En el cruce del estrellato cinematográfico y la cruda realidad de las artes marciales mixtas, dwayne johnson ‘La Roca’ se transforma para dar vida a mark kerr. La esperada película, ‘La máquina, the smashing machine’, desentierra la fascinante y trágica odisea de una leyenda de la UFC, prometiendo una inmersión profunda en su compleja trayectoria.
La máquina, The Smashing Machine: Un viaje a la esencia de Mark Kerr
Dwayne ‘La Roca’ johnson, en un papel casi irreconocible gracias a prótesis faciales, asume el desafío de interpretar a mark kerr, una de las figuras más cautivadoras y trágicas de las artes marciales mixtas. La cinta, producida por el estudio independiente A24 y escrita y dirigida por benny safdie, codirector de ‘Diamantes en bruto’, se inspira directamente en el documental de HBO de 2002, también titulado ‘The smashing machine’.
El tráiler de la película, cuya premiere en méxico fue el 7 de octubre de 2025, ya reveló que la película se ceñirá estrechamente a su fuente de inspiración, llegando incluso a recrear una de las escenas más famosas y recordadas de la obra original. En ella, mark kerr es visto en una sala de espera, antes de un examen médico, conversando con una mujer mayor. Su diálogo sobre el origen de sus lesiones desemboca en un debate sobre la naturaleza violenta de las peleas de la UFC. La mujer cuestiona: «¿Se odian entre ustedes?», a lo que kerr responde contundentemente: «Absolutamente no».
La ascenso y ocaso de Mark Kerr
El verdadero mark kerr, hoy de 56 años, nació en toledo, ohio, el 21 de diciembre de 1968, siendo el menor de siete hijos de padre irlandés y madre puertorriqueña. A los 12 años, sus padres lo enviaron a vivir con su hermano mayor, michael, en davenport, iowa, con la directriz de mantenerlo ocupado a través del deporte.
El inicio de una carrera legendaria
A los 15 años, mientras cursaba el bachillerato en iowa, mark kerr inició su carrera como luchador. Posteriormente, ingresó a la universidad de siracusa, en nueva york, donde se destacó como campeón de lucha libre y representó a su país en la copa del mundo y en el campeonato mundial de la disciplina. Kerr también formó parte del team foxcatcher, el equipo financiado por el polémico multimillonario john du pont, cuya relación con los atletas y el asesinato del luchador dave schultz inspiraron la película ‘Foxcatcher’ (2014).
Tras quedarse a un paso de clasificar a los juegos olímpicos de 1996, kerr volcó su carrera hacia las artes marciales mixtas (MMA). Su debut competitivo se produjo en enero de 1997, en brasil, durante el campeonato mundial de vale tudo, donde se coronó campeón tras derrotar a tres rivales en una sola noche. El dominio absoluto que ejercía sobre sus oponentes, gracias a su técnica de lucha de élite combinada con potentes golpes en el suelo, le valió el apodo de ‘The smashing machine’ (La máquina de aplastar). Nueve de sus primeros once combates terminaron en menos de 184 segundos. john hyams, director del documental ‘The smashing machine’, recordaría: «No creo que a mark le gustara hacer daño a la gente, pero se le daba muy bien. Creo que eso formaba parte de su lucha interna».
El éxito en brasil le abrió las puertas a una invitación para competir en el ultimate fighting championship (UFC) en alabama ese mismo año. En una etapa temprana de la organización, fundada en 1993, kerr se convirtió rápidamente en una de sus primeras grandes estrellas. En aquel entonces, el uso de esteroides era habitual en el torneo. Pese a su popularidad, la UFC era altamente controvertida, con iniciativas políticas para prohibirla, rechazo de las principales ciudades para organizar eventos y una creciente desaparición de la cobertura televisiva.
