
Redacción
- “El turismo crece, pero los derechos laborales se encogen”: Velazco y Ricalde denuncian precariedad en el sector turístico de Quintana Roo
- Salarios insuficientes, discriminación por edad y el modelo de “todo incluido” están deteriorando la calidad de vida de quienes sostienen la industria.
- Exigen un nuevo modelo de desarrollo que priorice al trabajador, no solo al turista ni a las grandes cadenas hoteleras.
Cancún.— En el marco del Día Internacional del Trabajo, representantes políticos de Quintana Roo advirtieron sobre el deterioro sostenido en las condiciones laborales de quienes integran el sector turístico, una de las principales actividades económicas del estado. Coinciden en que el modelo de desarrollo vigente ha priorizado el crecimiento económico y la generación de empleos en términos numéricos, pero ha desatendido la calidad de vida y los derechos laborales de quienes sostienen la industria.
El diputado local Ricardo Velazco señaló que, a pesar de los discursos oficiales, la lucha por mejorar las condiciones de los trabajadores turísticos sigue siendo una tarea pendiente y vigente. “Los salarios en el sector turístico ya no son lo que eran en la época de bonanza del siglo pasado. Antes, con lo que ganaban, los trabajadores podían acceder a una vivienda, a prestaciones sociales. Hoy, eso es impensable”, expresó.
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Según Velazco, parte de ese deterioro se aceleró con la expansión del modelo “todo incluido”, el cual —dijo— ha reducido el ingreso directo de los empleados, al restringir el manejo de las propinas mediante acuerdos entre sindicatos y empresas hoteleras. “Es un modelo que, además de precarizar el salario, se ha convertido en un entorno laboral discriminatorio, especialmente para personas mayores de 40 años. Las cifras del INEGI muestran que la edad promedio de los trabajadores del sector es de 36 años, lo que evidencia un sesgo que deja fuera a quienes podrían seguir aportando experiencia y capacidad”, advirtió.
En la misma línea, el exalcalde de Cancún, Julián Ricalde, aseguró que en Quintana Roo existe una contradicción grave: mientras se presume el crecimiento del turismo, las condiciones de quienes lo hacen posible se degradan. “Sí, ha habido crecimiento en los desarrollos turísticos, y sí, se han generado empleos. Pero no hay calidad. Cada vez se pierde más el valor adquisitivo de los trabajadores”, dijo.
Ricalde también criticó con dureza el modelo de “todo incluido”, al que calificó como una forma de explotación moderna. Señaló que las grandes cadenas hoteleras extranjeras concentran la mayor parte de las ganancias, dejando poco beneficio en el país y condiciones laborales mínimas para el personal. “El gobierno federal ya tuvo que intervenir. Desde el Congreso se legisló para que se garantice el pago de un salario a meseros y trabajadores de restaurantes, porque en muchos casos iban solo por propinas”, explicó.
Más allá del aspecto salarial, Ricalde advirtió sobre los efectos urbanísticos y sociales de este modelo económico. “Se están construyendo ciudades fragmentadas, sin servicios, que alejan cada vez más al trabajador de su centro de empleo. Este modelo está agotado. El actual gobierno estatal prometió cambiarlo por otro que ponga al trabajador al centro y que priorice el desarrollo humano. Ojalá se cumpla”, concluyó.
Ambos coincidieron en que este 1 de mayo, más que una celebración, debe servir para reivindicar los derechos de la clase trabajadora del sector turístico en Quintana Roo, que sostiene a una de las industrias más lucrativas del país, pero que continúa enfrentando precariedad, discriminación y falta de acceso a una vida digna.