Crisis por el diésel provoca inédito traslado presidencial en Ecuador

El traslado presidencial de Daniel Noboa a Latacunga y Otavalo marca una escalada en la crisis por la eliminación del subsidio al diésel en Ecuador. Analizamos el paro de transportistas y la respuesta oficial.
Crisis por el diésel provoca inédito traslado presidencial en Ecuador

La súbita eliminación del subsidio al diésel ha sacudido a Ecuador, provocando un paro nacional y una respuesta gubernamental sin precedentes: el traslado de la presidencia. Esta medida dispara la tensión en el país andino, intensificando el debate sobre el futuro económico y la gobernabilidad.

El epicentro de la crisis: Eliminación del subsidio al diésel

La eliminación total del subsidio estatal al diésel y el consiguiente incremento en un dólar por galón de ese combustible, provocó este lunes una paralización en varios puntos de Ecuador. La medida fue promovida por gremios de transportistas y organizaciones sociales opuestas, generando una respuesta contundente del gobierno.

Traslado presidencial y despliegue militar

En una decisión sin precedentes, la Presidencia de la República fue trasladada a la sureña ciudad de Latacunga, mientras que la vicepresidencia se reubicó en Otavalo, en el norte. Esta acción se complementó con una movilización masiva de policías y militares a distintos puntos de la geografía del país andino. Ya el fin de semana último se había observado movimiento de uniformados en la Brigada de Fuerzas Especiales N.° 9 Patria, cerca de Latacunga, a unos 150 kilómetros al sur de Quito.

Imágenes oficiales mostraron a Daniel Noboa, con traje militar, junto a los comandantes de las fuerzas armadas, ingresando al lugar donde se instalaría temporalmente la Presidencia de la República. La decisión fue oficializada pasadas las 14:00 del sábado 13 de septiembre, a través de las redes sociales. Noboa justificó el traslado bajo el argumento de la desconcentración y organización de la función ejecutiva, una justificación reiterada por los voceros oficiales, quienes afirmaron que el gobierno se traslada para atender directamente a la población en territorio.

La reacción social y la postura gubernamental

La decisión gubernamental desató la reacción de los gremios de transportistas y de diversas organizaciones sociales y políticas. Se anunciaron bloqueos de carreteras y asambleas permanentes como rechazo a la eliminación del subsidio al diésel y el consecuente aumento en el precio de los combustibles y de los productos de primera necesidad.

Efectivamente, ayer se comprobó la paralización del transporte público en varios puntos del país, principalmente en las provincias del norte, limítrofes con Colombia, en la Amazonía, además de las rutas de conexión entre las regiones costeras y las zonas andinas del centro del país. En varios intentos por desbloquear las paralizaciones, la policía utilizó grandes cantidades de gases lacrimógenos durante la mañana, pero al mediodía los bloqueos se restablecieron.

Diálogo sin negociación: La línea oficial

La vocera de la presidencia, Carolina Jaramillo, aseguró este lunes que el gobierno mantiene apertura para el diálogo, pero únicamente con los gremios de transportistas. Recalcó enfáticamente: “No hay negociaciones, lo que hay son conversaciones. En este país quienes toman las decisiones son el gobierno nacional. Hemos dialogado siempre, pero no hay espacio para la extorsión ni para la negociación entendida como una presión en la que el gobierno tendría que terminar cediendo”.

Sobre los bloqueos de vías registrados en distintos puntos del país, la vocera enfatizó que Noboa ha sido “contundente” frente a este tipo de acciones. “Los recursos deben ir a quienes más lo necesitan, no pueden desviarse ni mal utilizarse en subsidios que han sido ineficientes”, sostuvo.

Compensaciones y ahorro fiscal

Sin embargo, la ministra de Finanzas, Sariha Moya, dijo que las 18 compensaciones que se aplicarán tras la eliminación del subsidio al diésel representan un monto similar a mil 100 millones de dólares. Según Moya, esta cifra es lo que supuestamente se ahorra el fisco con la medida. Además, aseguró que no se topará el subsidio al gas de uso doméstico.

La drástica medida de trasladar la presidencia, en respuesta a la oposición social, subraya la profunda polarización y los desafíos de gobernabilidad que enfrenta Ecuador ante decisiones económicas impopulares. ¿Podrá el gobierno de Noboa gestionar esta crisis sin ceder a la presión, o se intensificará el conflicto en las calles?

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