La caída de un gigante: Éxito, adicciones y el precio de la gloria
En busca de un ingreso más estable y lucrativo, mark kerr viajó a japón para competir en el PRIDE fighting championship, donde los eventos a menudo reunían a más de 50 mil espectadores. Según sus cálculos, ganó alrededor de 1.8 millones de dólares durante su paso por el circuito japonés, una cifra extraordinaria para las artes marciales mixtas de aquella época. Con esas ganancias, kerr adquirió una casa «increíblemente cara» en santa mónica, california, además de su vivienda en phoenix, y dos automóviles en cada lugar.
Kerr reconocería más tarde: «Necesitaba al menos tres combates al año para mantener ese estilo de vida. Bajé el ritmo a un combate anual y no me mostré agresivo en las renegociaciones con pride. Llegué al agotamiento y ya no tenía tantas ganas de pelear. El dinero se acaba. Si fueran 100 millones sería distinto. Yo bromeaba con la gente: si mike tyson pudo gastar 300 millones de dólares, yo podía gastar un millón».
Aunque se convirtió en una de las máximas estrellas del circuito japonés, las constantes lesiones lo empujaron hacia una dependencia cada vez más fuerte de los analgésicos, lo que marcaría el inicio de su declive personal. «Cada vez que se acercaba un combate estaba bastante asustado», recordó el luchador de MMA mark coleman al hablar de la etapa de mark kerr en japón. Según él, «toda la situación lo intimidaba y probablemente eso fue lo que lo llevó a consumir analgésicos».
En el documental ‘The smashing machine’, se mostraron imágenes explícitas de mark kerr inyectándose narcóticos en un intento por adormecer el dolor de las lesiones. Su entonces novia, y posteriormente esposa, dawn —personaje que en la adaptación cinematográfica interpretará emily blunt—, le rogó que iniciara un proceso de desintoxicación. La pareja tuvo un hijo, bryce, en 2005. Sin embargo, la relación se quebró un año más tarde y el matrimonio terminó en divorcio poco después.
En 1999, mark kerr fue hospitalizado tras sufrir una sobredosis de narcóticos, aunque regresó al octágono al año siguiente. Después del estreno del documental en 2002, continuó peleando de manera esporádica durante gran parte de la década. Sus últimos cinco combates terminaron en derrota, incluido un enfrentamiento en 2009 en el que fue noqueado en apenas 25 segundos.
Redención y legado: El reconocimiento póstumo en vida
Un año más tarde, en 2010, kerr anunció que estaba «retirado en un 99.9%» y reveló que había retomado sus estudios con la intención de ingresar al sector de las ventas farmacéuticas. Para 2015, su vida había dado un giro radical: trabajaba en un concesionario de automóviles toyota.
En 2019, kerr reveló a través de una campaña en gofundme que llevaba tres años enfrentando una neuropatía periférica. Según explicó, su situación se complicaba por el historial de adicciones, ya que «la medicación para el dolor no era una opción».
Durante el UFC 316, celebrado en junio de 2025, se anunció que kerr sería incorporado al «ala pionera» del salón de la fama del UFC, en el marco de la semana internacional de la lucha en las vegas. El encargado de darle la noticia fue dwayne johnson, quien escribió en instagram para conmemorar el reconocimiento: «Mark fue uno de los mejores luchadores del planeta y, en ese mismo tiempo, sufrió dos sobredosis mientras luchaba contra sus adicciones fuera de la jaula. Hoy, mark es un pilar de esperanza para quienes se aferran a la fe y combaten sus propios demonios: un día, una hora, un minuto a la vez. Te quiero, hermano, y gracias por vivir tu vida —porque tu vida ha cambiado la mía».
La historia de mark kerr es un poderoso recordatorio de que detrás de cada leyenda deportiva, y más allá del brillo de la pantalla, se esconde una compleja batalla humana. Su inclusión en el salón de la fama del UFC, inmortalizada por la interpretación de dwayne johnson, invita a reflexionar sobre el precio de la gloria y la incansable lucha por la redención personal.