Todo parece indicar que las acusaciones de Gabriel Mendicuti contra el exgobernador Carlos Joaquín González y su hijo, el empresario Carlos Nassim Joaquín Rejón, van a quedar solo en un exabrupto del exsecretario de Gobierno y expresidente municipal de Solidaridad (hoy Playa del Carmen).
En el entorno de Mendicuti, -quien fue detenido en el sexenio jaoquinista- se comenta que ya no quiere saber nada del asunto. En realidad, ya no quiere la “parte 2”, pese a pedidos de otros periodistas.
Y, de hecho, el asunto no pasó de ser una declaración periodística, aunque haya llegado a medios como Reforma o Proceso.
Bien hubiera cabido que la FGE o la FGR lo llamaran a declarar, pero no pasó nada. Los dichos del exfuncionario solo fueron para el regocijo de borgistas resentidos.
Y todo quedó igual: Carlos Joaquín en su embajada en Canadá, y Mendicuti, en su papel de empresario, a sus negocios.