
“Aquí nadie está seguro”: Gobernación responde a exigencias de víctimas
Las madres buscadoras llegaron a la Ciudad de México con la misma exigencia que repiten desde hace años: verdad, justicia y paz. Esta vez, el escenario fue distinto. Frente a frente, sin intermediarios, reclamaron la renuncia de funcionarias federales, denunciaron omisiones y pidieron seguridad para seguir buscando a sus hijos. La Secretaría de Gobernación respondió: “El que no trabaje, que se vaya”.
Una exigencia que ya no puede ignorarse
Una reunión con nombres y reclamos
El cuarto encuentro entre autoridades federales y familiares de personas desaparecidas se desarrolló en un hotel cercano a la Secretaría de Gobernación. Hasta ahí llegaron madres buscadoras de Sonora, Jalisco, Colima y Durango, con sus carpetas, sus fotos, sus listas de nombres y sus exigencias. Desde el inicio dejaron clara su posición: pedían la renuncia inmediata de Rosario Piedra Ibarra, presidenta de la CNDH, por su ausencia y falta de atención.
El dolor como argumento
La secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, respondió desde una posición poco habitual: aceptó que las familias han hablado con libertad y dolor, y reconoció que cada uno de los funcionarios está “a prueba”. “El que no trabaje, que se vaya”, dijo, dejando entrever que habrá evaluaciones formales en las próximas semanas.
La tensión entre la exigencia ciudadana y la burocracia institucional quedó expuesta en el tono del encuentro. Rodríguez insistió en que la prioridad es garantizar la verdad y la justicia, pero las víctimas pidieron hechos, no discursos.
Funcionarios en la mira: ¿quién responde por los desaparecidos?
Las comisionadas cuestionadas
Las críticas más duras se centraron en Teresa Guadalupe Reyes Sahagún (Comisión Nacional de Búsqueda) y Yuriria Rodríguez (Comisión de Atención a Víctimas), ambas presentes en la reunión. Las familias las acusaron de inacción y burocracia, señalando que no han cumplido con las tareas mínimas que les corresponden.
A pesar de las quejas, Rosa Icela evitó comprometerse con sus salidas inmediatas. Sin embargo, dejó claro que el gobierno evaluará si cada funcionaria está realmente cumpliendo con su deber.
¿Dónde está la CNDH?
La gran ausente fue Rosario Piedra Ibarra. La CNDH, institución clave para el acompañamiento de víctimas, envió apenas a un visitador. Las madres exigieron su renuncia, acusándola de ser insensible ante la tragedia. Ceci Flores, fundadora de Madres Buscadoras de Sonora, fue tajante: “Ella no está haciendo su trabajo”.
Promesas y compromisos: ¿qué sigue?
Un equipo interinstitucional
Como respuesta concreta, Gobernación anunció la creación de un equipo multidisciplinario con participación de la Fiscalía General de la República y otras dependencias. El objetivo: fortalecer la colaboración y mejorar la atención a las víctimas. Este equipo buscará herramientas, formación y personal capacitado para enfrentar la crisis de desapariciones con un enfoque integral.
La agenda de Sheinbaum
Rodríguez también presentó algunas iniciativas impulsadas por la presidenta Claudia Sheinbaum, aunque aún sin muchos detalles. Aseguró que las voces de las víctimas serán incorporadas en la construcción de la política pública. El compromiso, insistió, es “caminar con ustedes, porque es una obligación del Estado”.
La voz de las buscadoras: territorio, verdad y seguridad
Seguridad para seguir buscando
Durante la reunión, las madres buscaron garantías mínimas: seguridad para realizar búsquedas en campo, identificación de cuerpos en fosas comunes y un alto a las leyes nuevas. “Con las que tenemos, basta, pero que se cumplan”, dijeron.
La exigencia de revisar los Semefos y agilizar la identificación de cuerpos resalta como uno de los puntos más urgentes. Muchas madres creen que sus hijos ya están ahí, esperando un proceso forense que nunca llega.
Historias desde el territorio
Las madres no hablaron en abstracto. Cada testimonio fue un retrato del abandono institucional: búsquedas nocturnas, amenazas, indiferencia de fiscales, cuerpos sin identificar. En cada palabra, la ausencia se hizo presente.
Ceci Flores, quien ha encabezado búsquedas en el desierto de Sonora, reiteró la necesidad de coordinación y empatía: “No necesitamos más leyes, necesitamos que hagan su trabajo”.
¿Reinicio o simulación?
Las mesas de diálogo: una luz o una rutina más
Gobernación prometió sistematizar una agenda de trabajo y convocar nuevas reuniones con las familias. Las madres, aunque reconocieron la apertura, dejaron en claro que el tiempo se agota. La confianza no se gana con discursos, sino con resultados.
Cada voz cuenta… si se escucha
Rosa Icela Rodríguez cerró su participación diciendo que las voces escuchadas en estas mesas “nos convocan a seguir impulsando buenas prácticas”. Lo que está por verse es si estas mesas se traducen en acciones reales o si terminarán archivadas como tantas otras promesas.
El país sigue buscando
México atraviesa una crisis de desaparecidos que no admite dilaciones ni excusas. Los encuentros como este son apenas un primer paso. Las víctimas, especialmente las madres buscadoras, han demostrado una fuerza inquebrantable, pero no pueden ni deben seguir solas.
Gobernación tiene ante sí una oportunidad histórica: construir un nuevo modelo de atención, romper inercias institucionales y enfrentar de frente la tragedia. El tiempo dirá si las palabras se traducen en verdad, justicia y paz.