Por Leslie Gordillo
CANCÚN.- El presidente de la Asociación Mexicana de Agencias de Turismo Receptivo (AMATUR), Sergio González Rubiera, advirtió que el deterioro de la movilidad en Cancún y otros destinos de Quintana Roo, impactan ya de manera directa la convivencia social, la salud mental, la calidad de vida, la competitividad económica y la imagen turística del Caribe mexicano.
Calificó la situación que hoy se vive como un desastre que se manifiesta en el día a día de miles de ciudadanos y visitantes, obligados a desplazarse a “vuelta de rueda”, pasar horas en el tráfico, llegar tarde a sus actividades y vivir un estrés constante provocado por obras mal planeadas, reparaciones en horas pico y decisiones improvisadas.
“La movilidad es un derecho humano y no se soluciona, sino que se complica, porque no se le aborda de manera integral, y porque se pretende resolver con “ocurrencias”; no hay expertos en la materia, no hay soluciones integrales, no se le concede prioridad y lo que prevalece es la ocurrencia», lamentó.
Incluso, consideró que el puente sobre la laguna Nichupté no solucionará el congestionamiento vial, ni en la zona hotelera, ni en el centro de la ciudad, sino que podría intensificarlo, asegurando que la falta de un aterrizaje adecuado en el bulevar Kukulkán implicará la eliminación de un carril completo de norte a sur, generando un cuello de botella en la zona que concentra la mayor parte de la actividad económica del municipio.
Asimismo, cuestionó el diseño del proyecto, al considerar que los carriles de incorporación son demasiado estrechos, lo que representa un riesgo vial similar a otras obras mal ejecutadas en la región.
Como alternativa viable, González Rubiera reabrió la propuesta del uso de los cuerpos lagunares para el transporte masivo de trabajadores, una opción que fue ignorada pese a su eficiencia, porque trasladar personal desde la zona de Tajamar hasta la zona hotelera por vía marítima tomaría apenas 13 minutos.
Propuso la creación de una gran terminal multimodal en esa área, con muelle, estacionamiento para cinco mil vehículos, espacios para bicicletas y andenes de transporte público, desde donde saldrían embarcaciones cada 20 minutos y así inhibir el uso del automóvil y fomentar un transporte público masivo, eficiente y digno.
A esto se le suman otras problemáticas, como lo que ocurre alrededor de muchas escuelas, lo que ocurre en bulevar Colosio que ha quedado rebasado ante la cantidad de autos, oficinas públicas en vialidades estratégicas, además el crecimiento desmedido del uso de motocicletas, combis y falta de acciones que resuelvan el problema de fondo.







