
Leslie Gordillo
CANCÚN.- Este fin de semana se conmemoró el Día Nacional del Ajolote en el Acuario Interactivo de Cancún, como cada 1 de febrero, hogar de más de 70 ejemplares de ajolote mexicano (Ambystoma mexicanum) con grandes y chicos aprendiendo más de la especie a través de actividades manuales.
Los asistentes pudieron conocer en directo a estas salamandras endémicas del Valle de México, el ajolote mexicano que se encuentra en peligro crítico de extinción, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), debido a la pérdida de hábitat en Xochimilco en la Ciudad de México, la contaminación de éste y a la introducción de peces depredadores como la tilapia y la carpa.
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“Dar a conocer a los ajolotes mexicanos es una de las medidas de conservación que se recomiendan, ya que de esta manera el público se interesa más y puede exigir a las partes interesadas en aumentar las acciones para la protección del hábitat y la especie. En tanto, las instituciones zoológicas modernas, como Delphinus y el Acuario Interactivo de Cancún ganan tiempo para los ajolotes al exhibirlos al público para educarlo, darles condiciones de bienestar animal y reproducirlos para asegurar la permanencia de la especie”, compartió Miguel Canseco, director de Responsabilidad y comunicación de Delphinus.
El ajolote mexicano (Ambystoma mexicanum) es un anfibio único, conocido tanto por su apariencia como por sus habilidades extraordinarias. Su cuerpo es alargado y puede medir entre 15 y 30 centímetros. Una de sus características más distintivas son las branquias externas, que parecen penachos rojizos o rosados a los lados de su cabeza, dándole una apariencia peculiar. Su piel, lisa al tacto, puede ser de diversos colores, como negro, marrón, blanco o leucístico y albinos, e incluso presentar patrones moteados.
Una de las habilidades más notables del ajolote es su capacidad de regeneración, puede reconstruir extremidades, órganos internos, la médula espinal e incluso partes de su cerebro y corazón, un fenómeno que ha despertado el interés de la comunidad científica a nivel mundial. Además, los ajolotes tienen una respiración mixta, ya que pueden absorber oxígeno a través de sus branquias, pulmones y piel, lo que les permite adaptarse a diferentes condiciones acuáticas.
El ajolote es un ejemplo de neotenia, ya que conserva características larvales durante toda su vida adulta, como las branquias externas y su permanencia en el agua, aunque en circunstancias extremas pueden completar su metamorfosis y adoptar una forma terrestre.