
La presidenta instruyó al gabinete de seguridad analizar un inquietante informe de la Universidad de Guadalajara. El fenómeno podría estar ligado al reclutamiento forzado de jóvenes.
El dato cayó como un balde de agua fría: un incremento de desapariciones de jóvenes universitarios en Jalisco sacudió al gabinete de seguridad federal. En el centro del debate, un informe de la Universidad de Guadalajara que encendió todas las alarmas.
Un informe que no pasó desapercibido
Durante su conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum reveló que tuvo conocimiento de un documento preocupante entregado por la Universidad de Guadalajara. Según dicho informe, se habría detectado un aumento significativo en la desaparición de jóvenes en Jalisco, muchos de ellos vinculados a ofertas de trabajo que terminan en reclutamiento forzado.
En respuesta inmediata, Sheinbaum instruyó a su gabinete de seguridad a tomar cartas en el asunto. Se estableció contacto con la institución académica para verificar el origen y la validez de los datos, y sobre todo, para confirmar si existe un patrón o red organizada detrás de este fenómeno.
“Se comentó en el gabinete de seguridad… se acordó verificar lo que estaba sucediendo en Jalisco”, afirmó la presidenta.
Jóvenes en el blanco: ¿reclutamiento criminal?
El informe de la UdeG no solo plantea un aumento numérico de las desapariciones, sino que advierte sobre una modalidad preocupante: la captación de jóvenes a través de ofertas laborales. Esto abriría la puerta a una hipótesis aún más alarmante: el posible reclutamiento forzado por parte del crimen organizado.
En estados como Jalisco, con una presencia conocida de grupos delictivos, esta práctica no sería nueva, pero sí lo sería su crecimiento y la forma en que se están enganchando a jóvenes universitarios, tradicionalmente considerados un grupo con mayor protección institucional y familiar.
La vulnerabilidad de los estudiantes
- Jóvenes entre 18 y 25 años son el grupo más afectado.
- Muchos buscan ingresos rápidos y caen en redes de captación.
- Las universidades se enfrentan a una doble tarea: proteger y alertar.
¿Y la respuesta del Estado?
La reacción del gobierno federal fue inmediata, pero aún limitada al ámbito de la revisión. La instrucción principal fue analizar el informe y verificar la autenticidad y gravedad de sus datos. El paso siguiente será determinar si es necesario actuar con protocolos específicos en la región de Jalisco o escalar el tema como un asunto de seguridad nacional.
Este caso se suma a una creciente preocupación sobre la seguridad de la juventud mexicana, particularmente en zonas donde el crimen organizado ha perfeccionado sus métodos de cooptación.
Una política de seguridad bajo la lupa
Sheinbaum, en su nuevo rol como presidenta, enfrenta uno de los temas más complejos heredados de administraciones anteriores: las desapariciones forzadas y la impunidad. La relación con instituciones académicas, como en este caso con la UdeG, será clave para construir diagnósticos con base social real y no solo cifras oficiales.
Otro caso que prende alertas: el retén falso en Tabasco
Casi como una confirmación del clima de inseguridad, Los Ángeles Azules denunciaron haber sido asaltados en un retén militar falso en una carretera de Tabasco. Aunque este hecho se separa territorialmente del tema de Jalisco, refuerza la narrativa de preocupación sobre la seguridad en las carreteras mexicanas.
Sheinbaum también dio instrucciones para contactar al grupo musical y esclarecer los hechos, en busca de establecer mecanismos preventivos desde la Guardia Nacional.
“Es necesario conocer cómo se realizó el asalto para adoptar medidas preventivas”, señaló.
¿Qué se juega el gobierno?
Ambos casos –la desaparición de jóvenes en Jalisco y el retén apócrifo en Tabasco– apuntan a un mismo síntoma: fallas estructurales en la seguridad nacional. Pero también abren la posibilidad de articular respuestas más sólidas y coordinadas.
En el contexto de una nueva administración presidencial, este tipo de situaciones serán pruebas de fuego para evaluar la eficacia, rapidez y profundidad de las respuestas de seguridad.
Más que cifras, vidas
La instrucción de Claudia Sheinbaum de revisar el informe de la Universidad de Guadalajara es un paso necesario pero no suficiente. En Jalisco, las desapariciones ya no solo son números: son rostros, historias truncadas, y ahora, una señal de alerta que debe transformarse en política pública.
Mientras tanto, el gobierno tiene una doble tarea: actuar con contundencia y recuperar la confianza de una sociedad que exige explicaciones, pero sobre todo, soluciones.