Otra de los “legados” de Andrés Manuel López Obrador fue el depreció al medio ambiente.
Quizá por proyectos como el Tren Maya o la refinería de Dos Bocas, el fundador de Morena deshabilitó la protección del medio ambiente de la agenda de la 4T.
Aunque, también, en recurrente maniquerismo , esgrimió la defensa de recursos naturales para embestir a adversarios políticos, como la depredadora Calica.
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En Quintana Roo, López Obrador hacinó a las oficinas de cuidado medio ambiental y dejó prácticamente sin personal las labores de inspección y vigilancia.
Si bien la devastación de la selva y el resquebrajamiento de cuevas es el ejemplo más rotundo del desprecio a la naturaleza, en Quintana Roo en tiempos de la 4T abundan proyectos que arrollan al medio ambiente como serían desarrollos inmobiliarios sin MIA o la ominosa “casa de descanso” de Sedena sobre los carrizos de la laguna Bacalar
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El más reciente episodio de la trágico agenda ambiental del Caribe mexicano es el cuarto muelle de Cozumel.
El asunto lleva meses bajo debate y hasta ha polarizado a la comunidad cozumeleña.
Pero, parece que el cuarto muelle quedará en proyecto y se ha convertido en bandera política.
Y esta bandera está muy agitada con vientos hacía el 2027.
