La sombra de la tragedia vuelve a cernirse sobre la dinastía Kennedy. Tatiana Schlossberg, nieta del expresidente John F. Kennedy, reveló su lucha contra el cáncer terminal en un emotivo ensayo, donde no solo expuso su dolor, sino que lanzó una crítica directa a su primo, Robert F. Kennedy Jr., secretario de Salud.
La nieta de John F. Kennedy y la lucha contra la leucemia
Tatiana Schlossberg, periodista ambiental de 35 años, confirmó este sábado, 22 de noviembre de 2025, que padece cáncer terminal, con un pronóstico médico de menos de un año de vida. La revelación se hizo pública a través de un ensayo conmovedor en The New Yorker, publicado precisamente en el 62º aniversario del asesinato de su abuelo, John F. Kennedy.
El diagnóstico de la enfermedad, a sus 34 años, llegó en mayo de 2024, poco después de que diera a luz a su hija. Un médico notó que su conteo de glóbulos blancos era elevado, lo que confirmó la presencia de:
- Leucemia mieloide aguda (LMA): Un padecimiento que, según Schlossberg, se observa principalmente en personas mayores.
- Mutación rara: La leucemia fue identificada con una anomalía genética conocida como Inversión 3, una mutación poco común presente en menos del 2% de los casos de LMA.
Schlossberg, quien es la segunda hija de la exembajadora de Estados Unidos, Caroline Kennedy, y el diseñador Edwin Schlossberg, relató la incredulidad inicial ante la noticia. La periodista estaba embarazada de nueve meses cuando se diagnosticó el cáncer. En el ensayo, recuerda: “No podía —no quería— creer que estaban hablando de mí. El día anterior había nadado 1,6 kilómetros en la piscina, embarazada de nueve meses. No estaba enferma. No me sentía enferma. De hecho, era una de las personas más sanas que conocía”.
El arduo proceso de tratamiento y las secuelas
El arduo proceso de tratamiento ha exigido un nivel de resiliencia extraordinario por parte de la nieta de John F. Kennedy. Hasta la fecha, Tatiana Schlossberg ha pasado por un arduo tratamiento, que incluyó:
- Varias rondas de quimioterapia. Tras dar a luz en el hospital Columbia Presbyterian, tuvo que quedarse otras cinco semanas más para recibir quimioterapia.
- Dos trasplantes de células madre/médula ósea en el Memorial Sloan Kettering: El primero con células de su hermana y el siguiente proveniente de un donante no relacionado.
- Participación en dos ensayos clínicos. Fue durante el último ensayo cuando su médico le dio el pronóstico: “podría mantenerme con vida por un año, tal vez”.
Por si esto no fuera suficiente, en septiembre, Schlossberg fue diagnosticada con una forma del virus de Epstein-Barr. Esta complicación “afectó gravemente mis riñones”, lo que la obligó a aprender a caminar de nuevo.
La periodista, quien está casada con el doctor George Moran (a quien conoció en la Universidad de Yale), tiene dos hijos: Edwin de 3 años, y una hija de 1 año (o de un año y medio). Ha escrito sobre su miedo a que no la recuerden y la tristeza de no poder seguir viviendo la «maravillosa vida» que tenía con su esposo.
El ataque ideológico a Robert F. Kennedy Jr.
El ensayo de Tatiana Schlossberg desvela una profunda división política y personal dentro del clan Kennedy al lanzar una crítica directa a su primo, Robert F. Kennedy Jr. (RFK Jr.), confirmado como secretario de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos. RFK Jr. es un crítico de las vacunas desde hace mucho tiempo.
Schlossberg describió haber pasado por el tratamiento mientras su primo asumía el cargo, después de haberse postulado a la Presidencia como independiente, pero, según su percepción, “sobre todo como una vergüenza para mí y para el resto de mi familia directa”.
Tatiana Schlossberg, quien pasó más y más tiempo de su vida “bajo el cuidado de médicos, enfermeras e investigadores que se esfuerzan por mejorar la vida de los demás”, expuso una severa crítica a las políticas de su primo. En el ensayo, afirmó que vio “cómo Bobby recortó casi 500.000 millones de dólares para la investigación en vacunas de ARNm, tecnología que podría usarse contra ciertos tipos de cáncer”. Es un detalle crucial que Caroline Kennedy, madre de Tatiana y exembajadora de Estados Unidos, hizo un llamado público a los senadores para rechazar la confirmación de RFK Jr.
La incertidumbre del sistema de salud y la maldición de la familia
La periodista ambiental se licenció en Historia en la Universidad de Yale en 2012 y, posteriormente, obtuvo un máster en Historia de Estados Unidos en la Universidad de Oxford. Durante varios años, escribió para el Times y The New York Times sobre medio ambiente y cambio climático, y en 2019 publicó su primer libro, Consumo Inconspicuo: El impacto ambiental que no sabes que tienes.
En medio de su lucha contra la enfermedad, Schlossberg experimentó la inestabilidad del sistema de salud estadounidense cuando el Gobierno de Trump decidió retirar el financiamiento federal a la Universidad de Columbia por presunto antisemitismo en los campus. Los médicos del NewYork-Presbyterian/Columbia University Irving Medical Center, donde estaba siendo tratada, dudaron si sus puestos de trabajo y las investigaciones se verían afectados. “De repente, el sistema de salud en el que confiaba se sintió tenso, inestable”, escribió. Más tarde, la universidad llegó a un acuerdo con el Gobierno de Trump para restablecer el financiamiento.
La periodista lamenta profundamente agregar una nueva tragedia a la historia familiar, que incluye los asesinatos de su abuelo, John F. Kennedy (1963), y su tío abuelo, el exsecretario de Justicia Robert F. Kennedy (1968).
Sus hermanos, Rose Schlossberg (cineasta, guionista y productora de 37 años) y Jack Schlossberg (abogado y escritor de 32 años, quien a principios de ese mes anunció su candidatura a las primarias demócratas para el Congreso), han sido un pilar fundamental. Han estado ayudando a ella y a su esposo a criar a los niños y han “sostenido mi mano sin titubear mientras yo sufría, tratando de no mostrarme su dolor y tristeza para protegerme”.
En su ensayo, Tatiana concluye con una reflexión sobre el peso de la historia familiar: “Durante toda mi vida, he intentado ser buena, ser una buena estudiante, una buena hermana y una buena hija, y proteger a mi madre y nunca hacerla sentir molesta o enojada. Ahora he sumado una nueva tragedia a su vida, a la vida de nuestra familia, y no hay nada que pueda hacer para evitarlo”.
La declaración de Tatiana Schlossberg no solo pone en primer plano la cruda realidad del cáncer terminal y la complejidad de las luchas médicas, sino que también desvela una herida profunda e ideológica en la familia Kennedy, demostrando que, incluso en el círculo rojo, la salud pública y la política se entrelazan de la manera más personal y dolorosa. ¿Podrá este testimonio cambiar el curso del debate sobre la financiación de la investigación médica en Estados Unidos?










