
Redacción/CARIBE PENINSULAR
KANTUNILKÍN.- El caso de Fernando Hermosillo Curiel y Osberth Valle se ha convertido en una señal de alerta para la seguridad empresarial en el norte de Quintana Roo. La detención de tres presuntos implicados, uno de ellos menor de edad, deja al descubierto una red de vigilancia criminal en Lázaro Cárdenas.
Contexto de una desaparición que pone en jaque al Caribe Mexicano
La mañana del 10 de abril, los empresarios Fernando Hermosillo Curiel, originario de Chiapas, y Osberth Valle, de Campeche, desaparecieron sin dejar rastro en Kantunilkín, cabecera del municipio de Lázaro Cárdenas. La última comunicación con sus familias se dio horas antes de ingresar al pueblo. Desde entonces, nada.
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Siete días después, el 15 de abril, la Fiscalía General del Estado de Quintana Roo, en conjunto con la Guardia Nacional, desplegó un operativo en la zona, logrando la detención de tres personas presuntamente vinculadas con el caso. Uno de ellos es un menor de tan solo 16 años, identificado como José “N”.
El papel de los halcones en la desaparición
Según informó el fiscal general Raciel López Salazar, los detenidos Gabriel “N”, Venancio y José “N” operaban como halcones: vigilaban y reportaban movimientos de autoridades y personas ajenas al municipio a un grupo delictivo que aún no ha sido identificado públicamente.
Estas funciones, aunque indirectas, colocan a los sospechosos como piezas clave en la red de inteligencia criminal que pudo haber facilitado o ejecutado la desaparición.
Cateos y hallazgos: el rastro que dejó el Jetta
El mismo día del operativo, se localizó en la comunidad de Valladolid Nuevo el automóvil en el que se transportaban Hermosillo Curiel y Valle: un Volkswagen Jetta. Este hallazgo es el único indicio físico concreto que conecta a los empresarios con el territorio tras su desaparición.
Las colonias intervenidas
Durante los cateos, se revisaron viviendas en las colonias Miguel Borge Martín, Xamankah, Expo y la Colonia Centro. En estos puntos, conocidos por su cercanía con rutas de ingreso al municipio, los agentes aseguraron drogas y detuvieron a los presuntos halcones. La Fiscalía no ha revelado si en estos domicilios se encontraron objetos personales de las víctimas.
El manejo del caso: información parcial y reserva oficial
Hasta el momento, no se ha emitido información sobre el paradero de Fernando Hermosillo Curiel ni de Osberth Valle. La Fiscalía ha indicado que mantiene ciertos datos en reserva para no entorpecer las labores de inteligencia.
Esta estrategia, aunque entendible en términos judiciales, ha generado incertidumbre entre familiares, empresarios y ciudadanos de la región, quienes observan con preocupación la creciente actividad del crimen organizado en zonas antes consideradas “tranquilas”.
¿Qué implica la detención de un menor?
El caso de José “N” ha abierto una discusión paralela: la participación de adolescentes en estructuras criminales. El menor fue turnado al juez de control especializado en justicia para adolescentes, quien determinará su situación jurídica. A diferencia de los adultos, el proceso del menor se maneja con criterios diferenciados, aunque la Fiscalía ya señaló su presunta participación activa.
La violencia silenciosa en Lázaro Cárdenas
Aunque no forma parte del corredor turístico principal, Lázaro Cárdenas ha ganado notoriedad en los últimos años por ser punto de tránsito de actividades ilícitas. La cercanía con zonas selváticas, caminos secundarios y baja presencia de cuerpos de seguridad ha hecho del municipio un terreno fértil para grupos delictivos.
La expansión criminal en zonas rurales
El caso Hermosillo Curiel revela una dinámica preocupante: las redes delictivas ya no operan exclusivamente en polos turísticos o urbanos. Su presencia se ha expandido a comunidades rurales, aprovechando la poca visibilidad mediática y estatal. Kantunilkín, a solo dos horas de Cancún, podría estar funcionando como nodo logístico de operaciones más grandes.
Silencio oficial, voces familiares
Hasta ahora, ni familiares ni socios de los desaparecidos han dado declaraciones públicas amplias. Sin embargo, medios locales han reportado que la angustia y el temor predominan entre allegados, que ven cómo las horas pasan sin noticias concretas.
Exigen resultados
Sectores empresariales de Campeche y Chiapas han manifestado su preocupación por la falta de resultados tangibles. La presión empieza a trasladarse al gobierno de Quintana Roo, especialmente a la Fiscalía, que ha optado por una estrategia hermética mientras avanza la investigación.
¿Qué sigue en el caso Fernando Hermosillo Curiel?
Con la detención de tres personas, la recuperación del vehículo y la localización de puntos clave en las colonias de Kantunilkín, las autoridades tienen piezas importantes del rompecabezas. Pero la principal sigue faltando: ¿dónde están Fernando Hermosillo Curiel y Osberth Valle?
Las líneas de investigación abiertas
Aunque oficialmente no se ha detallado el móvil de la desaparición, el contexto apunta a una posible extorsión, secuestro o intervención ligada a disputas territoriales. La presencia de halcones sugiere que los empresarios pudieron haber sido identificados como “externos” y seguidos desde su llegada.
Un caso que visibiliza un problema mayor
La desaparición de Fernando Hermosillo Curiel y su colaborador no es un hecho aislado. Es parte de una narrativa cada vez más común en el Caribe Mexicano: empresarios, trabajadores o turistas que caen en redes delictivas en territorios vulnerables.
Este caso obliga a replantear la seguridad en municipios fuera del radar turístico, y a mirar con seriedad la creciente utilización de menores como instrumentos del crimen organizado. La pregunta no es solo dónde están, sino qué estamos haciendo —como sociedad y Estado— para que esto no se repita.