La confrontación entre Washington y Caracas se intensifica con un reciente despliegue militar estadounidense en el Caribe, ostensiblemente para combatir el narcotráfico. Venezuela ha respondido con la disposición de millones de milicianos, elevando la ya tensa situación regional. Este escalamiento pone a prueba los límites de la diplomacia y la fuerza en el hemisferio.
Una escalada diplomática y militar sin precedentes
Las acciones y acusaciones mutuas marcan una fase crítica en la relación entre Estados Unidos y Venezuela. Hace apenas dos semanas, Estados Unidos duplicó a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a la captura del presidente Nicolás Maduro. Días después, varios medios de comunicación reportaron que el entonces presidente Donald Trump había autorizado al Pentágono a considerar el uso de la fuerza militar contra carteles del narcotráfico en territorio extranjero. La fiscal general Pam Bondi, por su parte, anunció la incautación de bienes de Maduro valorados en 700 millones de dólares, lo que subraya la magnitud de la presión económica.
El despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe: Detalles y propósitos
La Casa Blanca, a través de su portavoz Karoline Leavitt, ha sido enfática: Donald Trump «ha sido muy claro y consecuente» respecto al gobierno de Nicolás Maduro, subrayando su disposición a usar «todos los recursos del poder estadounidense para detener la entrada de drogas en nuestro país y llevar a los responsables ante la justicia». Leavitt ha reiterado que Maduro “no es un presidente legítimo” y ha calificado a su “régimen” como “un cartel del narcotráfico”.
Los activos navales y aéreos involucrados
Según reportes de CNN la semana pasada, Estados Unidos comenzó el despliegue de 4,000 agentes, principalmente marines, junto con aviones, barcos y lanzamisiles en aguas de la región sur del Caribe para combatir a los carteles del narcotráfico, citando a fuentes del gobierno. La agencia Reuters publicó este lunes que tres destructores estadounidenses de misiles guiados Aegis arribarían a aguas internacionales frente a las costas de Venezuela en las siguientes 36 horas.
Se suman a este contingente varios aviones espías P-8, buques de guerra y al menos un submarino de ataque. Además de operaciones de inteligencia y vigilancia, estos recursos navales podrían funcionar como plataforma de lanzamiento para ataques selectivos si se tomase una decisión, de acuerdo con el informe. Un funcionario del Departamento de Defensa, que confirmó la noticia a AP, aseguró que los activos militares ya fueron asignados a la región en apoyo de los esfuerzos contra el narcotráfico. Las fuentes confirmaron que los tres destructores, el USS Gravely, el USS Jason Dunham y el USS Sampson, llegarán “pronto” a la zona, donde permanecerán desplegados “durante varios meses”.
La respuesta de Venezuela: Movilización de millones de milicianos
Caracas ha tildado las “amenazas y difamaciones” de Estados Unidos como reflejo de su “clara desesperación”. Un comunicado difundido este martes afirma que “Washington acuse a Venezuela de narcotráfico revela su falta de credibilidad y el fracaso de sus políticas en la región”. El texto añade que “estas amenazas no solo afectan a Venezuela, sino que ponen en riesgo la paz y estabilidad de toda la región (…). Cada declaración agresiva confirma la incapacidad del imperialismo para doblegar a un pueblo libre y soberano”.
La milicia bolivariana: origen y rol actual
Apenas horas antes de estas declaraciones, Maduro había anunciado el despliegue en todo el territorio venezolano de 4.5 millones de milicianos, parte de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, tras reportes de la inminente llegada de los destructores estadounidenses. El mandatario venezolano aseguró que «el imperio se volvió loco y ha renovado sus amenazas a la paz y a la tranquilidad de Venezuela», confirmando un «plan especial para garantizar la cobertura con más de 4.5 millones de milicianos de todo el territorio nacional».
Las milicias, que, según cifras oficiales, se componen de unos 5 millones de reservistas, fueron creadas por el expresidente Hugo Chávez con el fin de integrar voluntarios que asistieran a las fuerzas armadas en la defensa contra ataques externos e internos. Posteriormente, se constituyeron como uno de los cinco componentes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
El llamado a la defensa del territorio y la soberanía
Aunque eludió referirse directamente a la nueva recompensa de Estados Unidos por su arresto y al despliegue militar en aguas del Caribe, Maduro agradeció el apoyo ante lo que calificó de «refrito podrido» de amenazas. Celebró que «los primeros que salieron adelante a manifestar su solidaridad y su apoyo con este presidente obrero que está aquí son los militares de esta patria, salieron adelante con sus fusiles, con sus misiles, sus tanques, sus aviones, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, salieron a la vanguardia». Adicionalmente, Maduro instó a las bases políticas de su gobierno a fomentar la formación de milicias campesinas y obreras en todas las fábricas, exclamando: «¡Fusiles y misiles para la fuerza campesina! Para defender el territorio, la soberanía y la paz de Venezuela» y «Misiles y fusiles para la clase obrera, para que defienda nuestra patria».
El trasfondo: Acusaciones de narcotráfico y la persistente disputa por la legitimidad
La tensión actual no es un hecho aislado. En 2020, durante la primera presidencia de Trump, Maduro fue acusado en un tribunal federal de Nueva York, junto con varios aliados, de cargos federales de narcoterrorismo y conspiración para importar cocaína. En aquel entonces, el gobierno ofreció una recompensa de 15 millones de dólares por su arresto, que luego fue incrementada a 25 millones durante el mandato de Joe Biden, hasta alcanzar la cifra actual de 50 millones.
La confrontación entre Estados Unidos y Venezuela, enmarcada por acusaciones de narcotráfico y la legitimidad del gobierno de Maduro, escala con la presencia militar estadounidense en el Caribe y la movilización masiva de milicianos. ¿Podrá esta escalada llevar a una resolución o solo profundizará el conflicto en la región?