
La economía mexicana coquetea peligrosamente con la recesión. Un análisis del Inegi revela 21 meses consecutivos de contracción, un período sombrío que evoca los fantasmas económicos de 2018-2020. ¿Estamos al borde del abismo, o existe un resquicio de esperanza en el horizonte económico?
El Inegi Alerta: Decrecimiento Persistente
El Sistema de Indicadores Cíclicos (SIC) del Inegi pinta un panorama preocupante:
- Abril en rojo: Se observa un decrecimiento económico.
- Mayo titubea: Los primeros datos sugieren un crecimiento mínimo.
- Indicador Coincidente: Se sitúa en 99.6 puntos, por debajo de la tendencia a largo plazo, con una disminución de 0.05 puntos respecto a marzo.
Este declive marca la vigésima primera contracción mensual consecutiva, un récord solo superado por el período entre septiembre de 2018 y mayo de 2020.
Desglose del Descenso: Los Sectores Afectados
Tres de los seis componentes del indicador coincidente reportaron caídas significativas en abril:
- Actividad industrial: Descendió un 0.06 por ciento.
- Ventas al menudeo: Cayeron un 0.05 por ciento.
- Trabajadores asegurados en el IMSS: Disminuyeron un 0.08 por ciento.
Factores Contradictorios: Luces y Sombras en la Economía
Mientras la tasa de desocupación urbana aumentó ligeramente (0.16 por ciento), el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) creció marginalmente (0.04 por ciento). Las importaciones totales se mantuvieron sin variación.
¿Recesión Inminente o Falsa Alarma?
El indicador Adelantado, que anticipa los cambios económicos, se ubicó en 99.8 puntos en mayo, revirtiendo la caída anterior y mostrando un posible punto de inflexión en abril de 2025, según Julio Santaella, ex presidente del Inegi.
Sin embargo, la persistente contracción sugiere que la economía mexicana podría estar entrando en una fase de recesión, a pesar de haber evitado esta posibilidad en el primer trimestre del año.
¿Será este el inicio de una nueva crisis económica, o un bache temporal en el camino hacia la recuperación?