Agencias
Playa del Carmen.— Propietarios y posesionarios de las viviendas en el fraccionamiento Privadas El Edén denunciaron lo que consideran un fraude por parte de la inmobiliaria CADU y la empresa administradora UPEKSA.
Los inconformes, quienes por temor a represalias omitieron sus nombres, afirmaron que fueron engañados con promesas incumplidas, mala calidad en la construcción y ausencia de las amenidades que les ofrecieron.
Aseguraron que han recibido amenazas por parte de promotores y representantes de la administración.
Señalaron que al momento de la compra, hace poco más de cuatro meses, les prometieron un conjunto habitacional con comodidades y espacios comunes, además de un mantenimiento profesional, por el cual deben cubrir una cuota mensual de 750 pesos.
“Nos dijeron, al momento de comprar, que la privada tendría ciertos beneficios y cuestiones como amenidades, pagando 750 mensuales a una administradora externa, que CADU nos impuso», mencionó uno de los afectados.
Dicha administración fue asignada directamente por CADU, tratándose de la empresa UPEKSA, también identificada como EVLO Administración de Condominios, presuntamente encabezada por Lorena Miranda.
Según los vecinos, recientemente presentaron quejas formales por irregularidades, pero en lugar de darles respuesta, la inmobiliaria simplemente sustituyó a la administradora.
«Nos sentimos estafados porque CADU no nos da la cara», reclamaron.
De acuerdo con los cálculos de los afectados, la empresa habría recaudado cerca de 500 mil pesos en cuotas mensuales provenientes de más de 300 familias, además de los mil pesos entregados por cada propietario al momento de la firma de escrituras, supuestamente como garantía para cubrir posibles daños.
Los residentes señalaron que la salida de UPEKSA ocurrió de manera abrupta y sin transparencia.
“Escoltaron a la administración para retirar su mobiliario y equipo, que se compró con nuestro dinero; llegaron en una camioneta y ni siquiera adiós dijeron”, acusaron.
Finalmente, los colonos destacaron que, además del posible fraude, enfrentan viviendas con materiales deficientes, divisiones de tablaroca y defectos ocultos, lo que ha aumentado su molestia e inconformidad con la inmobiliaria.