
El crimen que paralizó la agenda nacional
La escena fue tan tensa como inesperada. En plena “mañanera”, con el país atento a los temas de seguridad, Omar García Harfuch, actual Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, recibió una llamada. Pocos minutos después abandonó la conferencia sin ofrecer explicación pública inmediata. La razón era devastadora: la ejecución de Ximena Guzmán, secretaria particular de Clara Brugada, y José Muñoz, uno de sus asesores más cercanos.
Un mensaje directo al corazón político de la CDMX
La ejecución de Guzmán y Muñoz no es solo un hecho trágico; es una señal directa hacia la estructura de poder de la Ciudad de México. Clara Brugada, actual jefa de gobierno y figura clave del lopezobradorismo en la capital, pierde a dos integrantes vitales de su equipo en circunstancias aún no esclarecidas.
¿Quiénes eran las víctimas?
Ximena Guzmán: la mujer de confianza
Como secretaria particular, Guzmán era el enlace directo entre Brugada y múltiples actores políticos, sociales y administrativos. Su rol no solo era administrativo; era estratégico. Su asesinato representa un golpe a la operatividad inmediata del despacho capitalino.
José Muñoz: asesor de tiempo completo
Muñoz no era solo un asesor más. Era parte del núcleo estratégico de Brugada, especialmente en momentos clave de negociación política y toma de decisiones. Su pérdida debilita el andamiaje político que se construye de cara al proceso de transición en la CDMX.
🚨 ÚLTIMA HORA 🚨 La secretaria particular y el asesor de Clara Brugada fueron asesinados durante un ataque directo cuando circulaban en Xola y calzada de Tlalpan, en la alcaldía Benito Juárez ‼️
— Edgar Ledesma (@ledesma13) May 20, 2025
👇Momentos en que Omar García Harfuch le informa a la presidenta del atentado y se… pic.twitter.com/lFaAlDVQIH
El silencio oficial y las preguntas urgentes
Hasta el momento, las autoridades no han revelado los móviles detrás del crimen. El hermetismo alimenta la especulación: ¿se trató de un mensaje político? ¿Está vinculado con pugnas internas o con fuerzas externas que buscan desestabilizar?
La reacción institucional
Las primeras acciones han sido cautelosas. Elementos de seguridad se concentraron en el lugar de los hechos, pero no se ha dado una narrativa oficial sobre cómo y por qué ocurrió el doble homicidio. La falta de información inmediata ha generado incertidumbre incluso al interior del gobierno.
El efecto político: Brugada en la mira
Clara Brugada enfrenta ahora un desafío que va más allá de la gestión pública. La ejecución de su secretaria y asesor impacta en su liderazgo, su capacidad de respuesta y su relación con la ciudadanía. ¿Está preparada su administración para una crisis de este calibre?
Sheinbaum y Harfuch: entre la seguridad y la sucesión
La escena en la mañanera expuso una vulnerabilidad institucional. Harfuch, quien tiene vínculos cercanos tanto con Sheinbaum como con Brugada, no pudo ocultar la gravedad del asunto. La cadena de mando se activó en vivo y en directo, dejando claro que el crimen toca directamente a los niveles más altos del poder en la capital.
¿Un aviso previo a la sucesión?
En tiempos de definiciones electorales, los mensajes violentos adquieren múltiples lecturas. La CDMX es un bastión clave para el obradorismo, y cualquier golpe a su estructura puede alterar el equilibrio político nacional.
Riesgo para la gobernabilidad
El asesinato de colaboradores de alto nivel no solo afecta la operación del gobierno, sino que lanza señales preocupantes sobre el alcance de grupos criminales, su capacidad de infiltración y su interés en influir en el tablero político.
Violencia con mensaje
Lo ocurrido no es un crimen común. Es una ejecución con implicaciones políticas profundas, que exige respuestas rápidas y transparentes. El silencio institucional no puede ser la respuesta ante un hecho que apunta al corazón del poder en la Ciudad de México.
La muerte de Ximena Guzmán y José Muñoz es una herida abierta para la administración de Brugada y un recordatorio brutal de que la violencia no respeta jerarquías ni lealtades políticas. La pregunta que queda en el aire es: ¿quién sigue?