México, 3 de septiembre de 2025. El país se posiciona en el escalón más bajo de lactancia materna exclusiva, con apenas un 34 por ciento de bebés recibiendo este alimento vital durante sus primeros seis meses. Este dato contrasta drásticamente con el promedio global, que supera el 50 por ciento, revelando una crisis de salud pública persistente a pesar de décadas de esfuerzo.
México en el sótano global: El declive de la lactancia materna
México se encuentra en el nivel más bajo de lactancia materna, con solo el 34 por ciento de los bebés recibiendo este alimento de manera exclusiva durante sus primeros seis meses. Este porcentaje se sitúa muy por debajo del promedio global, que supera el 50 por ciento. Especialistas reunidos en el foro nacional de lactancia materna advierten que, pese a más de una década de trabajo por parte de organizaciones civiles, los desafíos persisten.
Entre los principales obstáculos que enfrenta la lactancia materna en el país, destaca la fuerte influencia de los intereses económicos de la industria de fórmulas lácteas. La publicidad agresiva y la falta de apoyo adecuado limitan significativamente su práctica, perpetuando un rezago que afecta directamente la salud de los recién nacidos.
El freno de los intereses económicos y la regulación pendiente
Anabelle Bonvecchio, directora de investigación en políticas y programa de nutrición del instituto nacional de salud pública (INSP), ha señalado que un proyecto crucial para modificar el reglamento de control sanitario de productos y servicios se estancó. La iniciativa buscaba prohibir la promoción de fórmulas lácteas en unidades médicas y hospitales, así como establecer sanciones por incumplimiento, pero fue detenido por otra área del gobierno federal durante la pasada administración.
La investigadora subraya que este tema lleva años pendiente sin ser retomado por las autoridades nacionales. No obstante, Bonvecchio destacó la propuesta conjunta de México y Brasil, presentada por Ramiro López Elizalde, subsecretario de políticas de salud y bienestar poblacional, ante la asamblea mundial de la salud. Esta iniciativa busca que los países regulen la comercialización en internet de las fórmulas lácteas, y ya se trabaja en su implementación. Organizaciones civiles, por su parte, continúan su lucha contra los intereses económicos de esta industria, buscando reforzar la prohibición de promoción en hospitales para fomentar la lactancia.
Avances y desafíos en la política pública
La titular del centro nacional de equidad de género y salud sexual y reproductiva de la SSa, Teresa Ramos, abordó la promoción de sucedáneos de leche materna. Se limitó a indicar que esta administración fortalecerá la vigilancia del cumplimiento del código internacional en la materia.
Ramos anunció una estrategia nacional de lactancia materna, pero no proporcionó detalles. Tras el foro, evitó contestar preguntas argumentando otra reunión, aunque tuvo tiempo para fotografías con asistentes. Posteriormente, el área de prensa del centro informó que la estrategia se presentará en la segunda semana de noviembre. Asimismo, se mantiene la obligación para las empresas de incluir una leyenda en los empaques de sucedáneos, que indique que el producto “no presenta mayor beneficio que la lactancia materna”.
Apoyos insuficientes y la meta del 70 por ciento
La insuficiencia de la licencia de maternidad de 90 días es señalada por expertas como un factor limitante para la lactancia exclusiva. Esta duración restringe la capacidad de las madres para mantener la práctica durante los seis meses recomendados.
En este contexto, Cecilia de Bustos, jefa de nutrición y salud de Unicef México, reconoció los avances del país. Destacó acciones como la ley general de alimentación adecuada y sostenible –aún sin reglamento– y el protocolo nacional de atención médica (pronam) sobre los primeros mil días de vida, que incluye la importancia de la lactancia materna.
De Bustos, quien llegó a México hace un año, se mostró sorprendida por los niveles “extremadamente bajos” de lactancia. Calificó de increíble que el fenómeno se extienda incluso a zonas rurales, una situación que “no se ve casi en ningún país del mundo”. La meta establecida por Unicef es que el 70 por ciento de los recién nacidos reciban la leche materna como único alimento durante sus primeros seis meses de vida.
El llamado a la acción: Una responsabilidad colectiva
Revertir la crítica situación de la lactancia materna en México es una responsabilidad colectiva que exige voluntad política de las autoridades, asignación de recursos económicos y una profunda transformación cultural. Es imperativo valorar la vida de las madres y sus hijos, garantizando el acceso a un alimento vital y el apoyo necesario para esta práctica. ¿Están las instituciones y la sociedad mexicana preparadas para asumir este compromiso y sacar al país del sótano global en lactancia materna?