Caracas, 29 de agosto de 2025 – En un escenario de creciente tensión regional, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó ayer que su nación es inexpugnable ante cualquier invasión extranjera. Esta declaración surge en medio de un significativo despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe, percibido por el gobierno progresista venezolano como una amenaza directa a su soberanía.
Caracas denuncia ante la ONU «amenaza sin precedente»
Venezuela ha llevado su preocupación a la Organización de Naciones Unidas (ONU), denunciando que las maniobras de Washington representan un «nivel de amenaza sin precedente». En una carta dirigida al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, Caracas detalló que las agresiones estadounidenses han escalado. Estas incluyen «sanciones ilegales, campañas de descrédito, desconocimiento de las instituciones venezolanas» y han alcanzado una nueva dimensión con la presencia militar en el Caribe.
Escalada de agresiones y activos nucleares en la región
El gobierno venezolano ha resaltado la presencia de «destructores, un crucero lanzamisiles, un submarino nuclear de ataque rápido» como parte de este despliegue. Venezuela subraya que «es la primera vez en la historia que se introducen activos militares con capacidad nuclear en América Latina y el Caribe». Ante esta situación, Caracas solicitó a la ONU que «asuma sus competencias y exhorte al gobierno de Estados Unidos a cesar sus acciones hostiles y a respetar la soberanía, la integridad territorial y la independencia política» del país sudamericano.
Estados Unidos reafirma su ofensiva antidrogas y la recompensa por Maduro
Horas antes de la denuncia venezolana, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, reiteró la firme postura de Washington. Leavitt afirmó que Estados Unidos está dispuesto a usar «todo el poder» para contener el tráfico de drogas desde Venezuela y llevar a sus responsables ante la justicia. La portavoz insistió en que el presidente Maduro lidera «un cártel narcoterrorista», refiriéndose al llamado cártel de Los Soles, designado como terrorista por Estados Unidos.
Historial de intervenciones y la acusación de narcoterrorismo
En este contexto, Washington, con un historial de invasiones como la de Granada en 1983 y Panamá en 1989, envió cinco buques de guerra y más de 4 mil efectivos cerca de las aguas territoriales venezolanas. Esta acción se produce después de aumentar a 50 millones de dólares la recompensa ofrecida por la captura de Maduro. Leavitt destacó que “muchos países caribeños y de la región aplaudieron las operaciones y esfuerzos antidrogas de la administración”, reafirmando la disposición del presidente Donald Trump a utilizar todos los recursos del poder estadounidense para detener la entrada de drogas al país y llevar a los responsables ante la justicia.
Cuba alerta sobre la reactivación de la doctrina Monroe
Por su parte, Cuba calificó el despliegue militar estadounidense como «una grave amenaza y una agresiva demostración de fuerza que atenta contra la soberanía y la autodeterminación de los pueblos de América Latina y el Caribe». El gobierno de La Habana comparó la situación actual con los «pretextos carentes de pruebas que llevaron a la invasión de Irak».
Una «grave amenaza» que recuerda a irak
Para Cuba, la imputación estadounidense que asocia al gobierno venezolano con organizaciones criminales de tráfico ilícito de drogas «constituye un pretexto absurdo que carece de fundamento». La Habana advirtió sobre lo que considera la reactivación de una política exterior estadounidense de 1893, conocida como Doctrina Monroe. Formulada contra la intervención europea en el continente bajo la premisa de “América para los americanos”, esta doctrina marcó el inicio de la influencia estadounidense en la región, justificando la expansión de su poder económico y político.
La milicia bolivariana en pie de alistamiento
Frente a este escenario de escalada, el presidente Nicolás Maduro lanzó un llamado a una nueva jornada de alistamiento en la Milicia Bolivariana, un componente castrense integrado por civiles. «Ni sanciones, ni bloqueos, ni guerra sicológica, ni asedio pudieron, ni podrán, no hay forma de que le entren a Venezuela», aseveró Maduro. La campaña, denominada «Yo me Alisto», ha habilitado mil puntos de registro en todo el país y recurre a figuras emblemáticas de la historia venezolana. «Un pueblo que ama la libertad será libre. Hoy la libertad se defiende con tu voz y tu presencia. Yo me alisto», se lee en espectaculares que muestran a un Simón Bolívar en uniforme del Ejército Libertador y con un fondo de soldados en batalla.
La situación actual en el Caribe, marcada por el despliegue militar estadounidense y la firme respuesta de Caracas y sus aliados, plantea interrogantes sobre la estabilidad regional. ¿Podrá la diplomacia de la ONU contener esta escalada y evitar un conflicto de mayores proporciones en un continente históricamente susceptible a las intervenciones externas?
